Es difícil hacer a un hombre miserable mientras sienta que es digno de sí mismo.
Ningún hombre digno pedirá que se le agradezca aquello que nada le cuesta.
Las mujeres se ponen pálidas ante la idea de que su amado no sea digno de ellas; y los hombres, ante la idea de no ser dignos de sus amadas. Estamos hablando aquí de mujeres cabales, de hombres cabales. Tales hombres, que ordinariamente tienen confianza en sí mismos y sentido del poder, se avergüenzan y dudan de sí mismos cuando se hallan en estado de pasión; tales mujeres, en cambio, suelen sentirse ordinariamente como las débiles, como las dispuestas a la entrega, pero, en la elevada excepción de la pasión, tienen su orgullo y su sentido del poder, el cual pregunta: ¿Quién es digno de ti?
Lo que más indigna al charlatán es alguien silencioso y digno.
Evidentemente debo muy poco a los esquimales o al Congo; pero, en realidad, hago cuanto puedo para ser digno de la universidad del mundo.
El digno sufre. Pero su dignidad lo consuela.
Todo sueño digno de vivir vale la pena compartirlo con otros.
El que sabe mantener un porte digno aun cuando se halla entre sus amigos, conseguirá que sus más íntimos amigos sientan un gran respeto hacia él. "Analectas"
"Analectas" Frases de "Analectas" Frases de Confucio
Si el hombre no ha descubierto nada por lo que morir, no es digno de vivir.
El que pueda vivir en la infamia no es digno de vida.
Uno no es digno de tener algo a través de la debilidad, que permite que cualquiera se lo arrebate, uno no es digno de ello porque no es capaz de respaldarlo.
El que no piensa en sus deberes sino cuando se lo recuerdan no es digno de estimación.