Ser un buen artesano no impedirá que sea un genio.
¡Arquitectos, escultores, pintores, todos debemos volver a la artesanía! Pues no existe un arte como profesión. No existe ninguna diferencia esencial entre el artista y el artesano. El artista es un perfeccionamiento del artesano.
Confía en tu corazón. Eres un artesano digno de crédito. "Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una introducción" (1963), Jerome David Salinger
"Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una introducción" (1963) Frases de "Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una introducción" (1963) Frases de Jerome David Salinger
(...) El artista en este contexto social no debe ser un simple artesano, sino un intelectual preparado en todas las disciplinas y en todos los terrenos.
Frases de León Battista Alberti
La gracia del cielo hace que, en raros momentos de inspiración, ajenos a su voluntad, el arte nazca inconscientemente de la obra de su mano, pero la base de un buen trabajo de artesano es indispensable para todo artista.
Se parece mucho al trabajo del artesano, sí. No sé si escribir es un oficio, creo que es sobre todo un estado. O quizá sea un oficio especial.
No creo en la inspiración. Hay que ejecutar el oficio como un artesano. La técnica se enriquece con el trabajo manual, con el dominio y habilidad de la mano que maneja el pincel.
Pertenezco al género de los escritores artesanos, aquellos que no sufren con el trabajo, como se quejan algunos, pero que realizan su quehacer con ahínco, bulto a bulto.
¡Ay, Dios mío! El último de los artesanos, el triste mendigo de las calles me han causado envidia en esta temporada; así como ahora, desahogado y libre, no me cambio por el Rey, no, no me cambio; lo digo con toda el alma.
(...) Esta también es la razón por la que admiro tanto a los artesanos, personas que hacen su trabajo con un gran conocimiento y habilidad. Conocí a un carpintero fabuloso especializado en madera vieja que trabajaba en mi casa de Saint Moritz. El modo en que tocaba y acariciaba cada pieza denotaba que era un hombre extraordinario. Amaba profundamente lo que hacía. Amar lo que uno hace es requisito necesario para ser artista.
Las calles están llenas de artesanos admirables, pero tan pocos soñadores prácticos.
Que se abra ante mí el camino de mis lágrimas. Porque ahora soy el artesano de mi alma. (...) Yo, (...) que no soy más que las cenizas del viento, el polvo del tiempo. Tengo miedo. "Los últimos días de nuestros padres" (2010), Joël Dicker
Frases de "Los últimos días de nuestros padres" (2010) Frases de Joël Dicker