Libro publicado en 1980 por J. M. Coetzee como "Waiting for the barbarians"
Un día el Imperio decidió que los bárbaros eran una amenaza a su integridad, pese a no ser un peligro para nadie. Llegaron policías y militares, y torturaron, asesinaron y encarcelaron. Todo se cubrió de oscuridad.
El dolor es la verdad, todo lo demás está sujeto a duda.
Los imperios se condenan a vivir en la historia y a conspirar contra la historia. La inteligencia oculta de los imperios solo tiene una idea fija: cómo no acabar, cómo no sucumbir, cómo prolongar su era.
Un día el Imperio decidió que los bárbaros eran una amenaza.
Primero llegaron al pueblo fronterizo policías, que detuvieron sobre todo a quienes no eran bárbaros pero sí diferentes.
Después llegaron los militares. Muchos. Preparados para realizar heroicas campañas militares.
El viejo magistrado del lugar trató de hacerles ver con sensatez que los bárbaros habían estado desde siempre allí y nunca habían sido un peligro, que eran nómadas y no se les podría vencer en batallas campales, que las opiniones que tenían sobre ellos eran absurdas...
El magistrado solo logró la prisión y el pueblo, que había aclamado a los militares cuando llegaron, su ruina.
Muerte Tortura Alegoría Traición Apartheid Secuestro Persecución Colonialismo Imperio maligno Presos políticos Coacción totalitaria Terrorismo de Estado Dignidad del ser humano
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