
9 frases de El sida y sus metáforas (Aids and its metaphors) de Susan Sontag... Ensayo sobre esta terrible enfermedad, que suscita recriminaciones, anatemas religiosos y denuestos moralistas y tiene efectos sociales terribles.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Susan Sontag son: enfermedad, cáncer, sida, sufrimiento, paciente médico, uso de metáforas, historia de la medicina, prejuicios, fobias.
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Frases de El sida y sus metáforas Susan Sontag
01. (...) Esperaba convencer a los aterrados de que consultaran a un médico, o cambiaran un médico incompetente por otro, competente, que fuera capaz de cuidar adecuadamente de ellos.
02. Paciente significa aquel que padece, y etimológicamente viene de sufrimiento. No es el sufrimiento en sí lo que en el fondo más se teme, sino el sufrimiento que degrada.
03. Las metáforas militares contribuyen a estigmatizar ciertas enfermedades y, por ende, a quienes están enfermos. Precisamente, el descubrimiento de la estigmatización de los pacientes con cáncer me llevó a escribir La enfermedad y sus metáforas.
04. La finalidad de mi libro era calmar la imaginación, no incitarla. No dar significado, propósito tradicional de todo esfuerzo literario, sino privar de significado: aplicar esta vez esa estrategia quijotesca, altamente polémica, "contra la interpretación", al mundo real. Al cuerpo. Mi finalidad era, sobre todo, práctica.
05. El sida no tiene sólo el infeliz efecto de apuntalar el moralismo sexual, sino que fortalece además la cultura del interés propio, que en buena parte suele pasar por individualismo... El interés propio recibe ahora un nuevo aliento, como si se tratase de un gesto de simple prudencia médica.
06. La literatura sentimental y, de manera más convincente, los historiales clínicos de los médicos escritores han afirmado que la enfermedad puede ser no sólo una épica de sufrimiento sino la oportunidad de lograr algún tipo de trascendencia propia. Algunas enfermedades parecen adaptarse mejor a esta clase de meditación que otras.
07. Yo misma tuve cáncer, hace doce años, y lo que más me enfurecía -y me distraía de mi propio terror y desesperación ante el sombrío pronóstico de mis médicos- era ver hasta qué punto la propia reputación de la enfermedad aumentaba el sufrimiento de quienes la padecían.
08. Las personas que quieren ser modernas -y que ahora mismo es un proceso vigilado-. El esfuerzo por zafar a esta enfermedad, que tanta culpa y vergüenza despierta, de estos significados, de estas metáforas, es particularmente liberador, aun consolante. Pero no se ahuyenta a las metáforas con sólo abstenerse de usarlas. Hay que ponerlas en evidencia, criticarlas, castigarlas, desgastarlas.
09. Es muy deseable que determinada enfermedad, por la que se siente tanto pavor, llegue a parecer ordinaria. Aún la enfermedad más preñada de significado puede convertirse en nada más que una enfermedad. Sucedió con la lepra (...) y sucederá con el sida, cuando la enfermedad esté mucho mejor comprendida y sea, sobre todo, tratable... Tampoco la crisis creada por el sida es total. No nos está invadiendo. El cuerpo no es un campo de batalla. Los enfermos no son las inevitables bajas ni el enemigo, y cuando esta metáfora, la militar yo diría, parafraseando a Lucrecio: Devolvámosla a los que hacen la guerra