Frases del libro "Cuentas pendientes" de Vivian Gornick

Cuentas pendientes

Disfruta de estas 24 frases de "Cuentas pendientes"... Obra centrada en la relación entre la autora y ciertos libros que fueron fundamentales en su vida, y cuyas frases exploran conceptos como la feminidad, la veracidad de la memoria y la apreciación de la vida a través de la literatura.

Índice

Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en las frases y pensamientos de "Cuentas pendientes", de Vivian Gornick son: feminismo, alcanzar la plenitud, mujeres, libertad absoluta, memoria y trauma en la narrativa, proceso de creación literaria, emociones, escritos sobre literatura, transformación al escribir libros, amor por los libros, la vida y la literatura.

Frases de "Cuentas pendientes"

01. ¡Hace falta demasiado tiempo para escribir!


02. No sabes lo que significa no tener ninguna pared.


03. Las contradicciones de mi propia personalidad venían a diario a martirizarme.


04. (...) Si eliminamos todos los matices, nos queda solamente la vida animal; en otras palabras, la guerra.


05. El engaño de que estaba pisando suelo firme, cuando en realidad me encontraba siempre en continua caída libre.


06. La necesidad de autoprotección les exigió cultivar una distancia emocional que, a su debido tiempo, terminaría pasándoles una factura importante.


07. (...) Pero la libertad sin matices no es libertad ni es nada. Son los matices los que nos hacen actuar como seres humanos civilizados.


08. La incapacidad para verse a una misma fundamentalmente como trabajadora: ese era, lo entendí entonces, el dilema central en la existencia de toda mujer.


09. El truco, entendió, estaba en fijarse estrictamente en la experiencia real de una misma y buscar luego la forma de que la escritura se amoldara a ella.


10. La gran literatura, pensé entonces y sigo pensando, no es un registro de logro de la plenitud del ser, sino del obstinado esfuerzo que hacemos por conseguirla.


11. La idea de que los hombres, por naturaleza, se toman en serio sus cerebros, mientras que las mujeres, por naturaleza, no, es una creencia, no una realidad.


12. Sentirse mal pero sereno ante lo que deforma el espíritu es la norma mediocre; protestar con furia contra ello es convertirse en un instrumento del cambio revolucionario.


13. (...) Es más, solamente si nos entregábamos a la pasión romántica -esto es, al amor- sin reparos y sin garantía contractual, viviríamos una experiencia verdadera.


14. La vida me sonreía. Tenía discernimiento, y tenía compañía. Allá donde miraba, veía mujeres como yo viendo lo que yo, pensando lo que yo y diciendo lo que yo.


15. Como la mayoría de lectores, a veces creo que nací leyendo. No recuerdo época en que no haya tenido un libro en las manos y la cabeza abstraída del mundo que me rodea.


16. Se trata esta de una soledad que todos y cada uno hemos llevado siempre dentro, más inaccesible que las montañas heladas, más profunda que el mar de medianoche; la soledad del ser.


17. Y cuando escribo, sigo teniendo la esperanza de situar a mis lectores tras mis ojos, de que vivan el asunto como yo lo he vivido, de que lo sientan con la misma visceralidad que yo.


18. Qué perversamente circunstancial puede parecernos la vida cuando pensamos en la aparente aleatoriedad con la que recibimos de buen grado o repelemos sin dudarlo lo que resultará ser -o podría haber resultado ser- alguna de las relaciones más importantes de nuestra vida.


19. Qué extraordinaria, si nos paramos a pensarlo, esa necesidad acuciante de plegarnos a una forma que no es la nuestra, de racionalizar tomas y dacas de todo tipo, soportar una vida de placer y sufrimiento entremezclados, y todo con tal de no estar solos.


20. Sin embargo, por encima de todo lo demás, lo que procura la lectura es un alivio puro y duro del caos mental. A veces creo que me infunde por sí sola valor para vivir, y lo ha hecho desde mi más tierna infancia.


21. Leía siempre y con la única intención de sentir el poder de la Vida con mayúsculas, tal y como se manifestaba (y con qué emoción) en el combate del o la protagonista con esas fuerzas externas que escapaban a su control.


22. Ella entendía en profundidad: a saber, el miedo a sentir nos hace infligirnos mutuamente los pequeños homicidios contra el alma que anestesian el espíritu y marchitan el corazón; que reprimen el deseo y humillan el sentir; que hacen que la guerra sea electrizante y la paz temida.


23. ¿Qué significa al fin y al cabo la mezquina cuestión de la paternidad? Si te paras a pensar, ¿Qué importa que un niño sea de tu misma sangre o no? Todos los niños de nuestro tiempo son colectivamente hijos nuestros, de los adultos de este mismo tiempo; Así que tienen derecho a que los cuidemos en general.


24. No creo que en la vida me haya cuestionado tanto la motivación volátil del comportamiento de un ser vivo como lo hago cuando observo a mis gatas. Es algo que me pasa por la cabeza constantemente: ¿Por qué hacemos lo que hacemos cuando lo hacemos? ¿Por qué Gata Uno lame como una loca a Gata Dos por unos segundos y luego le hinca los dientes en el cuello, para acto seguido levantar la cabeza con una mirada que no puede ser más rencorosa e irse haciendo aspavientos como si la hubieran atacado a ella? Por qué, eso digo yo.

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