El orgasmo es un paroxismo; la desesperación, otro. El primero dura un instante; el segundo una vida. "Ese maldito yo" (1986), Emil Cioran
"Ese maldito yo" (1986) Frases de "Ese maldito yo" (1986) Frases de Emil Cioran
Escribir es como hacer el amor. No te preocupes por el orgasmo, preocúpate del proceso.
Mirado desde la sensación del orgasmo que se logra, una mujer parece quemar con gloria angelical.
El orgasmo es el gran comedor de palabras. Sólo permite el gemido, el aullido, la expresión infrahumana, pero no la palabra.
Escribir un poema se parece a un orgasmo: mancha la tinta tanto como el semen, empreña también más en ocasiones.
Al sexo sólo le ponen objetivo los que pretenden algo. Ni siquiera el orgasmo y muchísimo menos la penetración son un objetivo digno del sexo.
El rasgo del orgasmo es temporal: es la pérdida de la conciencia de la duración.
(...) Ese ser prodigioso que se debatía sonriente en medio de su propio aniquilamiento como en un océano de goce, como en un orgasmo interminable.
En el principio era el orgasmo, la utopía renovable a diario.
Dibujar es a veces estar a la caza de hallazgos: ¡Una línea justa es un orgasmo!
Muchos momentos en la escritura son un verdadero orgasmo. Escribir es un acto sexual, y más en mi caso, que escribo a mano, con plumas y tintas japonesas, en cuadernos japoneses de papel de seda. Es mi único lujo.
Una erección es un pensamiento y el orgasmo de un acto de la imaginación.