El mimo es teatro profundo responsabilizando al cuerpo y al movimiento a una máxima dificultad para hacer visible lo invisible. El mimodrama es gramática y lenguaje en el silencio de los mimos.
En un mimodrama no podemos tener un tren pero podemos imitar el paso de un tren; es un juego constante entre lo visible y lo no visible. Y cuando estoy solo en escena hay una especie de magia porque el público ve aparecer a los personajes. Si no logramos transmitir esta magia, el público no lo puede ver.