Fue un fracaso total; la mayor tragedia de mi vida. Desde el primer día me di cuenta de que yo no iba a ser médico.
Nunca mientas a tu médico, confesor, ni abogado.
Hasta hace poco era médico, ahora Diaulo es enterrador; lo que hace de enterrador también lo había hecho de médico.
Frases de Marco Valerio Marcial
No fuera menor; y en suma si no queréis sea mi pluma la azada de vuestra huesa, no me tengáis más en calma, que del cuerpo es quien os cura tan confesor, como el cura es el médico del alma.
Ante el médico uno sólo puede ser paciente. "Ideas vagas, sentimientos claros" (2005), Jorge González Moore
Frases de "Ideas vagas, sentimientos claros" (2005) Frases de Jorge González Moore
Un médico inteligente sólo debe aceptar enfermos leves.
Frases de Enrique jardiel Poncela
Para el médico, curar es una forma de vida. "El libro de los cinco anillos" (1645), Miyamoto Musashi
"El libro de los cinco anillos" (1645) Frases de "El libro de los cinco anillos" (1645) Frases de Miyamoto Musashi
El mejor para el médico, lo mismo que para el enfermo: la certidumbre.
De nuevo empezaron los lamentos desgarradores, los típicos "gritos hidro-cefálicos", a cuya impresión dolorosa sólo el médico es capaz de resistir, precisamente porque los reconoce como un fenómeno típico. Lo típico deja frío, sólo lo individual es capaz de trastornarnos. Así se explica la ecuanimidad de la conciencia ante el dolor. "Doktor Faustus" (1947), Thomas Mann
El médico apoyó las manos en sus sienes y tanteó suavemente con los dedos. - ¿Se siente confusa? -El amor y el matrimonio me confunden, pero no es por eso por lo que me duele la cabeza. "Un lugar llamado libertad" (1995), Ken Follett
Frases de "Un lugar llamado libertad" (1995) Frases de Ken Follett
Un filósofo médico, como a bien tiene usted llamarme, dado a elaborar teorías con ayuda de casos que él mismo busca, casos que observa y analiza con más tiempo y autoridad y, en consecuencia, con mucha mayor minuciosidad que un practicante común y corriente, sin darse cuenta adquiere el hábito de la observación, el cual va con él a todo sitio y el cual ejerce, como dirían algunas personas, con impertinencia en todo material que presente una mínima probabilidad de recompensar la investigación.
Si os encontráis con un doctor de moda, observadlo atentamente, desde una prudente distancia, antes de confiaros a él. Quizá sea un buen médico, pero en muchísimos casos no lo es. En primer lugar, porque invariablemente está demasiado ocupado para escuchar con paciencia vuestra larga historia. En segundo lugar, porque está inevitablemente destinado a convertirse en un snob si no lo es ya; a dejar pasar a la condesa antes que a vosotros, a examinar el hígado del conde con más atención que el de su criado, a ir a la Garden Party de la Embajada británica en vez de visitar a vuestro hijo menor, cuya tos ferina se agrava. Y en tercer lugar, porque, a menos que tenga muy sano el corazón, pronto demostrará indudables señales de un endurecimiento precoz de aquel órgano y se volverá indiferente e insensible a los padecimientos ajenos, como la gente ávida de placeres que le rodea. Sin piedad no se puede ser buen médico. "La historia de San Michele" (1929), Axel Munthe
"La historia de San Michele" (1929) Frases de "La historia de San Michele" (1929) Frases de Axel Munthe