Nos hemos vuelto pobres. Hemos ido perdido uno tras otro pedazos de la herencia de la humanidad; a menudo hemos tenido que empeñarlos a cambio de la calderilla de lo "actual" por la centésima parte de su valor. Nos espera a la puerta la crisis económica, y tras ella una sombra, la próxima guerra.
Debido a que mi madre era contraria a que me convirtiera en artista, emocionalmente empecé a ser muy inestable y sufrir crisis nerviosas. Fue desde entonces que empecé a recibir tratamiento psiquiátrico. Al traducir el miedo de las alucinaciones en las pinturas, estuve tratando de curar mi enfermedad. Mi arte mantiene una estrecha relación con mi salud mental.
En la primera fase de nuestra aventura, cuando, como se ha dicho, nuestros poderes de exploración telepática no se habían desarrollado aún totalmente, los mundos en que entrábamos estaban en el umbral de la misma crisis espiritual que habíamos conocido tan bien en nuestros propios planetas. Esta crisis, entendí, tenía dos aspectos. Era a la vez un momento de la lucha del espíritu, que intentaba llegar a una verdadera comunidad mundial, y una etapa en la larga tarea de alcanzar la actitud espiritual correcta, finalmente apropiada, hacia el Universo.
La fuerza motora de la crisis es el impulso hacia la libertad, la fuga recíproca del capital y del antitrabajo, la repulsión mutua del capital y de la humanidad. El primer momento de la revolución es puramente negativo.
Nosotros, que no explotamos y no queremos explotar, nosotros que no tenemos poder y no queremos tenerlo, nosotros que todavía queremos vivir una vida humana, nosotros que somos los sin rostro y sin voz: nosotros somos la crisis del capitalismo. La teoría de la crisis no sólo es una teoría del miedo sino también una teoría de la esperanza.
La crisis es el mejor catalizador para el aprendizaje. "A la orilla del camino" (2013), Jorge González Moore
Frases de "A la orilla del camino" (2013) Frases de Jorge González Moore
Los grandes acontecimientos históricos son producto de las crisis.
Éste es el requisito para que la guerra pueda tener un final satisfactorio: que la crisis en el campo enemigo estalle antes de que nosotros hayamos caído.
Ferrari siempre vive en crisis, de pesimismo si pierde y de optimismo si gana.
De las peores crisis –no las económicas, claro, sino las personales- siempre salen personas mucho más interesantes.
El mejor momento de la historia es cuando todo se colapsa porque significa que algo nuevo está a punto de nacer.
Cuando más profundamente desconcertado usted ha estado en su vida, es cuanto más receptiva ha estado su mente a nuevas ideas.