Cordero de dios que lavas los pecados del mundo, dime cuántas manzanas hay en el paraíso terrenal.
Reparad en ese pato que corre. Reparad en aquel cordero que trisca. Reparad esa cerca que huyen los animalitos.
Frases de Roberto Fontanarrosa
Hónrese cada uno con lo que le pertenece.
Corderos desfigurados reflejan en sus ojos las vueltas de las estrellas y los viejos molinos.
El lobo se vestía con piel de cordero y el rebaño consentía el engaño. "El último hombre" (1826), Mary Shelley
Quien se allana ante todo, y todo soporta dulcemente, debe ser cordero y león, en un único ser.
Si las musas se llevan de premio una oveja, obtendrás tú de galardón un cordero amamantado en la majada; si a ellas les place tomar el cordero, te llevarás tú después la oveja.
La cena era picadillo de cordero y pan con mantequilla; como podrán imaginar, con el hambre que tenía enseguida di buena cuenta del refrigerio. Mientras comía, se oyeron las lentas campanadas del reloj que yo había oído antes, dando las nueve y media. "Falsa identidad" (2002), Sarah Waters
"Falsa identidad" (2002) Frases de "Falsa identidad" (2002) Frases de Sarah Waters
El mismo lobo tiene momentos de debilidad, en que se pone del lado del cordero y piensa: Ojalá que huya. "Guirnalda con amores" (1959), Adolfo Bioy Casares
Frases de "Guirnalda con amores" (1959) Frases de Adolfo Bioy Casares
Si otras cosas os grita la codicia, ¡Sed hombres, y no ovejas insensatas, para que no se burlen los judíos! ¡No hagáis como el cordero que abandona la leche de su madre, y por simpleza, consigo mismo a su placer combate! Así me habló Beatriz tal como escribo; luego se dirigió toda anhelante a aquella parte en que el mundo más brilla. "La divina comedia" (1293), Dante Alighieri
"La divina comedia" (1293) Frases de "La divina comedia" (1293) Frases de Dante Alighieri
Hay muchos casos en que la entrada es de león y la salida es de cordero. "Ensayo sobre la lucidez" (2004), José Saramago
Frases de "Ensayo sobre la lucidez" (2004) Frases de José Saramago
Supongo que seguiré amando, a una tras otra, de esta manera, pero siempre con la rémora de June, que las niega a todas y me prueba cuán insignificantes son las demás. Dios, si June comprendiera tan sólo lo grande que es mi pasión por ella. En ese caso, nunca podría sentir celos. Me irrita verla celosa. Es como si te colgaran por ser lobo, siendo apenas un cordero o un conejo. "Cartas a Anaïs Nin" (1981), Henry Miller
Frases de "Cartas a Anaïs Nin" (1981) Frases de Henry Miller