No hay más calma que la engendrada por la razón.
La vida es como un viaje por la mar: hay días de calma y días de borrasca; lo importante es ser un buen capitán de nuestro barco.
Tome las cosas con calma, porque si las comienza a tomar seriamente, llegan a su fin.
Abismos donde el día lucha con su sombra. Pesos que levitan. Calma que se derrumba.
En el intervalo que separa dos deseos reina la calma. Es el momento de libertad de todos los pensamientos, el amor o el odio.
La vida será tuya si sabes que es ajena, que es igual ser montaña que ser grano de arena, pues la calma del justo vence el furor del bravo.
Y a mi pecho volvieras la calma que otro tiempo gozó placentero, y hoy le niega el destino severo insensible a las penas del alma.
No me agrada esta calma, este silencio muerto, sin carne, puro hueso.
Cuando el mar está en calma todo el mundo puede ser timonel.
Cosa por demás sabida es que el esperar no agrada, pero el que más se apresura no es el que más trecho avanza, que para hacer ciertas cosas se requiere tiempo y calma.
¡Vive en paz, pasa la vida en calma!
Y en la dulcísima calma, de tu armónico embeleso, sentirás el tierno beso...De quien por vida te ama.