Para el filósofo británico Watts, hay que considerar al amor como un espectro, ya que no hay solamente amor espiritual o pasional, o amor bueno o malo: "todos son formas de la misma energía, tú debes tomarlo y dejar que crezca donde lo encuentres... El prerrequisito inicial es dejar que haga lo suyo".
Compartimos esta selección de frases de Alan Watts que hablan sobre las cosas que despiertan este sentimiento.
01.Todo el mundo puede amar, pero el amor solo puede salir al exterior cuando uno se convence de la imposibilidad y la frustración de intentar amarse a sí mismo. Esta convicción no se adquiere por medio de condenas, a través del odio a uno mismo y de insultar al amor propio; solo se adquiere con la conciencia de que uno carece de un yo al que amar.La sabiduría de la inseguridad
02.(...) Esta es la actitud común del hombre hacia muchas de las cosas que ama, pues la mayor parte de la actividad humana tiene el propósito de hacer permanentes esas experiencias y alegrías que inspiran afecto porque son cambiantes. La música es una delicia debido a su ritmo y su flujo, pero en cuanto detenemos el flujo y prolongamos una nota o acorde más allá de su tiempo, el ritmo se destruye. Dado que la vida, de modo similar, es un proceso que fluye, el cambio y la muerte son sus partes necesarias. Esforzarse por su exclusión es esforzarse contra la vida.La sabiduría de la inseguridad
03.Hay, pues, dos maneras de comprender una experiencia. La primera es compararla con los recuerdos de otras experiencias, y así nombrarla y definirla. Esto es interpretarla de acuerdo con lo muerto y el pasado. La segunda es tener conciencia de ella tal como es, como cuando, en la intensidad de la alegría, nos olvidamos del pasado y el futuro, dejamos que el presente lo sea todo y ni siquiera nos detenemos a pensar: "Soy feliz". Ambas maneras de comprender tienen su utilidad, pero corresponden a la diferencia entre conocer una cosa mediante palabras y conocerla inmediatamente. Un menú es muy útil, pero no puede sustituir a la cena. Una guía es un instrumento admirable, pero difícilmente puede compararse con el país que describe.La sabiduría de la inseguridad
04.El amor es el principio organizativo y unificador que hace del mundo un universo y de la masa desintegrada una comunidad.La sabiduría de la inseguridad
05.No podemos comparar la alegría con el pesar. La comparación solo es posible por la misma alternancia rápida de dos estados mentales, y no es posible pasar de uno a otro entre los sentimientos genuinos de alegría y tristeza, con la facilidad con que la mirada puede pasar de un gato a un perro. El pesar solo puede compararse con el recuerdo de la alegría, lo cual no es en modo alguno lo mismo que la alegría en sí.La sabiduría de la inseguridad
06.Sentir que la vida carece de sentido a menos que "Yo" pueda ser permanente, es como haberse enamorado desesperadamente de un centímetro.La sabiduría de la inseguridad
07.Los maestros zen son muy humanos. Se enferman y mueren; conocen alegrías y tristezas; tienen rabietas y otras pequeñas "debilidades" del carácter como cualquier otro, y no están libres de enamorarse y tener una relación plenamente humana con el sexo opuesto. La perfección del Zen consiste en ser perfecta y simplemente humano.El camino del Zen
08.El amor es un acto de entrega a otra persona; es el abandono total. En el amor uno se da a sí mismo, se deja ir diciendo: "me entrego a ti. Tómame, y haz o que quieras conmigo". Para mucha gente esto resulta una locura porque significa perder el control, y toda la gente sensible quiere mantener el control. Así pues, ¿Es algo sensible encontrar seguridad mediante la vigilancia, la policía y guardias? En realidad la sabiduría nos dice que lo que es realmente sensible es dejarse ir, entregarse, darse; y eso está considerado una locura. Es así como llegamos a la extraña conclusión de que en la locura reside la cordura.La vida como juego
09.Me gustaría entrar en la discusión de una particularmente virulenta y peligrosa forma de locura divina llamada "enamorarse", que, desde un punto de vista práctico, es una de las cosas más insensatas que pueden llegar a hacerse, o que pueden suceder. A los ojos de una mujer o un hombre dado, la otra persona, que para todos los demás es alguien perfectamente normal y ordinario, puede aparecer como un dios o diosa encarnados.La vida como juego
10.Para gozar de placeres intensos, también hemos de soportar intensos dolores. (...) Cuanto más capaces somos de amar a otra persona y gozar de su compañía, mayor debe ser nuestro dolor por su muerte o su separación. Cuanto más se aventura en nuestra experiencia el poder de la conciencia, mayor es el precio que hemos de pagar por su conocimiento.La sabiduría de la inseguridad
11.Cuanto más capaces somos de experimentar placer, tanto más vulnerables somos al dolor y, ya sea en segundo término o en primer plano, el dolor siempre nos acompaña.La sabiduría de la inseguridad
12.Nuestro tiempo es una era de frustración, ansiedad, agitación y adicción a los narcóticos. De alguna manera hemos de aferramos a lo que podamos mientras podamos, e ignorar el hecho de que todo es fútil y carente de sentido. A esta manera de narcotizarse la llamamos nuestro alto nivel de vida, una estimulación violenta y compleja de los sentidos, que nos hace progresivamente menos sensibles y, así, necesitados de una estimulación aún más violenta. Anhelamos la distracción, un panorama de visiones, sonidos, emociones y excitaciones en el que debe amontonarse la mayor cantidad de cosas posible en el tiempo más breve posible.La sabiduría de la inseguridad
13.No es posible comprender la vida y sus misterios mientras uno trate de aferrarla.La sabiduría de la inseguridad
14.Este es, pues, el problema humano: hay que pagar un precio por cada aumento de la conciencia. No podemos ser sensibles al placer sin ser más sensibles al dolor. Recordando el pasado podemos planear para el futuro, pero la capacidad de planear está compensada por la "capacidad" de temer el dolor y lo desconocido. Además, el crecimiento de una intensa sensación del pasado y del futuro se corresponde con una vaga sensación del presente. En otras palabras, parece que llegamos a un punto en el que las ventajas de ser conscientes son superadas por sus desventajas, en el que una sensibilidad extrema hace que no nos podamos adaptar.La sabiduría de la inseguridad
15.Uno de los placeres más elevados es ser más o menos inconsciente de la existencia propia, estar absorto en vistas, sonidos, lugares y personas interesantes. A la inversa, uno de los mayores dolores es la conciencia de uno mismo, no sentirse absorbido y verse separado de la comunidad y el mundo circundante.La sabiduría de la inseguridad
16.Estimulamos nuestros órganos sensoriales hasta que se vuelven insensibles, de modo que para que continúe el placer, los estimulantes deben ser cada vez más fuertes. El cuerpo se defiende enfermando a causa de la tensión, pero el cerebro quiere seguir adelante sin detenerse. El cerebro va en busca de la felicidad, y como al cerebro le interesa mucho más el futuro que el presente, concibe la felicidad como una garantía de un futuro de placeres indefinidamente largo. Sin embargo, el cerebro también sabe que carece de un futuro indefinidamente largo, por lo que, para ser feliz, debe procurar la acumulación de todos los placeres del Paraíso y la eternidad en el espacio de unos pocos años. Este es el motivo de que la civilización moderna sea, en casi todos los aspectos un círculo vicioso. Tiene apetitos insaciables porque su forma de vida la condena a una frustración perpetua.La sabiduría de la inseguridad
Esta recopilación de citas fueron tomadas de los siguiente libros: