Frases de Zen en el arte de escribir

Zen en el arte de escribir

16 frases de Zen en el arte de escribir (Zen in the art of writing) de Ray Bradbury... Once exuberantes ensayos sobre el placer de escribir por uno de los más imaginativos y prolíficos autores del siglo XX, un escritor que disfruta en verdad de su oficio y nos explica por qué y cómo.

Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Ray Bradbury son: escritura creativa, sobre el oficio de escribir, placer de leer, importancia de la creatividad, verdadera felicidad, libros sobre libros, amor por los libros, ciencia ficción, inspiración.

Frases de Ray Bradbury Libros de Ray Bradbury

Frases de Zen en el arte de escribir Ray Bradbury

01. La trama se descubre después de los hechos, no antes.


02. Recuerden: la trama no es sino las huellas que quedan en la nieve cuando los personajes ya han partido rumbo a destinos increíbles.


03. Si el arte no nos salva, como desearíamos, de las guerras, las privaciones, la envidia, la codicia, la vejez ni la muerte, puede en cambio revitalizarnos en medio de todo.


04. Te dejo dones del Destino más oculto; no busques uno ajeno, pues entonces no habrá tumba en donde quepa tu aflicción ni distancia suficiente para ocultar tu pérdida.


05. Todas las mañanas salto de la cama y piso una mina. La mina soy yo. Después de la explosión, me paso el resto del día juntando los pedazos.


06. Debemos alzar las armas cada día, sin excepción, sabiendo quizá que la batalla no se puede ganar del todo, y que debemos librar, aunque más no sea, un flojo combate. Al final de cada jornada el menor esfuerzo significa una especie de victoria.


07. Es mi opinión que para conservar a una Musa, primero hay que ofrecerle comida. Cómo se alimenta algo que todavía no está ahí es un poco difícil de explicar. Pero vivimos en un clima de paradojas. Una más no debería hacernos daño.


08. Me guiaban las ideas. Cuanto más hacía, más quería hacer. Uno se vuelve voraz. Le entran fiebres. Conoce júbilos. De noche no puede dormir porque la criatura bestial quiere asomar y hace que uno se revuelva en la cama. Es un magnífico modo de vivir.


09. ¿Qué piensa usted del mundo? Usted, prisma, mide la luz del mundo; ardiente, la luz le pasa por la mente para arrojar en papel blanco una lectura espectroscópica diferente de todas las demás. Que el mundo arda a través de usted. Proyecte en el papel la luz rojo vivo del prisma.


10. La vida es corta, la desdicha segura, la muerte cierta. Pero entretanto, en su trabajo, ¿Por qué no transportar esas hinchadas vejigas con las etiquetas de garra y entusiasmo? Con ellas, en viaje hacia la tumba, yo me propongo azotar a un espantajo, acariciar el peinado de una linda chica y saludar a un muchacho subido a un caqui.


11. Volví a coleccionar Buck Rogers. Desde entonces he sido feliz. Porque así empecé a escribir ciencia ficción. Desde aquella vez nunca le he prestado atención a nadie que criticara mi gusto por los viajes espaciales, las barracas de feria o los gorilas. Cuando esto ocurre, meto mis dinosaurios en el bolso y me voy de la habitación.


12. Recuerden que una cosa es escoger un campo de escritura y otra muy diferente someterse dentro de ese campo. Si su gran amor es el mundo del futuro, parece adecuado que gaste su energía en la ciencia ficción. La pasión lo protegerá contra todo sometimiento, o una imitación excesiva. No hay campo malo para un escritor.


13. ¿Y qué se aprende escribiendo? preguntarán ustedes. Primero y principal, uno recuerda que está vivo y que eso es un privilegio, no un derecho. Una vez que nos han dado la vida, tenemos que ganárnosla. La vida nos favorece animándonos y pide recompensas. (...) Segundo, escribir es una forma de supervivencia. Cualquier arte, cualquier trabajo bien hecho lo es, por supuesto.


14. Ahí está el gran secreto de la creatividad. A las ideas hay que tratarlas como a los gatos: hacer que ellas nos sigan. Si usted intenta acercarse a un gato y levantarlo el animal no lo dejará. Tiene que decirle: "Bueno, vete al diablo". Entonces el gato se dirá: "Un momento, éste no se parece a la mayoría de los humanos". Y luego, por curiosidad, se pondrá a seguirlo: "Vaya, ¿A ti qué te pasa que no me quieres?".


15. Pensar en Shakespeare y Melville es pensar en truenos, relámpagos, viento. Todos conocían el gozo de crear en formas amplias o reducidas, en telas ilimitadas o estrechas. Son los hijos de los dioses. Sabían divertirse trabajando. No importaba si de vez en cuando crear era difícil, qué tragedias o enfermedades les afectaban la vida más íntima. Las cosas importantes son las que nos llegaron de sus manos y sus mentes, y están llenas a reventar de vigor animal y vitalidad intelectual.


16. A lo largo de la vida, ingiriendo comida y agua, construimos células, crecemos y nos volvemos más grandes y sustanciosos. Lo que no era, ahora es. El proceso no se puede detectar. Sólo se percibe a intervalos. Sabemos que está sucediendo, pero no muy bien cómo ni por qué. De modo parecido, a lo largo de la vida nos llenamos de sonidos, visiones, olores, sabores y texturas de personas, animales, paisajes y acontecimientos grandes y pequeños. Nos llenamos de impresiones y experiencias y de las reacciones que nos provocan. Al inconsciente entran no sólo datos empíricos sino también datos reactivos, nuestro acercamiento o rechazo a los hechos del mundo. De esta materia, de este alimento se nutre La Musa.

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