
29 frases de Volver a verte (Vous revoir) de Marc Levy... Los padres de Lauren le hicieron prometer a Arthur que jamás volvería a verla. Sin embargo, no ha conseguido olvidar al gran amor de su vida. Ahora el destino hará que se reencuentren... ¿Para siempre?.
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Frases de Volver a verte Marc Levy
01. Hay momentos que tienen cierto sabor a eternidad.
02. No se protege a una persona con una mentira.
03. La soledad es un jardín donde no crece nada.
04. El talento se expresa a menudo en la espontaneidad de lo imprevisto.
05. Había tristeza en su mirada, estrellas de dolor con cierto sabor a sal.
06. Los sueños más locos se escriben con la tinta del corazón.
07. El hombre sólo inventa la eternidad de su existencia en los sentimientos que comparte.
08. Si la vida fuese como un largo sueño, los sentimientos serían su orilla.
09. Odio a toda esta gente que merodea, riéndose por nada y divirtiéndose con todo.
10. Hay penas de amor que el tiempo nunca borra y que dejan en las sonrisas cicatrices imperfectas.
11. Basta con dejar de creer un solo segundo para que el sueño se rompa en mil pedazos.
12. Es fácil amar a alguien cuando no se le puede alcanzar: así no se corre ningún riesgo.
13. ¿Alguna vez has convencido a un árbol de que se haga de noche para dejar paso a los pájaros?
14. Curiosamente, a menudo nos enfadamos con la persona que nos cuenta una verdad difícil de escuchar, o imposible de creer.
15. Vivimos el principio de una historia, y ella fue como una promesa que la vida no mantuvo; pero yo siempre mantengo mis promesas.
16. (...) Uno se despierta una mañana y el peso del pasado ha desaparecido como por encantamiento. No te imaginas hasta qué punto te sientes ligero.
17. No es solamente el lugar al que uno va lo que da un sentido a la vida, sino también la manera de llegar allí.
18. La confianza es lo más precioso que hay en este mundo, y también lo más frágil. Sin ella, nada es posible.
19. Qué bonita es la mujer que tengo delante, con su cola de caballo, sus pómulos y sus ojos chispeantes. Apenas me mira. Desear no es ningún crimen.
20. - ¿Sigues pensando en ella? -A veces. - ¿A menudo? -Un poco por la mañana, un poco a mediodía, un poco por la tarde y un poco por la noche.
21. A fuerza de cerrar los ojos ante lo que les rodea, algunos se vuelven ciegos sin darse cuenta siquiera. Yo me conformé con aprender a ver, incluso en la oscuridad.
22. - ¿Y puede uno mantenerse fiel a alguien durante todo ese tiempo? -Si ese alguien es la mujer de tu vida, vale la pena, ¿No? - ¡Así que no está soltero! -En mi corazón, no.
23. Hoy he tenido un ensueño muy extraño. Y desde que me he despertado, sueño con volver a él, sin saber por qué ni cómo hacerlo. Me gustaría volver a verte, allá donde duermes...
24. ¿Cómo imaginar entonces que podamos deshacernos del amor que nos une a nuestros padres? Perdemos un tiempo absurdo sin decirles que los queremos, para acabar dándonos cuenta, después de su muerte, de cuánto los echamos de menos.
25. Sé lo que estás pensando. La verdad está en otra parte, el miedo es plural. Me hizo falta tiempo para admitir que tuve miedo de no saber conducirla hasta el final de mis sueños; miedo de no estar a su altura; miedo de no querer realizarlos; miedo, finalmente, de no ser el hombre que ella esperaba; miedo de admitir que ella me había olvidado.
26. Me marché a vivir al extranjero para alejarme de ella. Pero no hay distancia lo bastante grande cuando se ama a alguien. Bastaba con que una mujer en la calle se le pareciera para que yo creyera que la veía; o que mi mano garabatease su nombre en una hoja de papel para hacerla aparecer; que cerrara los ojos para ver los suyos, o que me encerrara en el silencio para oír su voz.
27. - ¿Sigues pensando en ella? -Preguntó Paul. Por toda respuesta, Arthur bajó la ventanilla; Un viento tibio entró en el automóvil. Paul dio unos golpecitos en el retrovisor, como si fuese a probar un micro. - Uno, dos, uno, dos, tres. Ah, sí, funciona; Espera, lo intentaré de nuevo... ¿Sigues pensando en ella? - A veces -contestó Arthur. - ¿A menudo? - Un poco por la mañana, un poco a mediodía, un poco por la tarde y un poco por la noche.
28. -Entonces, ¿Por qué rompió con aquella mujer a la que tanto echa de menos? ¿Por algunas incompatibilidades? -Digamos que pasamos muy cerca el uno del otro. Yo fui tan sólo un inquilino de esa felicidad y ella no pudo renovar mi contrato. - ¿Cuál de los dos rompió? -Ella me dejó y yo la dejé partir. - ¿Por qué no luchó? -Porque la lucha le habría hecho daño. Se trataba de una pregunta que había que plantearle a la inteligencia del corazón. Anteponer la felicidad del otro en detrimento de la propia es un hermoso motivo, ¿No?
29. Te busqué por todas partes, incluso las más lejanas. Te encontré, y esté donde esté, siempre me duermo con tu mirada. Tu carne era mi carne. Con nuestras mitades habíamos inventado promesas; juntos, éramos nuestros mañanas. Desde ahora, sé que los sueños más locos se escriben con la tinta del corazón. He vivido allí donde los recuerdos se construyen entre dos, al abrigo de las miradas, en el secreto de una sola confidencia donde tú aún reinas...No siento ira ni arrepentimiento. Los momentos que tú me has dado llevan un nombre: la maravilla. Todavía lo llevan, y están hechos de tu eternidad. Incluso sin ti, nunca más volveré a estar solo, ya que tú existes en algún lugar.