Frases de Ojalá fuera cierto

Ojalá fuera cierto

41 frases de Ojalá fuera cierto (Et si c'était vrai) de Marc Levy... Una historia de amor más allá de la muerte. Lauren lleva meses en coma, sin responder. Arthur se muda al departamento de Lauren, que de alguna manera sigue estando allí. ¿Qué pasará entre ellos?.

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Frases de Ojalá fuera cierto Marc Levy

01. Tenemos que grabar nuestros recuerdos, congelar estos instantes.


02. El mar sostiene la mirada; la tierra, nuestros pies.


03. Las lágrimas arrastran los sufrimientos lejos de la pena.


04. El pasado es el que es, no tiene vuelta de hoja.


05. El tiempo cura todas las heridas, aunque nos deje algunas cicatrices.


06. ¿No te he enseñado que la peor mentira es mentirse a uno mismo?


07. Cuando se da de lo poco que se tiene es cuando se da de verdad.


08. El riesgo de amar es amar tanto los defectos como las cualidades, porque son indisociables.


09. El tiempo parece tomárselo con calma y estirarse de repente como en un largo bostezo.


10. Le describió cómo, tras sus ojos abiertos, la había sentido luchar, negarse a irse.


11. Ella era toda mi vida. - No, jovencito, tu vida está ante ti, no en tus recuerdos.


12. Al final de aquel viaje le esperaba otro despertar. El de muchos recuerdos dormidos durante mucho tiempo.


13. Hay que saber aceptar la muerte cuando se nos impone. Nosotros no somos dioses ni responsables del destino.


14. Te quiero, has sido mi razón de vivir, y sé cuánto me quieres tú también.


15. Porque mientras se calcula, mientras se analizan los pros y los contras, la vida pasa y no ocurre nada.


16. Para él no era un error conservar dentro de sí una parte de infancia, una parte de sueño.


17. ¡Cada cual tiene su mundo! La cuestión está en hundir las raíces en la tierra que nos es favorable.


18. Los padres son montañas que uno se pasa la vida escalando, sin saber que un día nosotros representaremos su papel.


19. El mañana es un misterio para todo el mundo, y ese misterio debe provocar risa y deseo, no miedo ni rechazo.


20. Da la impresión de que no te preocupan los problemas. - Porque me gusta buscar soluciones, por eso no me asustan los problemas.


21. Tuve miedo del orden establecido, miedo de volver a empezar, miedo de que no funcionara, miedo de que todo fuese un sueño.


22. Tú has sido toda mi vida, toda mi razón de vivir, lo más hermoso y lo más extraordinario que me ha sucedido.


23. Todo es posible -había dicho-. No somos dioses, no lo sabemos todo. -Y había añadido-: el coma profundo es un misterio para la medicina.


24. No hay nada más sagrado que la vida, y si se mantiene en contra del sentido común, es una señal que hay que interpretar.


25. Voy a creerme la historia porque eres mi amigo y no me dejas elección. Si la amistad no es compartir todos los delirios, entonces, ¿Qué es?


26. - ¿Cuánto tiempo hace que nos conocemos, George? -Es una de esas preguntas que no hay que hacerse nunca, preciosa. - ¿Porqué? - ¡Cuando se ama no se cuenta!


27. El valor es patrimonio de quienes actúan bien o lo mejor posible en el momento en que hay que actuar, sin calcular las consecuencias que de ello se puedan derivar.


28. Nadie es propietario de la felicidad. A veces se tiene la suerte de ser inquilino, pero hay que ser muy cumplidor en el pago del alquiler, porque de lo contrario te desalojan enseguida.


29. Arthur, la duda y la elección que la acompaña son las dos fuerzas que hacen vibrar las cuerdas de nuestras emociones. Recuerda que sólo cuenta la armonía de esa vibración.


30. Vivir el instante presente, al menos por una vez sin planear, ocultando el mañana. Sin pensar en nada más que en lo que sucede. La teoría de los segundos, como ellos decían.


31. ¿Cambia las cosas el hecho de que sea guapa y médico? Hubiera podido ser fea y trabajar en un supermercado. Es el destino, tú no puedes hacer nada para evitarlo, le había llegado la hora.


32. Ya no hacía falta que fingiera discreción, podía escuchar las conversaciones de unos y otros, ver lo invisible, oír lo inaudible, estar donde no tenía derecho a estar... nadie la oía.


33. Si supieras lo vacía que me deja la idea de no volver a verte por la mañana cuando abras los ojos, de no volver a oír el sonido de tu voz cuando me llames...


34. Me gusta lo que hago y me gustan las personas con las que trabajo. - ¿Es tu jardín secreto? -No. Un jardín no tiene nada de secreto; un jardín es todo lo contrario, es un don.


35. La vida es maravillosa, Arthur; nos damos cuenta cuando se retira de puntillas, pero se saborea con el apetito de todos los días. En determinados momentos nos hace dudar de todo, pero tú no te rindas nunca, mi vida.


36. Acababa de sonar el pequeño despertador que había sobre la mesita de noche de madera clara. Eran las cinco y media, y una luz dorada que sólo esparcen los amaneceres de San Francisco bañaba la habitación.


37. Gracias otra vez -- Arthur, sacando la cabeza por la ventanilla. - Los amigos están para eso. A lo mejor yo te necesito a ti a fin de mes para ir a la montaña a cortarle las uñas a un oso gris.


38. Lo importante es vivir lo esencial, y cada uno considera "esencial" una cosa. - Desearía que el cielo te escuchase en lo que a mí respecta, porque lo que yo considero "esencial" todavía está por venir. - Por eso es "esencial" que no abandonemos. Vamos a volver y a seguir trabajando.


39. A la felicidad no se accede con las yema de los dedos. O eres donante o eres receptor. Yo doy antes de recibir, pero he tachado definitivamente a los egoístas, los enrevesados y los que son demasiado mezquinos de corazón como para proporcionarse los medios que exigen sus deseos y sus esperanzas.


40. Identificar la felicidad cuando está a los pies de uno, tener el valor y la determinación de agacharse para tomarla entre los brazos... Y conservarla. Eso es la inteligencia del corazón. La inteligencia a secas, prescindiendo de la del corazón, no es más que lógica, y eso no es gran cosa.


41. La vida es mágica, Arthur, y hablo con conocimiento de causa, porque desde que sufrí el accidente saboreo el premio que es cada instante. Así que, por favor, aprovechemos todos estos segundos que nos quedan. Arthur la tomó entre sus brazos y le susurró al oído: - cada segundo contigo cuenta más que cualquier otro segundo.

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