
11 frases de Usted puede ser feliz (How to stubbornly refuse to make yourself miserable about anything: yes, anything) de Albert Ellis... La irritación, la ansiedad y la depresión no son necesarias... Somos nosotros mismos quienes creamos nuestros propios sentimientos y reacciones.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Albert Ellis son: prejuicios, formación de la personalidad, libertad de elección, sentido de la vida, determinación, vencer los miedos, obsesión, aceptar las derrotas, ansiedad, depresión, neurociencia, emociones, psicología.
Frases de Usted puede ser feliz Albert Ellis
01. Tu valía como persona no depende de tus éxitos o fracasos, ni tampoco de que recibas o no el cariño de los demás.
02. Las valoraciones extremas, junto a los sentimientos que se derivan de ellas, son muy poco realistas y breves. ¡A no ser que te empeñes en que perduren!
03. Uno de los costes más corrientes de la ira, probablemente el más elevado de todos, es el daño que causa a nuestras relaciones personales. Curiosamente, las relaciones que quedan dañadas suelen ser las mejores que tenemos.
04. El coste de provocarse sentimientos de pánico, ira o autocompasión es enorme. En tiempo y dinero perdidos. En esfuerzo malgastado innecesariamente, En angustia mental fuera de lugar. En el sabotaje de la felicidad de los demás. En el estúpido desperdicio de placer potencial a lo largo de la única vida -sí, la única vida- que tendrá jamás.
05. Gran parte de la incomodidad, dolor, fracaso, rechazo y pérdida no se pueden evitar ni eliminar. La vida como decimos en la TRE, muchas veces se deletra P-R-O-B-L-E-M-A. Podemos mejorarla en gran parte, pensando y esforzándonos. ¡Pero no toda! ¡Ni completamente! Es mala suerte. Pero no es una catástrofe, no es terrible. Sólo es mala suerte. Ahora, ¿Que vas a hacer para disfrutar más de la vida?
06. La ciencia es flexible y no dogmática. Se ajusta a los hechos y a la realidad (que siempre puede cambiar), y al pensamiento lógico (que no se contradice a sí mismo manteniendo dos puntos de vista diferentes al mismo tiempo). Pero también evita el pensamiento rígido del tipo todo o nada y esto o lo otro, y es consciente de que la realidad tiene frecuentemente dos caras e incluye acontecimientos y características contradictorios.
07. No conviene etiquetar las cosas como blancas o negras, sino hacer un esfuerzo para percibirlas como blancas y negras a la vez. O como grises, rojas, azules, amarillas... Tener rasgos buenos o malos, no significa ser una buena o mala persona. Quien tiene tendencia a etiquetar a las personas que conoce, es probable que fomente su manía de valorarse en términos absolutistas.
08. No nos engañemos: el trabajo es a menudo muy frustrante. Jefes demasiado exigentes, colegas envidiosos, clientes airados, plazos inflexibles, injusticias de todo tipo... Motivos de sobra para poner a prueba nuestra paciencia. Pero enfurecernos a causa de las frustraciones puede frustrarnos más aún. En primer lugar, puede perjudicar seriamente las relaciones laborales y entorpecer nuestro éxito profesional. En segundo lugar, puede bloqueamos a la hora de abordar cuestiones importantes y limitar nuestra capacidad para realizar un trabajo de calidad.
09. La ira hace también que desviemos nuestra energía y atención del trabajo. ¿Cómo? Obsesionándonos con alguna situación "injusta" (dándole mil vueltas en la cabeza) o con la idea de vengarnos de un compañero de trabajo o superior; O también induciéndonos a realizar algún tipo de sabotaje sutil, a negarnos a seguir directrices sensatas, a dejar que cosas importantes se vengan abajo o incluso a hacer un esfuerzo descomunal con tal de destruir el trabajo de otra persona.
10. La ciencia es escéptica respecto a la inclusión en el universo de "merecimientos" e inmerecimientos" y a que el universo deifique a las personas (y a las cosas) por sus "buenas" acciones o que las condene por su "mala" conducta. No tiene ningún criterio absoluto y universal de lo que es la "buena" y la "mala" conducta y supone que si un grupo ve ciertas acciones como "buenas" tenderá a (pero no tendrá que) recompensar a aquellos que actúen de esa manera y a menudo (pero no siempre) castigará a aquellos que actúen "mal".
11. No es que tengamos opciones ilimitadas o libre albedrío. ¡Nada de eso! No podemos, por mucho que lo intentemos, extender los brazos y volar. No podemos dejar fácilmente nuestras adicciones a sustancias como los cigarrillos, la comida y el alcohol, o nuestros hábitos como el de posponer las decisiones. Nos lleva muchísimo tiempo cambiar cualquiera de nuestros hábitos adquiridos. ¡Lamentablemente, así es! Pero podemos decidir cambiarnos extraordinariamente a nosotros mismos. Somos capaces de alterar nuestros pensamientos, sentimientos y actuaciones más instauradas. ¡Por qué? Porque al contrario de los perros, los monos y cucarachas, somos seres humanos. Como seres humanos, nacemos con (y podemos potencias) un rasgo que otras criaturas raramente poseen: la capacidad de pensar sobre nuestro pensamiento. No sólo somos los filósofos por naturaleza, sino que además podemos filosofar sobre nuestra filosofía, razonar sobre nuestros razonamientos. ¡Esta es una verdadera suerte!