
23 frases de Temor y temblor (Frygt og Baeven) de Soren Kierkegaard... Insatisfecho frente a la situación de su tiempo, el filósofo danés exige la revitalización de la vida espiritual con un llamamiento a la radical autenticidad, a una postura en la cual todo el ser esté comprometido.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Soren Kierkegaard son: resignación, espiritualidad, abrazar la fe, obligación moral, dios, ética, cristianismo, existencialismo, teología.
Frases de Soren Kierkegaard Libros de Soren Kierkegaard
Frases de Temor y temblor Soren Kierkegaard
01. ¿Qué otra cosa podría ser la existencia sino desesperación?
02. No me hace grande lo que me sucede, sino lo que yo hago.
03. Tan pronto como hablo expreso lo general, pero si callo, nadie me puede entender.
04. No vale la pena esforzarse en recordar un pasado imposible de convertir en presente.
05. Si quien va a obrar pretende juzgarse antes a sí mismo por el resultado, no comenzará nunca.
06. Existe una doctrina que temerariamente pretende introducir en el mundo del espíritu ese principio de indiferencia que aflige al mundo visible.
07. (...) Pero no soy tan cobarde como para, con tal motivo deshacerme en lamentos y gemidos, ni tan villano como para negar que la fe es algo muy grande.
08. La fe es un milagro del que, sin embargo, nadie está excluido, pues toda existencia humana encuentra su unidad en la pasión , y la fe es una pasión.
09. Si un eterno olvido siempre voraz hiciese presa en todo y no existiese un poder capaz de arrancarle el botín ¡cuan vacía y desconsolada no sería la existencia!
10. El escribir es para él un lujo que le resulta más agradable y evidente en la medida que es menor el número de quienes compran y leen lo que escribe.
11. ¡No! No será olvidado quien fue grande en este mundo, y cada uno de nosotros ha sido grande a su manera, siempre en proporción a la grandeza del objeto de su amor.
12. El silencio es el hechizo del demonio, y cuanto más se calla tanto más peligroso es el demonio, pero el silencio es también la conciencia del encuentro del Particular con la divinidad.
13. El silencio es el hechizo del demonio, y cuanto más se calla tanto más peligroso es el demonio, pero el silencio es también la conciencia del encuentro del Particular con la divinidad.
14. Invita a creer en realidades y a tener el coraje de luchar contra todas las dificultades que suscita la realidad, en lugar de hacerlo contra esas pasiones imaginarias que uno mismo se forja bajo la propia responsabilidad.
15. Como era de esperar, los siervos de la mezquindad, ranas del lodazal de la vida, comienzan a gritar: ¡Pura locura un amor semejante! ¡Tan buen o mejor partido es la acaudalada viuda del cervecero! ¡Dejémosles croando en su charco pantanoso!
16. Cada uno de nosotros perdurará en el recuerdo, pero siempre en relación a la grandeza de su ex-pectativa: uno alcanzará la grandeza porque esperó lo posible y otro porque esperó lo eterno, pero quien esperó lo imposible, ese es el más grande de todos.
17. Sólo las naturalezas inferiores llegan a olvidarse de sí mismas y se convierten en algo nuevo; la mariposa ha olvidado que antes ha sido oruga, y es posible que más adelante llegue a olvidarse de que fue mariposa, hasta el punto que podría convertirse en pez.
18. (...) Por eso la fe resulta ser por un lado la expresión más alta del egoísmo (lleva a cabo lo terrible por amor a sí mismo), y por otro, la más absoluta expresión de la entrega, pues lleva a cabo la acción por amor a Dios.
19. Si no existiera una conciencia eterna en el hombre, si como fundamento de todas las cosas se encontrase sólo una fuerza salvaje y desenfrenada que retorciéndose en oscuras pasiones generase todo, tanto los grandioso como lo insignificante, si un abismo sin fondo, imposible de colmar, se ocultase detrás de todo, ¿Qué otra cosa podría ser la existencia sino desesperación?
20. En este mundo corresponde a los pedantes doctorales la misión de juzgar a los grandes hombres de acuerdo con los resultados que hayan obtenido. Semejante comportamiento frente a lo grandioso delata una extraña mezcla de soberbia y miseria; soberbia por considerarse llamados a juzgar, y miseria porque no sienten en los más mínimo emparentadas sus existencias con las de los grandes hombres.
21. El 30 de julio de 1849 aparece La enfermedad mortal. Paradójicamente Kierkegaard se expresa en términos hegelianos: "El hombre es una síntesis de lo infinito y lo finito, de lo temporal y lo eterno, de libertad y necesidad; en resumen: es una síntesis. Una síntesis es una relación entre dos factores. Considerado desde este ángulo el hombre todavía no es un yo".
22. Hubo quien fue grande a causa de su fuerza y quien fue grande gracias a su sabiduría y quien fue grande gracias a su esperanza, y quien fue grande gracias a su amor, pero (...) fue todavía más grande que todos ellos: grande porque poseyó esa energía cuya fuerza es debilidad, grande por su sabiduría, cuyo secreto es locura , grande por la esperanza cuya apariencia es absurda y grande a causa de un amor que es odio a sí mismo...
23. Los sectarios van hablando unos con otros con descompasadas voces y arman un gran alboroto con la intención de mantener lejos la angustia, gracias a tanta bulla; ese grupo de vocingleros, ese público de verbena cree que se puede tomar el cielo al asalto y seguir también la misma senda del caballero de la fe, pero éste es muy distinto de ellos: está en una soledad universal donde jamás se oye una voz humana, y camina solo, con su terrible responsabilidad a cuestas