
Disfruta de estas 30 frases de "Narciso y Goldmundo"... Historia de dos personajes que encarnan aspectos esenciales "aparentemente opuestos" de la personalidad humana. Su enfrentamiento es una alegoría de los dos componentes básicos de la personalidad.
Índice
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en las frases y pensamientos de "Narciso y Goldmundo", de Hermann Hesse son: creer en el amor, formación de la personalidad, definir objetivos, objeto del deseo, melancolía, culpabilidad.
Frases de "Narciso y Goldmundo"
01. En el amor sobran las palabras...
02. La vida, evidentemente, llevaba en sí una especie de culpa.
03. Serás superior a mí en cuanto hayas encontrado a ti mismo.
04. (...) Pero el placer es efímero y vuelve a dejarte en medio del desierto.
05. Durante muchos días la soledad y la melancolía le oprimieron el corazón.
06. Era allí un extraño, no tenía patria, y un mundo desconocido me aguardaba.
07. ¡Cuántas cosas se le agarraban a uno a los talones cuando quería correr el mundo!
08. No había que darse demasiado a la reflexión sino dejar que las cosas vinieran como quisiesen.
09. Y ahora ¿Qué pasaba? ¿Hacia dónde proseguía su camino? ¿De dónde venían los obstáculos?
10. Todo era incomprensible y en verdad, triste aunque, a la vez, era también hermoso. Nada se sabía.
11. Era una suerte que el amor no precisase de palabras; de otro modo, estaría lleno de equivocaciones y disparates.
12. Tenía un objetivo y quizá llegara a alcanzarlo y tal vez cobrara su vida desordenada alto sentido y valor.
13. En su opinión, el amor y el goce carnal eran lo único que podía dar calor y valor a la vida.
14. Para nosotros, los hombres de Ciencia, nada hay más importante que establecer distinciones; la Ciencia es el arte de la Diferenciación.
15. El conocimiento que he alcanzado a tener de los hombres, me lleva a pensar que todos nosotros propendemos un tanto a confundir la Providencia con nuestros deseos...
16. Cabalmente en ese intenso atractivo que la hermana ejercía sobre sus sentidos solía él descubrir, con asombro, la diferencia entre el deseo carnal y el amor.
17. Sé muy bien lo que pasa cuando uno ha concluído una obra en la que ponía gran empeño; conozco ese vacío. Y desaparece, creémelo...
18. Era maravillosa la tristeza oscuramente bella de aquel amor, su locura y su desesperanza; eran hermosas aquellas noches sin sueño llenas de cavilaciones y de temores del corazón.
19. Los peces se entregan a la muerte con las bocas doloridamente entreabiertas y los ojos de oro angustiosamente fijos o bien se resistían a ella con violencia y desesperación.
20. Continuaría siendo un hombre sin hogar ni objetivo, jamás se sentiría protegido ni seguro, siempre se le aparecería el mundo en torno enigmáticamente hermoso y enigmáticamente inquietante.
21. No era una suerte que el amor no precisase de palabras; de otro modo, estaría lleno de equivocaciones y disparates (...) uno sentía en los adentros una apremiante necesidad de hablar, el eterno impulso de pensar.
22. El objetivo consiste en situarse allí donde pueda servir mejor, donde mi modo de ser, mis cualidades y dotes puedan encontrar terreno más propicio, el mejor campo de acción. No hay ningún otro objetivo.
23. El amor de las mujeres y el juego de los sexos estaba, para él, por encima de todo, y su propensión a la tristeza y al hastío provenía, en el fondo, del conocimiento del carácter huidizo y transitorio de la carnalidad.
24. En la madre no se encontraba solamente todo lo amable y benigno, no había solo dulce y garza mirada de amor, sonrisa encantadora, augurio de ventura, todo lo terrible y oscuro, todo apetitivo, todo temor, todo pecado, todo infortunio, todo nacer, todo tener que morir.
25. Siempre he considerado al Creador como un Ser Perfecto, mas nunca a la Creación. Jamás negué la existencia del malm en el mundo. Ningún verdadero pensador ha sostenido que la vida en la tierra sea armónica y justa y que el hombre sea bueno.
26. Hoy ya no sé qué quiero y deseo. Antes todo era sencillo, tan sencillo como las letras del libro de lectura. Ahora nada es ya sencillo, ni siquiera las letras. Todo tiene ya muchas significaciones y caras. No sé lo que será de mí, ahora no puedo pensar en esas cosas
27. La vida, evidentemente, llevaba en sí una especie de culpa... ¿Por qué, si no, un hombre tan puro y sabio como Narciso había de someterse a ejercicios de penitencia como un condenado? ¿O por qué tenía él mismo, Goldmundo, que notar en el fondo de su alma esa sensación de culpabilidad?
28. No sé en forma cabal, lo que deseo. Sin duda que siempre me proporcionaron gozo las ciencias; no podría ser de otro modo. Pero no creo que sean las ciencias, en el futuro, mi único campo de actividad. No son siempre los deseos los que determinan el destino y la misión de un hombre, sino otra cosa, algo predeterminado.
29. Nuestro pensar es un constante abstraer, un apartar la mirada de lo sensorial, un intento de edificar un mundo puramente espiritual. Nosotros, los pensadores tratamos de acercarnos a Dios separándolo del mundo...Tú te acercas a él amando su creación y volviéndola a crear...Las dos cosas son obra humana e insuficiente, pero el Arte es más inocente.
30. La expresión de intenso dolor en un rostro era, en verdad, más violenta y más afeadora que la expresión de intenso placer... Mas, en el fondo, no difería de ella; era el mismo contraerse, un tanto sardónico, el mismo encenderse y apagarse. Sin que supiera por qué, le resultaba en extremo sorprendente que el dolor y el placer pudieran ser tan semejantes como hermanos.