
13 frases de Música (Ongaku) de Yukio Mishima... Situada en el Japón de los años 1960, la obra despliega una historia en la que se ponen en juego los complicados resortes que esconde y utiliza el alma humana en su búsqueda desesperada del amor.
- 01. Frases de Música
- 02. Obras similares
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Yukio Mishima son: alma en pena, búsqueda de la felicidad, verdadero amor, deseo, voluntad, conspiración, represión, neurosis, autobiografía, bushido, artes marciales.
Frases de Yukio Mishima Libros de Yukio Mishima
Frases de Música Yukio Mishima
01. El lapsus puede representar la causa fundamental de la represión.
02. En el mundo de sexo, no existe una felicidad única y establecida para todos.
03. Cualquier hombre, por fascinante que pueda ser, acaba por convertirse en ridículo a causa de su deseo sexual.
04. Si soy sincero, diré que transcurrida aquella jornada fui presa de un profundo abatimiento moral y estuve a punto de olvidar el aspecto más importante de mi trabajo, la paciencia.
05. Los pacientes, cada uno a su manera, pierden su sentido de la realidad, y para recuperarlo resulta imprescindible el apoyo de una realidad viva y desnuda, una realidad que funcione como electroshock.
06. Esta realidad obra como un catalizador: sintetiza por un instante los elementos que el análisis ha descompuesto, y colabora a fin de dotar al paciente de una existencia viva y real.
07. Tú eres un verdadero hombre, ¿Por qué los hombres no poseen tu elegancia y dignidad? Cualquier hombre, por fascinante que pueda ser, acaba por convertirse en ridículo a causa de su deseo sexual.
08. A veces creo que la histeria no es otra cosa que la conspiración del inconsciente, que intenta reproducir asépticamente el estado físico de la excitación sexual sin el placer, acompañándolo de sufrimiento.
09. La mente humana es extraña, y aún repleta de aspectos opuestos y constractados, por sí misma tiende siempre al orden. Si no existiera ese deseo de orden, no podríamos hablar ni de conflictos ni de neurosis.
10. Quiero recordar al lector lo que dije al comienzo de no mentir en la relación médica; pero ello nada tiene que ver con el mundo del sexo, donde no existe una felicidad única y establecida para todos.
11. No acostumbro a dar mucha importancia a las palabras de los pacientes, porque si cuando se lamentan, yo intento calmarles, se lamentan aún más. Si por el contrario, como en este caso, dicen sentirse mejor y yo muestro mi satisfacción, acaban sintiéndose mal.
12. Sabía y sé bien que la labor de un terapeuta consiste en dar agua y abono, esperando con calma a que las semillas del oscuro vientre de la tierra lleguen a abrirse, que poco a poco germinen y hagan nacer las flores de la solución.
13. Inicialmente, los enfermos creen conocer la causa de sus dolencias y justifican su visita al psiquiatra. Ellos se auto engañan a través de la valiente voluntad que les impulsa a venir. En la segunda visita ya se manifiesta el valor real de la voluntad y empiezan a entender la naturaleza incierta de esta