27 frases de Mujercitas (Little women) de Louisa May Alcott... Crecimiento espiritual y psicológico de cuatro niñas que se hacen mayores ante la adversidad familiar, con el trasfondo de la Guerra Civil de Estados Unidos (1861-1865).
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Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Louisa May Alcott son: adaptada al cine, valor de la amistad, hermanas, mayoría de edad, guerra de secesión, importancia de la familia, solidaridad, trabajo en equipo, amor inquebrantable, dignidad del ser humano, independencia.
Frases de Mujercitas Louisa May Alcott
01. Eso es lo que encuentro difícil, porque las palabras mordaces saltan de mis labios antes de que me dé cuenta y cuanto más digo, tanto peor me pongo, hasta llegar a herir los sentimientos de los demás y decir cosas terribles.
02. (...) Pero como no hay felicidad duradera en este mundo, en el preciso momento en que llegaba al corazón de la historia, al verso más dulce del poema, o a la aventura más peligrosa de un explorador, una voz chillona gritaba: ¡Jo, jo!
03. ¡Qué inmovilidad cayó sobre todas cuando escuchaban sin respirar siquiera! ¡Cómo parecía oscurecerse el día y cambiar el mundo entero al reunirse las muchachas alrededor de su madre, con la sensación de que iban a perder toda la felicidad y el apoyo de su vida!
04. El dinero es cosa útil y preciosa, y también noble cuando se emplea bien; pero no quiero que lo consideren como el primero o el único premio que ganar. Preferiría verlas esposas de hombres pobres si fueran felices, amadas y contentas, que reinas en sus tronos sin propia estimación ni paz.
05. (...) El nunca pierde la paciencia, ni duda, ni se queja; siempre tiene esperanza, trabaja y espera tan alegremente, que uno se avergüenza de conducirse de otra manera delante de él. Ayudándome y confortándome, me demostró que yo tenía que practicar todas las virtudes que deseaba que mis hijas poseyeran, porque yo era para ellas un ejemplo.
06. Después de ver tanto del mundo como deseo, me gustaría vivir en Alemania y tener toda la música que quisiera. Tengo que ser un músico famoso, que todo el mundo se atropelle por oírme, y no he de preocuparme por el dinero ni por los negocios, sino divertirme y vivir para lo que me gusta.
07. Si el rango y el dinero vienen acompañados del amor y la virtud, los aceptaría agradecida y gozaría con vuestra buena fortuna; pero sé por experiencia cuánta felicidad real se encuentra en una casa pequeña, donde se gana el pan diario y algunas privaciones dan mayor dulzura a los pocos placeres.
08. Una mirada de susto o de sorpresa de una de ustedes cuando yo hablaba duramente, me corregía como ningún reto podría hacerlo; el amor, el respeto y la confianza de mis niñas era la recompensa más dulce que pudieran recibir mis esfuerzos para ser la mujer que ellas debían imitar.
09. En el mundo hay muchísimas Beth, tímidas y tranquilas, sentadas en rincones hasta que alguien las necesita y que viven para los demás tan alegremente, que nadie se da cuenta de los sacrificios que hacen hasta que el grillo del hogar cesa de chirriar y desaparece el dulce rayo de sol, dejando atrás silencio y sombra.
10. La pobreza rara vez intimida al hombre que ama de veras. Algunas de las madres y más estimadas mujeres que conozco eran muchachas pobres, pero tan dignas de ser amadas que no alcanzaron a ser solteronas. Dejen tales cosas al tiempo. Hagan feliz este hogar, para que estén preparadas para sus propios hogares, si es ésa vuestra suerte, y contentas si no lo es. Recuerden una cosa, hijas mías: su madre está siempre lista para ser su confidente, y vuestro padre para ser vuestro amigo; esperamos y confiamos que nuestras hijas, casadas o solteras, constituirán el orgullo y consuelo de nuestras vidas.
11. Una descubrió que el dinero no podía evitar que la vergüenza y la tristeza entraran en las casas de los ricos; otra, que, aunque pobre, era mucho más feliz con su juventud, salud y buen humor, que cierta señora, vieja y descontentadiza, que no sabía gozar de sus comodidades; una tercera, que desagradable como era trabajar en la cocina, era más desagradable tener que pedirlo como una limosna, y la cuarta, que las sortijas de cornalina no eran tan valiosas como la buena conducta. Así, convinieron en dejar de quejarse, gozar de lo que ya tenían y tratar de merecerlo, no fuera que lo perdiesen, en vez de que aumentara; y creo que nunca se arrepintieron de haber seguido el consejo de la vieja.
12. Navidad no será Navidad sin regalos -murmuró Jo, tendida sobre la alfombra. - ¡Es tan triste ser pobre! -suspiró Meg mirando su vestido viejo. -No me parece justo que algunas muchachas tengan tantas cosas bonitas, y otras nada -añadió la pequeña Amy con gesto displicente. -Tendremos a papá y a mamá y a nosotras mismas dijo Beth alegremente desde su rincón. Las cuatro caras jóvenes, sobre las cuales se reflejaba la luz del fuego de la chimenea, se iluminaron al oír las animosas palabras; pero volvieron a ensombrecerse cuando Jo dijo tristemente: -No tenemos aquí a papá, ni lo tendremos por mucho tiempo. No dijo "tal vez nunca", pero cada una lo añadió silenciosamente para sí, pensando en el padre, tan lejos, donde se hacía la guerra civil.
13. ¡Animo, corazón mío! Siempre hay luz detrás de las nubes.
14. La esperanza puede reforzar el amor y la fe hace posible la resignación.
15. Es la parte egoísta de mi ser que se pone a llorar de esta manera tan tonta. No se lo digas a nadie; ya pasó todo. Pensé que dormías; por eso hice un quejido por mi única belleza.
16. Todos llevamos cargas, tenemos un camino por recorrer y nuestro anhelo de hacer el bien y alcanzar la felicidad nos guía para superar los contratiempos y los errores que nos separan de la paz.
17. No se lamenten ni se quejen mientras estoy ausente, ni piensen que podrán consolarse siendo perezosas y tratando de olvidar. Sigan con su trabajo, porque el trabajo es un consuelo bendito.
18. El verdadero talento y bondad no pasan mucho tiempo inadvertidos; aunque pasaran, el conocimiento de poseerlo y de usarlo bien, debe satisfacernos, la sencillez es el mejor encanto de todo poder.
19. (...) Creo que para el sábado por la noche habrán descubierto que todo juego y nada de trabajo es tan malo como todo trabajo y nada de juego.
20. (...) Tienes bastante talento y virtudes, pero no hay que hacer ostentación, porque la vanidad estropea el carácter más fino.
21. Tengan horas determinadas para el trabajo y el recreo; comprendan el valor del tiempo usándolo bien.
22. Los corazones se desbordaron, olvidando toda la amargura pasada y gozando sólo la dulzura del presente.
23. Hija mía, las penas y tentaciones de tu vida comienzan ahora y quizá sean muchísimas, pero puedes vencerlas a todas si aprendes a sentir la fuerza y ternura de tu Padre celestial como sientes la de tu padre terrestre.
24. El trabajo es saludable y hay bastante para todas; nos libra del aburrimiento y de la malicia, es bueno para la salud y el espíritu y nos da mayor sentido de capacidad y de independencia que el dinero o la elegancia.
25. Hazte digno del amor y este vendrá.
26. La nueva amistad crecía como hierba en primavera...
27. El amor desecha el temor, y la gratitud vence el orgullo.