
24 frases de Mal de escuela (Chagrin d'école) de Daniel Pennac... Todo el mundo se ocupa de la escuela: sus programas, su papel social, sus fines. Esta obra se ocupa del estudiante que tiene dificultad para comprender las cosas.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Daniel Pennac son: pedagogía, educar a los hijos, profesor, autobiografía, infancia, derechos de los niños, memorias.
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Frases de Mal de escuela Daniel Pennac
01. Por cierto, ¿adónde llegan los que han llegado?
02. Estadísticamente todo se explica, personalmente todo se complica.
03. Tal vez enseñar sea eso: acabar con el pensamiento mágico, hacer de modo que en cada curso suene la hora del despertar.
04. El individuo se construye en la conciencia de su presente, no huyendo de él.
05. Enseñar es eso: volver a empezar hasta nuestra necesaria desaparición como profesor.
06. Basta un profesor -¡Uno solo!- para salvarnos de nosotros mismos y hacernos olvidar a todos los demás.
07. Hacer pasar la escuela por un lugar criminógeno es, en sí, un crimen insensato contra la escuela.
08. La respuesta absurda se distingue de la errónea en que no procede de ningún intento de razonamiento.
09. ¿Sabes la diferencia entre un profesor y una herramienta? ¿No? Pues que al mal profe no lo puedes reparar.
10. No pierda la cabeza, nada ocurre como está previsto, es lo único que nos enseña el futuro al convertirse en pasado.
11. ¿Quién me salvó a mí de la escuela, sino tres o cuatro profesores?
12. Para que el conocimiento tenga alguna posibilidad de encarnarse en el presente de un curso, es necesario dejar de blandir el pasado como una vergüenza y el porvenir como un castigo.
13. Las palabras del profesor son solo troncos flotantes a los que el mal alumno se agarra, en un río cuya corriente le arrastra hacia las grandes cataratas.
14. Los hombres se matan ante todo en su casa, bajo su techo, en la secreta fermentación de su hogar, en el meollo de su propia miseria.
15. En la sociedad donde vivimos, un adolescente instalado en la convicción de su nulidad -y he aquí, al menos, algo que la experiencia vivida nos habrá enseñado- es una presa.
16. El zoquete oscila perpetuamente entre la excusa de ser y el deseo de existir a pesar de todo, de encontrar su lugar, imponerlo incluso, aunque sea con violencia, que es su antidepresivo.
17. Una buena clase no es un regimiento marcando el paso, es una orquesta que trabaja la misma sinfonía... El problema es que queremos hacerles crecer en un mundo donde solo cuentan los primeros violines.
18. Todo lo malo que se dice de la escuela nos oculta el número de niños que ha salvado de las taras, los prejuicios, la altivez, la ignorancia, la estupidez, la codicia, la inmovilidad o el fatalismo de las familias.
19. Los males de gramática se curan con la gramática, las faltas de ortografía con la práctica de la ortografía, el miedo a leer con la lectura, el de no comprender con la inmersión en el texto y la costumbre de no reflexionar con el tranquilo refuerzo de una razón estrictamente limitada al objeto que nos ocupa, aquí, ahora.
20. De esa desventura tantas veces repetida, conservo la convicción de que era preciso hablar con los alumnos en el único lenguaje de la materia que yo les enseñaba ¿Miedo a la gramática? Hagamos gramática. ¿Falta de apetito por la literatura? ¡Leamos! Pues, por muy extraño que pueda pareceros, oh alumnos nuestros, estáis amasados con las materias que os enseñamos. Sois la propia materia de todas nuestras materias.
21. Aquellos chiquillos estaban abandonados en un desierto urbano... Es muy fácil burlarse de su necesidad de ser vistos, puesto que están tan ocultos para el mundo y tienen tan poco que ver ¿Qué se les ofrece salvo esa tentación de existir como imágenes, a ellos, que heredarán el paro y a quienes en su mayoría, los azares de la historia les han privado de pasado y de geografía?
22. ¡Chicos, se acabaron las vacas gordas! ¡Y se acabaron los amores fáciles! Paro y sida para todo el mundo, eso es lo que os espera. Sí, eso es lo que padres o profesores les inculcamos durante los años siguientes para "motivarles" más. Un discurso como un cielo cargado de nubes. Eso era lo que hacía llorar a la pequeña Nathalie; sentía pesar por anticipado, lloraba su futuro como si fuera un joven muerto.
23. Los profesores que me salvaron -y que hicieron de mí un profesor- no estaban formados para hacerlo. No se preocuparon de los orígenes de mi incapacidad escolar. No perdieron el tiempo buscando sus causas ni tampoco sermoneándome. Eran adultos enfrentados a adolescentes en peligro. Se dijeron que era urgente. Se zambulleron. No lograron atraparme. Se zambulleron de nuevo, día tras día, más y más...Y acabaron sacándome de allí. Y a muchos otros conmigo. Literalmente, nos repescaron. Les debemos la vida.
24. Feroz candor de las mayorías de poder... ¡Ah! , los Defensores de una norma, sea esta la que sea (... ). Ese miedo a verse amenazados por lo que se sale del molde... ¡Ah, la ferocidad del poderoso cuando juega a ser víctima! ¡Del creyente que señala al descreído! ¡Del diplomado contemplando al cretino insondable! ¡Del imbécil orgulloso de haber nacido en alguna parte! Y eso vale también para el jefezuelo de suburbio oliéndose al enemigo en la acera de enfrente... ¡Qué peligrosos se vuelven los que han comprendido los códigos ante aquellos que no los dominan!