Disfruta de estas 11 frases de "Los hijos del fuego"... Historia en torno a los personajes de "Los hijos del mar". Cada frase nos recuerda que los mejores secretos siempre son lo que se ocultan a la vista de todos.
Índice
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en las frases y pensamientos de "Los hijos del fuego", de Pedro Feijoo son: asesinato, mentiras, fin del amor, misterio, secreto de su pasado, silencio, hijos, fuego.
Frases de "Los hijos del fuego"
01. Los dos sabemos que nuestras manos están manchadas de sangre...
02. El amor siempre miente, y las cosas rara vez son lo que parecen.
03. La ciudad juega con él. La ciudad, la misma que ahora aparenta estar dormida. Quieta, inofensiva...Peligrosa.
04. La ciudad tenía una parte oscura, un río de secretos que corría en silencio bajo su propia historia.
05. Maldita sea, no hacía ni cinco minutos que toda ella era frialdad y distancia conmigo, y ahora de repente no paraba de sonreír.
06. No es que yo sea un tipo suspicaz, tampoco celoso, precisamente, pero...Maldita sea, ¿Con quién demonios hablaba, que la hacía sonreír tanto?
07. Santo Dios -exclamé al comprender, echándome una mano a la garganta-, es una muerte terrible...-Hay que ser muy miserable para hacer algo así. -Desde luego.
08. Reconozco -dijo recuperando su sonrisa de hombre encantador- que, además de alegría, el motivo de tu llamada me ha producido la mayor de las curiosidades, querida...
09. Es como si alguien le hubiera rebanado el gaznate al pobre viejo para despistarnos, ¿Verdad? Para que no descubriéramos que la verdadera causa de la muerte había sido otra, bastante menos pagana.
10. Me quiere, lo sé, pero no se me escapa que también está enamorado de ella. Cuando no puede dormir, a veces se levanta y, sin hacer ruido, desaparece. Baja a la calle, y corre en su búsqueda.
11. Tanto trabajo, el de toda una vida, y para qué. Para descubrir en el último cartucho que todo era mentira, y que la ciudad (precisamente ella), a la que él había entregado toda una vida de estudio y sacrificio, de dedicación, también le había engañado.
