
17 frases de Las viudas de los jueves de Claudia Piñeiro... Novela que retrata, de manera sólida y entretenida, el mundo acomodado occidental, la decadencia social y el lado oscuro de las "vidas perfectas", una vida de apariencias falsas.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Claudia Piñeiro son: decadencia social, crítica del consumismo, crítica social, hipocresía, mentiras, intolerancia, ambientada en argentina, estatus social, discriminación, falta de comunicación, soledad, falsas apariencias, clases sociales, cadáveres, crímenes.
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Frases de Las viudas de los jueves Claudia Piñeiro
01. Por el bolsillo pasan todas las miserias.
02. ¿Puede haber tanta idiotez en el cerebro de una persona?
03. Le daba ternura que tuviera dificultad para pronunciar la erre.
04. No recordaba cuánto hacía que no abrazaba a mi marido.
05. Es más fácil obtener el perdón que el permiso.
06. Me resulta difícil y absurdamente arriesgado comprar algo para quien conozco poco.
07. Uno se acostumbra a lo que tiene, más cuando lo que tiene es maravilloso.
08. En este lugar la definición del término amistad es demasiado amplia, tanto, que termina siendo estrecha.
09. Error de muchos de nuestros vecinos fue creer que se podía vivir eternamente gastando tanto como se ganaba.
10. ¿Se puede llegar a ser verdaderamente amigo de alguien a quien uno conoce a través de su bolsillo? Por el bolsillo pasan todas las miserias.
11. Un pacto tácito de frases hechas encadenadas, palabras que iban llenando el silencio, con el propósito de ni siquiera tener que hablar del silencio.
12. Hay veces en que uno sí o sí tiene que saber. Sabes aunque no quieras. Estás de un lado o del otro. No hay otra. De un lado o del otro.
13. Es un bodrio invitar gente muy mezclada, unos andan por un lado, otros por otro, nadie se habla, y vos terminas haciendo cargo, yendo de un rincón a otro y no disfrutas.
14. Abrí la heladera, y me quedé así, descansando con la mano apoyada en la manija, frente a esa luz fría que iluminaba los estantes, con la mente en blanco y la mirada inútil.
15. No es lo mismo contar que vivir. Es más difícil contar. Vivir se vive y ya. Para contar hay que ordenar y a ella le está faltando eso, ordenar, por dentro, las ideas, lo que le pasa.
16. Me resulta fácil meterme en la cabeza de alguien, adivinar qué piensa o qué siente. Es algo que en mi profesión me ayudó mucho. Entender qué casa quiere comprar un cliente, y que esa casa no tiene que ser la misma que yo compraría, ahorra tiempo y malos entendidos.
17. Era hueco. No había páginas adentro, sólo las tapas duras, una caja de falsa literatura. Leí sobre el lomo Fausto de Goethe. Lo dejé en su lugar. Entre La vida es sueño, de Calderón de la Barca, y Crimen y Castigo, de Dostoievski. Todos huecos. Hacia la derecha seguían dos o tres clásicos más, y luego se repetía, La vida es sueño, Fausto, Crimen y Castigo, en letras doradas de filigrana. La misma serie en todos los estantes.