
13 frases de Le llamé corbata (Ich nannte ihn krawatte) de Milena Michiko Flasar... Un joven aislado de la sociedad y un hombre de negocios inician una inusual amistad en el banco de una plaza. ¿Cómo pueden dos personas tan distintas ayudarse?.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Milena Michiko Flasar son: amistad, ser diferente, banco de plaza, falta de comunicación, vidas solitarias, japón, comenzar de nuevo.
Frases de Milena Michiko Flasar Libros de Milena Michiko Flasar
Frases de Le llamé corbata Milena Michiko Flasar
01. Encontrarse con alguien significa implicarse. Quedar anudado a un hilo invisible. De ser humano a ser humano. Nada más que hilos. En todas direcciones. Encontrarse con alguien hace que te conviertas en parte del tejido; precisamente esto era lo que trataba de evitar.
02. Es difícil despertar a alguien que no duerme.
03. Hay habitaciones de las que uno nunca se va.
04. Alguien que sólo se oye la risa en una risa sorda.
05. Lo que no haces, lo que omite, a menudo tiene consecuencias más doloroso que lo que haces.
06. Se dice que un maestro es inmortal. Incluso después de abandonar el cuerpo, sus enseñanzas continúan con vida en el corazón de sus alumnos.
07. El poema de mi vida. Quiero intentar ponerlo por escrito. Enseguida, no, quiero intentarlo ahora. La primera línea: Le llamé Corbata. Quiero escribir: Él me enseñó a sensibilizar la mirada.
08. El banco de mi infancia. Este banco en el que tuve que aprender que nada permanece igual y que, a pesar de todo, merece la pena estar en el mundo. Todavía sigo aprendiéndolo...
09. ¿Cómo es que eres tan diferente?, me pregunté una vez, cuando nos sentamos a la sombra de los pinos. La respuesta de Yukiko, una frase aprendida de memoria: Porque me caí de una estrella.
10. Todavía no puedo creer que nuestra despedida sea definitiva. En mi imaginación podría aparecer en cualquier momento, tal vez como algún otro, tal vez con un rostro diferente que me dice al mirarme: Estoy aquí.
11. Da igual lo que sea, siéntelo de manera íntima y profunda. Siéntelo todavía un poco más íntimamente, un poco más en profundidad. Siéntelo para ti. Siéntelo para los otros. Y después: déjalo ir.
12. Mi habitación continuaba pareciendo una cueva. En ella había crecido. En ella había perdido literalmente mi inocencia. Me re4iero a que hacerme mayor impidió una pérdida. Uno cree que ha ganado algo. En realidad se pierde uno mismo.
13. Todos nosotros, cada uno de nosotros, estamos relacionados.