22 frases de La región más transparente de Carlos Fuentes... Novela que describe y narra la realidad urbana de la Ciudad de México, con un estilo narrativo que plasma el léxico de los diferentes estratos sociales de la ciudad.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Carlos Fuentes son: consecuencias de la guerra, crítica política, revolución mexicana, traición, historias cruzadas, porfiriato, vivir en la ciudad.
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Frases de La región más transparente Carlos Fuentes
01. No se puede ser más que una voluntad original, todo lo demás son disfraces.
02. Esa vida ficticia que sólo admite la existencia de sí mismo es lo satánico.
03. Era aquí, aquí todo, aquí y ahora, sol paralizado, olas detenidas para siempre un instante antes de estallar.
04. Las revoluciones las hacen hombres de carne y hueso, no santos, y todas terminan por crear una nueva casta privilegiada.
05. Pero cuando la Revolución dejó de ser revolución, el movimiento intelectual y el obrero se encontraron que eran movimientos oficiales.
06. Todo lo que se pueda compartir no se pierde, sino que es como si se tuviera dos veces, ¿No se le hace?
07. Los nuevos ricos de hoy serán la aristocracia de mañana, como la aristocracia de hoy fueron los nuevos ricos de ayer.
08. ¿Explicarlo? No -se dijo- , creerlo, nada más. México no se explica; en México se cree, con furia, con pasión, con desaliento.
09. Toda, toda nuestra historia pesa sobre nuestros espíritus, en su integridad sangrienta, sin que sea nunca plenamente pasado ninguno de sus hechos o sus hombres.
10. La Revolución Mexicana ha sido sabia: entendió temprano que, para que una revolución sea efectiva, la militancia ha de ser breve y la fortuna larga.
11. Acaso ella tenía razón y nadie tenía derecho a ser y la vida era un continuo desvanecerse en los deseos y actos de los demás.
12. Para eso se había hecho la Revolución. Iban a tener las mismas oportunidades el obrero y el campesino y el abogado y el banquero. Sí, cómo no.
13. El éxito es cuestión de pasividad; basta plegarse a la ocasión, someterse a un tren de hechos automático que nadie ha puesto en marcha con inteligencia o pasión.
14. Las verdades están metidas en nuestros días y se quiebran en mil aristas a la luz de cada mirada, de cada golpe de corazón, de cada línea del azar.
15. La trama se agota y se sabe uno en el límite, por más que los cambios de posición se perpetúen... Y en el límite, uno es incapaz de cambiar nada.
16. El mundo no nos es dado. Tenemos que recrearlo. El mundo es ciego y bruto. Dejado a sus fuerzas, se arrugaría como una manzana arrancada al tronco, penetrada de gusanos. El tronco le dio su savia y su vida, si. Pero la mano que arrancó la manzana debe conservarla, o morir con ella.
17. Puede ser que el juego, el artificio, a base de reiteraciones, llegue a ser lo auténtico, y que la personalidad original se pierda para siempre, atrofiada por la ausencia de función. No sé. Lo cierto es que, llevado por esta dialéctica personal, yo ya no sé cuál es mi verdadera máscara.
18. Aquí estoy. Yo. Yo que no soy todos, ni uno más. Yo que soy yo. Único. Ni Dios mismo me puede cambiar por otro. Si yo fuera otro, el mundo se vendría abajo. La luna sería sol, el día parte de otro astro. No me pueden cambiar por otro, ni a otro por mi.
19. La Revolución se identificó con la fuerza intelectual que México arrancó de sí mismo, de la misma manera que se identificó con el movimiento obrero. Pero cuando la Revolución dejó de ser Revolución, el movimiento intelectual y el obrero se encontraron con que eran movimientos oficiales. ¡Ay del que venga a remover estas aguas!
20. Se espera sólo lo que no puede volver a suceder, se espera la repetición de dos, tres momentos del principio que nos marcaron y nos impidieron seguir adelante, al momento de la conformidad - ¿Por qué, para qué esa memoria? ; son dos, tres, instantes, el momento antes de un beso, el momento después de un alumbramiento, sí, alguna muerte...
21. Cada hombre alimenta la creación de un Dios; cada hombre, cada sucesión de hombres, refleja el rostro y los colores sin forma de un Dios que lo marca y lo determina y lo persigue hasta que en la muerte se reintegra a la dualidad original. Hay que saber, solamente, si ese tránsito entre la creación y la muerte, ese breve paso, se cumple con la intensidad propicia al alimento del creador, o si se gasta en el compromiso, en el simple transcurso inconsciente.
22. Carrera en busca del tiempo perdido. Solo México es el mundo radicalmente ajeno a Europa que debe aceptar la penetración total de Europa y decir las palabras y las formas de la vida, de la fe, europeas, aunque la sustancia de su vida y su fe sean de signo diverso. Más que muerte- hecho natural, aceptable- asesinato, tortura brutal, cercenación de las formas que correspondían a la sustancia. Todo, desde entonces, es la búsqueda cerrada, ciega, marginal, del punto de encuentro entre lo que realmente somos y las formas que han de expresar una sustancia, en sí muda.