18 frases de Aura de Carlos Fuentes... Un joven historiador comienza a trabajar en la casa de la viuda de un general y su sobrina. La historia transcurre alrededor de la extraña relación entre la sobrina y la tía y el descubrimiento de un hecho increíble.
- 01. Frases de Aura
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Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Carlos Fuentes son: ambientada en ciudad de méxico (méxico), inmortalidad, eventos increíbles, misterio.
Frases de Carlos Fuentes Libros de Carlos Fuentes
Frases de Aura Carlos Fuentes
01. Siempre, Aura, te amaré para siempre.
02. Hay que morir antes de renacer.
03. También el demonio fue un ángel, antes...
04. En la soledad la tentación es más grande.
05. El cielo no es alto ni bajo. Está encima y debajo de nosotros al mismo tiempo.
06. Hay un momento en el que ya no es posible distinguir el paso de los años.
07. Las imágenes del sueño alteran la realidad o la realidad se ve contaminada por el sueño.
08. Una vida, un siglo, cincuenta años: ya no te será posible imaginar esas medidas mentirosas, ya no te será posible tomar entre las manos ese polvo sin cuerpo.
09. Sentado en la cama, tratas de distinguir el origen de esa luz difusa, opalina, que apenas te permite separa los objetos, la presencia de Aura, de la atmosfera dorada que los envuelve.
10. Mientras más pienses en ella, más tuya la harás, no sólo porque piensas en su belleza y la deseas, sino porque ahora la deseas para liberarla: habrás encontrado una razón moral para tu deseo; te sentirás inocente y satisfecho.
11. (...) Y antes de entrar miras por ultima vez sobre tu hombro, frunces el ceño porque la larga fila detenida de camiones y autos gruñe, pita, suelta el humo insano de su prisa. Tratas, inútilmente de retener una sola imagen de ese mundo exterior indiferenciado.
12. Hundirás tu cabeza, tus ojos abiertos, en el pelo plateado de Consuelo, la mujer que volverá a abrazarte cuando la luna pase, tea tapada por las nubes, los oculte a ambos, se lleve en el aire, por algún tiempo, la memoria de la juventud, la memoria encarnada.
13. No volverás a mirar tu reloj, ese objeto inservible que mide falsamente un tiempo acordado a la vanidad humana, esas manecillas que marcan tediosamente las largas horas inventadas para engañar el verdadero tiempo, el tiempo que corre con la velocidad insultante, mortal, que ningún reloj puede medir.
14. Tomas febrilmente la butaca, la colocas contra esa puerta sin cerradura, empujas la cama hacia la puerta, hasta atrancarla, y te arrojas exhausto sobre ella, exhausto y abúlico, con los ojos cerrados, y los brazos apretados alrededor de tu almohada: tu almohada que no es tuya; nada es tuyo...
15. Sabes, al cerrar de nuevo el folio, que por eso vive Aura en esta casa: para perpetuar la ilusión de juventud y belleza de la pobre anciana enloquecida. Aura, encerrada como un espejo, como un icono más de ese muro religioso, cuajado de milagros, corazones preservados, demonios y santos imaginados.
16. Al fin, podrás ver esos ojos de mar que fluyen, se hacen espuma, vuelven a la calma verde, vuelven a inflamarse como una ola: tu los ves y te repites que no es cierto, que son unos ojos hermosos verdes idénticos a todos los hermosos ojos verdes que has conocido o podrás conocer.
17. El hombre caza y lucha. La mujer intriga y sueña; es la madre de la fantasía, de los dioses. Posee la segunda visión, las alas que le permiten volar hacia el infinito del deseo y de la imaginación. Los dioses son como hombres: nacen y mueren sobre el pecho de una mujer.
18. Permaneces allí, olvidado de los papeles amarillos, de tus propias cuartillas anotadas, pensando sólo en la belleza inasible de tu Aura -mientras más pienses en ella, más tuya la harás, no sólo porque piensas en su belleza y la deseas, sino porque ahora la deseas para liberarla: habrás encontrado una razón moral para tu deseo; te sentirás inocente y satisfecho.