
Disfruta de estas 21 frases de "La espuma de los días"... Para Colin y Chloé, Chick y Alise todo era felicidad y alegría, hasta que a Chloé le empieza a crecer un nenúfar en un pulmón y un manto de melancolía cubre a todos.
Índice
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en las frases y pensamientos de "La espuma de los días", de Boris Vian son: falsa espiritualidad, enfermedad, conciencia de la muerte, fundamentalismo, amor inquebrantable, jazz, búsqueda de la felicidad, alienación, absurdo.
Frases de "La espuma de los días"
01. Por desgracia, un ingeniero no puede permitirse tenerlo todo.
02. Habrá amor en el aire -concluyó-. Esto está que arde.
03. No llore. No sirve para nada y se va a fatigar.
04. En la vida, lo esencial es formular juicios a priori sobre todas las cosas.
05. Yo no busco la felicidad de todos los hombres, sino la de cada uno de ellos.
06. ¿Sabe usted una cosa?, cuando se está enamorado, uno se vuelve idiota.
07. Me ha costado ponerlo a punto, pero el resultado ha superado todas mis esperanzas.
08. Pareciera, en efecto, que las masas se equivocan y los individuos siempre tienen razón.
09. Las tiendas de flores no tienen nunca cierres metálicos. A nadie se le ocurre robar flores.
10. Estoy desesperado y a la vez soy horriblemente feliz. Resulta muy agradable desear algo hasta ese punto.
11. (...) Dentro del pecho le sonaba una especie de música militar alemana, en la que no se oye más que el bombo.
12. Sólo existen dos cosas importantes: el amor, en todas sus formas, con mujeres hermosas, y la música de Nueva Orleans o de Duke Ellington. Todo lo demás debería desaparecer...
13. Los ratones no parecían especialmente molestos por este cambio, a excepción del ratón gris de los bigotes negros, cuyo aspecto de profundo malestar llamaba la atención en seguida.
14. Toda la fuerza de las páginas de demostración que siguen procede del hecho de que la historia es enteramente verdadera, ya que me la he inventado yo de cabo a rabo.
15. A lo largo de las aceras brotaban flores verdes y azules, y la savia serpenteaba alrededor de sus frágiles tallos, haciendo un ligero mido húmedo como el beso de un caracol.
16. (...) Tenía la piel color de ámbar y sabrosa como la pasta de almendras.
17. Todo alrededor del altar había flores. Le gustaba la música que estaban tocando en ese momento. Vio al Religioso delante de sí y reconoció su aspecto. Entonces, cerró suave los ojos, se inclinó un poco hacia adelante y dijo: "Sí".
18. (...) Si tuvieran tiempo para construir máquinas, luego ya no tendrían necesidad de hacer nada. Lo que yo quiero decir es que la gente trabaja para vivir en lugar de trabajar para hacer máquinas que les permitan vivir sin trabajar.
19. A medida que pasaban los subvertigueros les rompían en la cabeza globitos de cristal muy delgado llenos de agua lustral y les hincaban en los cabellos bastoncillos de incienso encendidos que ardían con llama amarilla en los hombres y violeta en las mujeres.
20. Por la abertura de la doble puerta veía chicos y chicas. Una docena de ellos estaban bailando. La mayoría, de pie los unos al lado de los otros, estaban juntos, por parejas del mismo sexo, con las manos en la espalda, e intercambiaban impresiones poco convincentes con expresión poco convencida.
21. Chloé se había puesto las medias, finas como humo de incienso, del mismo color que su clara piel, y los zapatos de tacón alto de piel blanca. El resto de su cuerpo estaba completamente desnudo, a excepción de una pesada pulsera de oro azul, que hacía parecer aún más frágil su delicada muñeca. ¿Crees que debo vestirme?