Frases de La decadencia de occidente - 2

27. Conocer el mundo es, para el hombre de las culturas superiores, una verdadera necesidad, algo que se compenetra con su propia existencia, una ofrenda que cree deberse a sí mismo y a su vida.


28. El estilo egipcio es la expresión de un alma valiente. Su rigor y su gravedad no fueron nunca sentidos ni acentuados por los egipcios mismos. El egipcio lo osaba todo, pero sin decirlo.


29. No somos libres de conseguir esto o aquello, sino de hacer lo necesario o no hacer nada. Los problemas que plantea la necesidad histórica se resuelven siempre con el individuo o contra él.


30. La planta tiene existencia, pero no vigilia. En el sueño todos los seres son plantas, porque se ha anulado en ellos la oposición al mundo circundante, aunque el pulso, el ritmo de la vida sigue latiendo.


31. Todas las grandes cuestiones de la política hallan la misma solución que encuentran en todas las civilizaciones; Solución que consiste en que nadie ya siente los problemas como tales problemas, en que nadie se plantea problemas


32. El hambre provoca esa especie de miedo vital, índole fea, ordinaria e inmetafísica en que el mundo de las formas superiores de una cultura se sumerge, para dar comienzo a la desnuda lucha por la existencia entre bestias humanas.


33. Todo filósofo de profesión está obligado a creer, sin serio examen, en la realidad de algún objeto al que puedan aplicarse los métodos intelectualistas. En efecto, la existencia espiritual del filósofo depende toda de esa posibilidad.


34. (...) Al principio tenía bienes el que tenía poder. Ahora tiene poder el que tiene dinero. El dinero es el que pone al espíritu en el trono. La democracia es la perfecta identificación del dinero con la fuerza política.


35. Los creadores de la visión económica fueron David Hume y Adam Smith. Todo lo que después se ha escrito por encima de ellos y contra ellos supone siempre inconscientemente la disposición critica y el método de sus sistemas.


36. El alma de toda cultura viva es religiosa, tiene religión, con o sin conciencia de ello. Su religión es el sentimiento de su propia existencia, de su devenir, de su evolución, de su cumplimiento. No tiene libertad para optar por la irreligión.


37. Este es el gran problema del siglo XX: poner cuidadosamente de manifiesto la estructura de las unidades orgánicas, por las cuales y en las cuales se desenvuelve la historia universal; distinguir lo que morfológicamente en necesario y esencial de aquello que sólo es contingente.


38. Todo acontecer es singular y no se repite nunca. Lleva consigo la nota de la dirección-del "tiempo"-de la irreversibilidad. Lo acontecido, que es como el producto, que se opone al producirse, y como el anquilosamiento, que se opone a la vida, pertenece irrevocablemente al pasado.


39. La estética ha concedido siempre un valor supremo a las diferencias conceptuales, intemporales, que existen entre las distintas ramas del arte. Ello obedece simplemente a que no ha sabido penetrar en lo profundo del problema. Las artes son unidades vitales, y lo vital no admite división.


40. Los símbolos son signos sensibles, impresiones últimas, indivisibles y sobre todo involuntarias, que poseen una significación determinada. Un símbolo es un rasgo de la realidad que, para un hombre con sus sentidos alerta, designa inmediata y evidentemente algo que no puede comunicarse por medio del intelecto.


41. Hay varios mundos numéricos porque hay varias culturas. Encontramos diferentes tipos de pensamiento matemático y, por tanto, diferentes tipos de número; uno indio, otro árabe, otro antiguo, otro occidental. Cada uno es radicalmente propio y único; cada uno es la expresión de un sentimiento del universo.


42. El aldeano carece de historia. La aldea queda fuera de la historia universal, y toda la evolución desde la "guerra de Troya" hasta la guerra de Mitrídates, (...), pasa por encima de esos breves puntos del paisaje, aniquilándolos a veces, derramando su sangre, pero dejando intacta su intima esencia.


43. (...) En cambio el animal puede elegir. El animal vive desprendido del resto del mundo. Ese enjambre de mosquitos, que siguen danzando sobre el camino, aquella ave solitaria que hiende el cielo crepuscular, la zorra que espía un nido-todos estos son pequeños mundos por sí, incluso en otro mundo mayor.


44. Un hombre puede educarse para la física. El historiador, en cambio, nace. El historiador comprende y penetra los hombres y las cosas de un solo golpe, guiado por un sentimiento que no se aprende, que elude toda intervención premeditada y goza de la plenitud de sí mismo en harto raros instantes.


45. Una cultura nace cuando un alma grande despierta de su estado primario y se desprende del eterno infantilismo humano; cuando una forma surge de lo informe; cuando algo limitado y efímero emerge de lo ilimitado y perdurable. Florece entonces sobre el suelo de una comarca, a la cual permanece adherida como una planta.


46. En todo idioma culto hay un cierto número de palabras que permanecen envueltas en un profundo misterio: hado, fatalidad, azar, predestinación, destino. No hay hipótesis, no hay ciencia que pueda expresar la emoción que se apodera de nosotros cuando nos sumergimos en el sonido y significación de dichos vocablos.


47. El sentimiento cósmico de la humanidad superior ha hallado su expresión simbólica más clara -prescindiendo de los círculos de representaciones matemático naturalistas y del simbolismo de sus conceptos fundamentales- en las artes plásticas. Las artes plásticas son innumerables y entre ellas debe incluirse la música.


48. Cada cultura tiene un carácter distintivo, un "símbolo máximo". Para la cultura egipcia, por ejemplo, este símbolo fue el "camino" o "sendero" que puede descubrirse en la preocupación de los antiguos egipcios -tanto en religión como en el arte y la arquitectura- por las etapas secuenciales transitadas por el alma.


49. En la esencia del número matemático hay el propósito de una limitación mecánica. El número tiene en esto gran afinidad con la palabra, la cual-como concepto, esto es, captando, o como signo, esto es, dibujando-limita igualmente las impresiones del mundo. Lo más hondo aquí resulta siempre inaprensible e inexplicable.


50. ¡Sujeción y libertad! He aquí los rasgos últimos y más profundos que distinguen la vida vegetal de la vida animal. Sin embargo, sólo la planta es íntegramente lo que es. En la esencia del animal hay un elemento dualista. La planta es sólo planta; el animal, empero, es planta y además otra cosa.


51. El número real con que trabaja el matemático, el signo numérico, exactamente representado, hablado y escrito -cifra, fórmula, guarismo, figura-es ya, como la palabra pensada, dicha, escrita, un símbolo óptico, sensible y comunicable, una cosa que la visión interna y externa puede captar y en la que aparece realizada la limitación.


52. Lo que hoy llamamos economía nacional (economía política) está asentado sobre supuestos específicamente ingleses, La industria maquinista, desconocida de todas las demás culturas, ocupa su centro, como si esto fuera evidente, y domina por completo la conceptuación y la deducción de llamadas leyes, sin que los economistas se den cuenta de ello.

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