
Disfruta de estas 22 frases de "La borra del café"... El relato de la niñez y juventud del protagonista, se entrelaza con sus sueños y fantasías que van construyendo el desarrollo de su personalidad.
Índice
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en las frases y pensamientos de "La borra del café", de Mario Benedetti son: café, ternura, tener grandes sueños, crecimiento espiritual, verdadera felicidad, recordar, creer en el amor.
Frases de "La borra del café"
01. Las verdades a medias son sobre todo mentiras a medias.
02. Esos mundos cerrados y a la vez prohibidos, suelen tener un poder de atracción.
03. El pasado era una colección de presentes sellados; el futuro, una serie de presentes a emitir.
04. Por qué seré tan callado? Cuanto más hablan los que me rodean, menos ganas tengo de decir algo.
05. Sin embargo, el hecho de que un mito se desvaneciera en la niebla de nuestras frustraciones, no impedía que todos empezáramos a colaborar en un nuevo borrador de utopía.
06. La llamada me salió un platal, ya que cuando ella se calló, yo a mi vez me puse baboso y le dije una colección de zalamerías, totalmente extrañas a mi proverbial sobriedad amatoria.
07. A ver si ustedes dos no esperan a ser viejos para darse cuenta ¿Eh? La maravilla es lo que tienen ahora, no lo que recordarán más tarde, entre la neblina de la memoria llorosa.
08. Los ciegos, como no vemos los muros (apenas los tocamos), descubrimos, o tal vez inventamos, otra dimensión de la libertad, tenemos más tiempo que los videntes para pensar en ella. Nuestras nostalgias no son neutras.
09. El mundo se consumía y despedazaba en una guerra estúpida. Millones de muertos y yo ¿Qué hacía? ¿Qué hacía en esta mecedora contemplando la desolación del invierno desde mi propia desolación?
10. Ya sé que está mal, que debía haber pensado en los otros; hoy no lo habría hecho así, pero en aquella época era muy joven y aún no había aprendido a ser hipócrita.
11. No te avergüences de ninguna pregunta, si es sincera. Generalmente son las respuestas las más acreedoras de vergüenza, porque en ellas es más común que aparezca la doblez: que pienses algo pero digas lo contrario.
12. Habíamos hecho y deshecho el amor con una nueva, transformadora avidez, que no era sólo física; lo habíamos hecho con una dimensión del sentimiento que era distinta a la convocada por la conjura y la fascinación del tango.
13. La memoria del cuerpo no cae nunca en minucias. Cada cuerpo recuerda del otro lo que le da placer, no aquello que lo disminuye. Es una memoria entrañable, más, mucho más generosa que el tacto ya desgastado de las manos, harto contaminadas de rutina cotidiana.
14. No había pregunta de un cuerpo que no supiera o no pudiera responder el otro. ¡Hablábamos tan poco! Creo que teníamos miedo de que la palabra, al invadir nuestro espacio, nos trajera querellas, fracturas, desconfianzas. ¡Y el silencio era tan sabroso, era tan rico el tacto!
15. ¿Cómo querernos más? ¿Cómo saltar las vallas de la indiferencia? No quiero esperar a los velorios para valorar a mi gente cercana. Es cierto: la muerte está dentro de la vida. Pero la podemos mandar de vacaciones ¿No? Trabaja tanto, que bien se las merece. Y no la echemos de menos, de todos modos volverá, y cuando vuelva nos tocará en el hombro.
16. Después de todo, el germen del amor tendrá mejor pronóstico si se lo siembra en el surco del deseo.
17. Es virtualmente imposible que, después de varios tangos, dos cuerpos no empiecen a conocerse. En esa sabiduría, en ese desarrollo del contacto se diferencia el tango de otros pasos de baile que mantienen a los bailarines alejados entre sí o sólo les permiten roces fugaces que no hacen historia.
18. El hecho de que un mito se desvaneciera en la niebla de nuestras frustraciones, no impedía que todos empezáramos a colaborar en un nuevo borrador de utopía.
19. El Parque y mi infancia se fundieron en una imagen que también era gusto, olor, tacto, sonidos.
20. El abrazo del tango es sobre todo comunicación, y si hubiera que adjetivarla diría comunicación erótica, un prólogo del cuerpo-a-cuerpo que luego vendrá, o no, pero que en ese tramo figura en los bailarines como proyecto verosímil.
21. La pobre higuera está desconsolada y una de sus ramas se arrima cuando puede a la que era tu ventana, como buscándote.
22. Se sentó a mi lado, en la cama. "No tengas vergüenza de llorar. Hace bien. Elimina toxinas. Por eso las mujeres vivimos más que los hombres. Porque lloramos más". Su sabiduría me dejó pasmado. Sin embargo, saqué cuentas: el viejo no lloraba casi nunca y mamá sí, y sin embargo ella, a pesar de todas las toxinas que había eliminado, se iba a morir antes que él. De esta deducción no le dije nada a Rita, nada más que para no desanimarla.