11 frases de El lobo de mar (The sea-wolf) de Jack London... Exploración de la naturaleza humana y de la lucha por la supervivencia en condiciones extremas, de la mano de Humphrey van Weyden, un intelectual sofisticado que es rescatado después de un naufragio por un barco ballenero en el Océano Pacífico.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Jack London son: supervivencia del más apto, balleneros, náufrago, moralidad, el bien y el mal, brutalidad, violencia, condición humana.
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Frases de El lobo de mar Jack London
01. La necesidad de la independencia. Una defensa para el artista.
02. Me parecía un coro de lobos o de espíritus infernales...
03. Al llegar el verano, se entregaba a la existencia calurosa y polvorienta de la ciudad.
04. Las nieblas, los vientos, las mareas y el arte de navegar, para visitar a mi amigo.
05. Era esa fuerza que solemos asociar a las cosas primitivas, a las fieras y a los seres que imaginamos son el prototipo de los habitantes de nuestros árboles.
06. (...) Sentía cómo me sumergía en la inconsciencia, y trataba con la fuerza de mi voluntad de luchar contra aquella confusión que me ahogaba y las tinieblas que empezaban a envolverme.
07. El pánico en una multitud unida en cierto modo por la comunidad de intereses no es tan terrible como el pánico en la soledad, y este pánico es el que yo sufría ahora.
08. Fue una mirada indiferente, impremeditada, una de esas cosas casuales que hacen los hombres cuando no les llama particularmente otra tarea más inmediata, pero que, sin embargo, han de realizarla porque viven y necesitan hacer algo.
09. Por su semblante se difundió una luz suave y brillaron sus ojos como si allá en las profundidades de su ser sus antepasados se hubiesen animado y removido con el recuerdo de las propinas recibidas en vidas anteriores.
10. Por mi afición a la literatura, a las figuras y palabras enérgicas, me atrevo a decir que yo apreciaba mejor que ningún otro la vivacidad peculiar, la fuerza y la absoluta blasfemia de sus metáforas.
11. Y los hombres, simples átomos de luz y chispas, maldecidos, con un mismo gusto por el trabajo montados en sus construcciones de acera y madera, cruzan el corazón del misterio, abriéndose a tientas el camino por entre lo invisible, gritando y chillando en un lenguaje procaz, en tanto pesa en sus corazones la incertidumbre y el miedo.