Frases de Jack London: conexión entre la naturaleza y la humanidad, crítica social y la importancia de la identidad

Dadas las características del escritor Jack London, en sus textos se encuentran frases que exploran la relación entre la naturaleza y la humanidad (La llamada de la selva, Colmillo blanco). Estas frases pueden mostrar cómo las personas pueden aprender y crecer a través de la conexión con el mundo natural, y pueden enfatizar la importancia de la naturaleza en la vida humana.

Asimismo, se encuentran frases que describen las condiciones extremas en las que luchan los personajes de London, ya sea en el salvaje territorio del Yukón o en el mar abierto (El lobo de mar, En ruta). Estos fragmentos muestran el sufrimiento y el esfuerzo que implica sobrevivir en situaciones límite, y pueden reflejar la habilidad de los personajes para superar los obstáculos y las dificultades.

London aborda también temas sociales y políticos, como la lucha de los trabajadores y la crítica al capitalismo y al sistema social de la época (La quimera del oro, Martin Eden). Estos fragmentos muestran la visión crítica de London sobre la sociedad y la política de su tiempo, y pueden ser utilizadas para reflexionar sobre la situación social y política actual.

Finalmente, encontramos frases que describen a personajes marginados que luchan por encontrar su lugar en el mundo (Martin Eden). Esto muestra la importancia de la identidad y la superación personal, y pueden reflejar la habilidad de los personajes para encontrar amor y amistad en circunstancias difíciles.

Frases de Jack London

Los pensamientos fueron ordenadas por el año de publicación de sus obras.


La quimera del oro (1902)

Colección de relatos breves que tienen como eje la fiebre de oro surgida en Alaska que arrastró a muchos hombres hacia estas tierras inhóspitas y heladas.

Frases de Jack London en La quimera del oro

01. No recordaban ninguna canción del pasado, ni podían conjurar ninguna canción del futuro.

02. El silencio lo acorralaba y el miedo del Norte se apoderó de su corazón con dedos helados.

03. La naturaleza no era benévola con la carne. No se preocupaba en absoluto de esa cosa concreta llamada individuo. Su interés residía en la especie, en la raza.

04. Esperaba un largo camino y el corto día se negaba a rezagarse. La vida le llamaba, y las tareas de la vida, y no la muerte. Y él se hallaba muy cerca de la muerte.

05. ¿Por qué se aferraba a la vida? , se preguntó, dejando caer la astilla encendida sobre la nieve. Chisporroteó y se apagó. El círculo gruñó inquieto, pero se mantuvo firme. Otra vez vio la parada del alce. Koskoosh dejó caer cansadamente su cabeza sobre las rodillas. ¿Qué importaba después de todo? ¿No era ley de vida?

06. Los muertos salían ahora de sus tumbas con más frecuencia y rara vez lo abandonaban, ya estuviera despierto o dormido.

07. De vez en cuando tenían momentos de lucidez y, durante uno de estos intervalos, dividieron equitativamente la manzana de la discordia: el azúcar.

08. En sus sueños se le acercaban desde el frío y se le metían entre las mantas y le contaban los trabajos y sufrimientos que les había causado la muerte.

09. (...) Sin duda, en los comienzos del mundo estaba escrito este final, para él, tan fino y sensible, con los nervios a flor de piel, que era un soñador, un poeta, un artista.

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La llamada de la selva (1903)

Los instintos primitivos de Buck vuelven tras una serie de sucesos que le ocurren cuando lo ponen a tirar de un trineo en el Yukón durante la fiebre del oro en Klondike (Canadá).

Frases de Jack London en La llamada de la selva

01. El amor, un genuino amor apasionado, lo invadió por vez primera.

02. Estaban vivos a medias, o quizá menos. No eran más que bolsas de huesos en las que todavía alentaba un débil soplo vital.

03. Había aprendido la lección y no la olvidaría en su vida... Un hombre con un garrote era el que dictaba la ley, un amo a quien se obedece, aunque no necesariamente se acepte.

04. La vida fluía a través de él en espléndido torrente, gozoso y desenfrenado, y daba la impresión de que de puro éxtasis acabaría desbordándose y desparramándose con generosidad sobre el mundo.

05. Su astucia era la del lobo, una astucia salvaje; su inteligencia, la inteligencia del pastor escocés y el san bernardo; y esta conjunción, añadida a la experiencia adquirida en la más feroz de las escuelas, lo convertían en una criatura tan formidable como las que habitaban la selva.

06. El fantasmal silencio del invierno había dado paso al intenso murmullo primaveral del despertar de la vida.

07. Tenía la fidelidad y la devoción nacidas al amparo del fuego y del techo, pero había conservado la ferocidad y la astucia.

08. (...) Estaba sondeando las profundidades de su naturaleza y de aquellos elementos de su naturaleza que surgían de honduras más profundas, que se remontaban a las entrañas del tiempo.

09. Todas y cada una de las horas estuvieron llenas de conmoción y sorpresas. Lo habían arrancado de golpe del centro de la civilización y lo habían arrojado bruscamente al corazón mismo de lo primitivo.

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El lobo de mar (1904)

Exploración de la naturaleza humana y de la lucha por la supervivencia en condiciones extremas, de la mano de Humphrey van Weyden, un intelectual sofisticado que es rescatado después de un naufragio por un barco ballenero en el Océano Pacífico.

Frases de Jack London en El lobo de mar

01. Me parecía un coro de lobos o de espíritus infernales...

02. Las nieblas, los vientos, las mareas y el arte de navegar, para visitar a mi amigo.

03. Fue una mirada indiferente, impremeditada, una de esas cosas casuales que hacen los hombres cuando no les llama particularmente otra tarea más inmediata, pero que, sin embargo, han de realizarla porque viven y necesitan hacer algo.

04. La necesidad de la independencia. Una defensa para el artista.

05. Al llegar el verano, se entregaba a la existencia calurosa y polvorienta de la ciudad.

06. Era esa fuerza que solemos asociar a las cosas primitivas, a las fieras y a los seres que imaginamos son el prototipo de los habitantes de nuestros árboles.

07. El pánico en una multitud unida en cierto modo por la comunidad de intereses no es tan terrible como el pánico en la soledad, y este pánico es el que yo sufría ahora.

08. (...) Sentía cómo me sumergía en la inconsciencia, y trataba con la fuerza de mi voluntad de luchar contra aquella confusión que me ahogaba y las tinieblas que empezaban a envolverme.

09. Por mi afición a la literatura, a las figuras y palabras enérgicas, me atrevo a decir que yo apreciaba mejor que ningún otro la vivacidad peculiar, la fuerza y la absoluta blasfemia de sus metáforas.

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Colmillo Blanco (1906)

Historia de un lobo salvaje en el Territorio del Yukón y su transformación gradual en un perro domesticado, y muestra cómo la crueldad y la bondad pueden coexistir en el mismo ser.

Frases de Jack London en Colmillo Blanco

01. Todo lo que tiene vida gusta de la fuerza.

02. No todo era libertad en el mundo, (...) la vida tenía sus limitaciones, y estas eran leyes.

03. La vida vivía de la vida. Existían seres que comían y otros que eran comidos. La ley era: devora o te devorarán.

04. De esta persecución en manada aprendió dos cosas importantes: cómo mantenerse hábilmente a la defensiva en ataques en masa contra él dirigidos, y cómo causarle a un solo perro el mayor daño posible en el más breve tiempo.

05. En sus mordiscos había algo de jugueteo cariñoso que los hacía inofensivos.

06. Sobre la nieve iban quedando las anchas y cubiertas marcas de las robustas patas de los lobos, que, al tocarla, lo hacían tan suavemente como si fueran de terciopelo.

07. Un profundo silencio reinaba sobre la tierra. La tierra misma estaba desolada, yerma, sin movimiento, tan solitaria y fría que su espíritu no era ni tan siquiera el de la tristeza.

08. La comadreja no soltó ni un momento su presa. Allí se quedó colgando del cuello, y esforzándose en hundir más y más los dientes hasta que llegaran a la gran vena en que hervía la sangre de la cual dependía la vida del cachorro.

09. En cuclillas, cara a cara con el animal, lo acariciaba cariñosamente, le restregaba con suavidad las orejas, el cuello y los lomos, y daba en ellos amistosos golpecitos, que eran contestados con gruñidos de satisfacción, más pronunciados que nunca.

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En ruta (1907)

Conjunto de relatos autobiográficos que comienza con el recorrido del autor en tren por los Estados Unidos, donde mendiga la comida y realiza peripecias para viajar de polizón.

Frases de Jack London en En ruta

01. Tirarle el hueso al perro no es caridad. Caridad es compartir el hueso con el perro cuando se está tan hambriento como él.

02. Resulta que soy un organismo bastante fluido, con la suficiente congenialidad con la vida como para encajar en prácticamente cualquier lugar.

03. El vagabundo nunca sabe lo que va a ocurrir un momento después; por tanto, vive únicamente en el momento presente. Ha aprendido la futilidad de los esfuerzos dirigidos y conoce las delicias de dejarse llevar por los caprichos del Azar.

04. Hicimos una colecta entre todos y mandamos un telegrama a las autoridades locales. El mensaje decía que ochenta y cinco vagabundos hambrientos y sanos llegarían alrededor del mediodía y que sería una buena idea tenerles el almuerzo preparado.

05. Era una página leída y pasada; estaba ocupado con una nueva página, y cuando la locomotora silbara en la cuesta aquella página terminaría también y comenzaría otra; y así transcurre el libro de la vida, página tras página y así interminablemente... mientras se es joven.

06. Tal vez el mayor encanto de la vida del vagabundo sea la ausencia de monotonía. En el mundo de los vagabundos, la vida cobra un rostro proteico: es una fantasmagoría siempre cambiante, donde lo imposible ocurre y lo inesperado te asalta agazapado tras los matorrales en cada recodo del camino.

07. El hombre cortó en seco mi demanda de algo para comer con la réplica: -No creo que estés dispuesto a trabajar. Bueno, eso era irrelevante. Yo no había hablado para nada de trabajo. El tema de conversación que había introducido era "comida". En realidad, yo no quería trabajar. Quería tomar el expreso hacia el oeste aquella misma noche.

08. En el asiento de detrás, enganchado a la cadena por la muñeca, había un hombre achaparrado, corpulento y musculoso. Estaba entre los treinta y cinco y los cuarenta años. Lo estudié con la mirada. En las comisuras de sus ojos vi humor, risa fácil y amabilidad. En cuanto al resto, era una bestia, totalmente inmoral, con toda la pasión y la túrgida violencia de la bestia.

09. A veces he sostenido (en tono de broma, según creen mis oyentes) que el principal rasgo que distingue al hombre de los demás animales es que el hombre es el único animal que maltrata a las hembras de su especie. Es algo de lo que no será jamás culpable ningún lobo ni ningún coyote cobarde. Es algo que ni siquiera hará el perro, por más degenerado que esté por la domesticación.

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Martin Eden (1909)

Novela crítica a la sociedad y a la estructura social de la época, y muestra la lucha de un hombre por encontrar su lugar en el mundo y su propia identidad.

Frases de Jack London en Martin Eden

01. ¿De qué era capaz? ¿Hasta dónde podría llevarlo?

02. Un hombre que tenga voluntad puede elevarse por encima de su ambiente.

03. Las mentes limitadas sólo son capaces de reconocer las limitaciones en los otros.

04. Si la vida era algo más para él, entonces le correspondía exigirle más a la vida.

05. No soy más que un tipo rudo y nunca he tenido contacto con la buena sociedad.

06. Él tendría que vivir toda una vida preliminar para poder aprender a ser cortés.

07. Habían estado estudiando la vida en los libros, mientras que él había estado ocupado viviendo la vida.

08. Nunca había soñado siquiera que los fondos del conocimiento humano tuvieran unas dimensiones tan grandes.

09. Sólo fue un momento, pero para él fue un momento largo, durante el cual su sangre se volvió vino y cantó en sus venas.

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Jack London

Jack London - Sus mejores frases

Jack London (1876 -1916): Escritor, novelista y dramaturgo estadounidense.

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