Frases del libro "El infinito en un junco" de Irene Vallejo

El infinito en un junco

Disfruta de estas 34 frases de "El infinito en un junco"... Ensayo que narra 30 siglos de la historia de los libros: su fabricación y las primeras bibliotecas, y lo relaciona con la historia, desde los campos de batalla de Alejandro hasta el laberinto subterráneo de Oxford en 2000.

Índice

Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en las frases y pensamientos de "El infinito en un junco", de Irene Vallejo son: amor por los libros, extinción, historia de la humanidad, historia universal, lectura, libros sobre libros, pedagogía, placer de leer, poder de las palabras, uso de las palabras, auschwitz, gulag.

Frases de "El infinito en un junco"

01. La política redibuja los mapas culturales.


02. El futuro avanza siempre mirando de reojo al pasado.


03. Todos los paraísos son así, humildes y transitorios


04. En Alejandría, los libros eran combustible para las pasiones.


05. En aquel tiempo, el "olor de santidad" era fétido.


06. Leer es siempre un traslado, un viaje, un irse para encontrarse.


07. Todos estamos muy dispuestos a considerarnos superiores. En eso somos iguales.


08. Las generaciones futuras tienen derecho a reclamarnos el relato del pasado.


09. Hay mucha más pedagogía en la inquietud que en el alivio.


10. La lectura, como una brújula, le abría los caminos de lo desconocido.


11. Creo que los libros describen a las personas que los tienen entre las manos.


12. Leer es un ritual que implica gestos, posturas, objetos, espacios, materiales, movimientos, modulaciones de luz.


13. Como decía una viñeta de El Roto: "Las civilizaciones envejecen; las barbaries se renuevan".


14. En un mundo caótico, adquirir libros es un acto de equilibrio al filo del abismo.


15. Reunir todos los libros existentes es otra forma -simbólica, mental, pacífica- de poseer el mundo.


16. Ciertas lecturas son una forma de derribar barreras, ciertas lecturas nos recomiendan al desconocido que las ama.


17. La infancia se estaba rompiendo, dejaba huecos en mi cuerpo y añicos blancos por el camino.


18. En cierto sentido, todos los lectores llevamos dentro íntimas bibliotecas clandestinas de palabras que nos han dejado huella.


19. Si alguien lee para ti, desea tu placer; es un acto de amor y un armisticio en medio de los combates de la vida.


20. Donde los documentos se eliminan y los libros no circulan libremente, es muy fácil modificar a placer, impunemente, el relato de la historia.


21. Cada vez que hemos despertado del sueño de nuestras revoluciones o de la pesadilla de nuestras catástrofes humanas, el libro seguía ahí.


22. La pasión del coleccionista de libros se parece a la del viajero. Toda biblioteca es un viaje; todo libro es un pasaporte sin caducidad.


23. El libro debe ser portátil, debe favorecer la intimidad de quien escribe y lee, debe acompañar a los lectores y caber en su equipaje.


24. El propio Frankl escribiría después que, paradójicamente, soportaban mejor la vida en Auschwitz muchos intelectuales, pese a tener peor condición física.


25. El eco de estas ideas griegas resuena en la que me parece una de las frases más bellas del evangelio: "una palabra tuya bastará para sanarme".


26. Los más vulnerables no encontrarán ayuda ninguna en las leyes, esa telaraña que atrapa a las moscas pero deja pasar a los pájaros de cuidado.


27. Con el paso de los siglos, las cerradas junglas de letras por las que se avanzaba sudoroso, machete en mano, se fueron convirtiendo en ordenados jardines de palabras para tranquilos paseantes.


28. El alfabeto de mi infancia, el que me observa ahora mismo desde las hileras oscuras del teclado de mi ordenador, es una constelación de letras errantes que los fenicios embarcaron en sus naves.


29. Los libros tienen voz y hablan salvando épocas y vidas. Las librerías son esos territorios mágicos donde, en un acto de inspiración, escuchamos los ecos suaves y chisporroteantes de la memoria desconocida.


30. La invención de los libros ha sido tal vez el mayor triunfo en nuestra tenaz lucha contra la destrucción (... ) Debemos a los libros la supervivencia de las mejores ideas fabricadas por la especie humana.


31. Imaginemos por un instante que cada uno de nosotros tuviéramos que dedicar meses enteros de nuestra vida a hacer copias a mano, palabra por palabra , de nuestros libros más queridos, para evitar su extinción. ¿Cuántos se salvarían?


32. Preferimos ignorar que el progreso y la belleza incluyen dolor y violencia. En consonancia con esa extraña contradicción humana, muchos de esos libros han servido para difundir por el mundo torrentes de palabras sabias sobre el amor, la bondad y la compasión.


33. Sabían que la lectura es una fuerza que requiere apenas unas pocas palabras para resultar aplastante. Alguien que es capaz de leer una frase es capaz de leerlo todo; una multitud analfabeta es más fácil de gobernar. Dado que el arte de leer no puede desaprenderse una vez que se ha adquirido, el mejor recurso es limitarlo. Por todos esos motivos había que prohibir la lectura.


34. La riqueza es una dádiva de la suerte, que la quita y la da. La gloria es inestable. La belleza es efímera; la salud, inconstante. La fuerza física cae presa de la enfermedad y la vejez. La instrucción es la única de nuestras cosas que es inmortal y divina. Porque solo la inteligencia rejuvenece con los años y el tiempo, que todo lo arrebata, añade a la vejez sabiduría.

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