
16 frases de El hombre que confundió a su mujer con un sombrero (The man who mistook his wife for a hat) de Oliver Sacks... Veinte historiales médicos de pacientes perdidos en el mundo extraño y aparentemente irremediable de las enfermedades neurológicas.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Oliver Sacks son: casos clínicos, neurociencia, neurología, divulgación científica, funcionamiento del cerebro, basado en hechos reales, amnesia, enfermedad mental, ciencia cognitiva.
Frases de Oliver Sacks Libros de Oliver Sacks
Frases de El hombre que confundió a su mujer con un sombrero Oliver Sacks
01. ¿Hay alguna razón, hemos de preguntarnos, por la que canciones concretas (o escenas) sean "seleccionadas" por pacientes concretos para reproducirlas en sus ataque alucinatorios?
02. Si un hombre ha perdido una pierna o un ojo, sabe que ha perdido una pierna o un ojo; pero si ha perdido el yo, si se ha perdido a sí mismo, no puede saberlo, porque no está allí ya para saberlo.
03. El juicio es la facultad más importante que tenemos. Un animal, o un hombre, pueden arreglárselas muy bien sin "actitud abstracta" pero perecerán sin remedio privados de juicio. El juicio debiera ser la primera facultad de la vida superior o de la mente, y sin embargo la neurología clásica (computacional) lo ignora o lo interpreta erróneamente. Y si investigásemos cómo pudo llegarse a una situación tan absurda, veríamos que es algo que nace de los supuestos, o de la evolución, de la propia neurología.
04. Nuestras "valoraciones", nuestros enfoques, son ridículamente impropios. No nos muestran más que déficits, no nos muestran potencialidades; Sólo nos muestran rompecabezas y esquemas, cuando necesitamos ver música, narración, juego, un ser comportándose espontáneamente a su propio modo natural.
05. La clínica, el laboratorio, el pabellón hospitalario están concebidos para reprimir y centrar la conducta, y hasta para excluirla totalmente, en realidad. Son adecuados para una neurología sistemática y científica, reducida a tareas y pruebas fijadas, no para una neurología abierta, naturalista.
06. El hemisferio izquierdo es más complejo y está más especializado, es una excrecencia muy tardía del cerebro primate, y sobre todo del homínido. Por otra parte, el hemisferio derecho es el que controla las facultades cruciales de reconocimiento de la realidad con que ha de contar todo ser vivo para sobrevivir. El hemisferio izquierdo es como una computadora adosada al cerebro básico del ser humano, está dotado de programas y esquemas.
07. Un motivo importante de este menosprecio del hemisferio derecho, o "menor", como siempre se le ha llamado, es que si bien resulta fácil demostrar los efectos de lesiones de localización diversa en el lado izquierdo, los síndromes del hemisferio derecho son mucho menos claros. Se consideraba, en general de modo despectivo, que era más "primitivo" que el izquierdo, la flor exclusiva de la evolución humana.
08. Para ser nosotros mismos hemos de tenernos a nosotros mismos, hemos de poseer, de reposeer si es preciso, nuestras historias biográficas. Hemos de "recolectar" nosotros mismos, recolectar el drama interior, la narración, la nuestra, la de nosotros mismos. El individuo necesita esa narración, una narración interior continua, para mantener su identidad, su yo.
09. (...) Por supuesto el cerebro es una máquina y un ordenador: todo lo que dice la neurología clásica es válido. Pero los procesos mentales, que constituyen nuestro ser y nuestra vida, no son sólo abstractos y mecánicos sino también personales...Y, como tales, no consisten sólo en clasificar y establecer categorías, entrañan también sentimientos y juicios continuos. Si no los hay, pasamos a ser como un ordenador.
10. Y aunque igualmente natural e innata para el entendimiento humano en expansión, la narrativa viene primero, tiene prioridad espiritual. Los niños muy pequeños gustan mucho de cuentos y relatos y los piden, y pueden entender cuestiones complejas expuestas como cuentos y fábulas, cuando su capacidad para captar conceptos generales, paradigmas, es casi inexistente. Esta capacidad simbólica o narrativa es la que aporta un sentido del mundo (una realidad concreta en la forma imaginativa de símbolo y relato) cuando el pensamiento abstracto no puede proporcionar ninguno.
11. (...) Así pues, la víctima del supertourettismo se ve obligada a luchar, como no se ve obligado ningún otro, simplemente para sobrevivir...Para convertirse en un individuo, y sobrevivir como tal, frente a un impulso constante. Puede tener que afrontar, desde la más temprana infancia, barreras extraordinarias a la individuación, a la posibilidad de convertirse en una persona real. Lo milagroso es que en la mayoría de los casos lo consigue...Pues la capacidad de supervivencia, la voluntad de sobrevivir, y de sobrevivir como individuo único e inalienable, es, no cabe duda alguna, la más fuerte de nuestro yo: más que cualquier impulso, más que la enfermedad. La salud, la salud militante, es normalmente la que triunfa.
12. Día a día, semana a semana, los sueños, las visiones, se hicieron más frecuentes, más profundos. No eran ya esporádicos, sino que ocupaban la mayor parte del día. La veíamos como arrebatada, como en un trance, los ojos cerrados a veces, otras abiertos pero mirando sin ver, y siempre con una sonrisa dulce, misteriosa en la cara. Si alguien se acercaba a ella o le preguntaba algo, como tenían que hacer las enfermeras, ella respondía inmediatamente, con lucidez y cortesía, pero se tenía la sensación, incluso entre el personal más prosaico, de que estaba en otro mundo y de que no debíamos molestarla. Yo compartía este sentimiento y, aunque sentía curiosidad, me resistía a indagar. Una vez, sólo una vez, le dije: - ¿Qué pasa, Bhagawhandi? -Me estoy muriendo -contestó-. Me voy a casa. Regreso al lugar del que vine... Sí, podríamos decir que es mi regreso. Pasó otra semana y entonces dejó de reaccionar ya a los estímulos externos, parecía completamente encerrada en un mundo propio y, aunque tenía los ojos cerrados, aún seguía presente en su rostro aquella sonrisa serena y feliz. -Está haciendo su viaje de regreso -decía el personal-. Pronto llegará allí. Tres días después murió... ¿O deberíamos decir "llegó", después de completar su viaje a la India?
13. Es un hombre sin pasado (ni futuro), atrapado en un instante sin sentido que cambia sin cesar...
14. Un hombre no es sólo memoria. Tiene sentimiento, voluntad, sensibilidad, yo moral... Es ahí.. .Donde puede usted conmoverlo y producir un cambio profundo.
15. (...) Se encontraba a sí mismo, encontraba continuidad y realidad en el carácter absoluto del acto y de la atención espiritual.
16. La ciencia empírica, el empirismo, no tiene en cuenta al alma, no tiene en cuenta lo que constituye y determina el yo personal.