25 frases de Alguien voló sobre el nido del cuco (One flew over the cuckoo's nest) de Ken Kesey... "¡Otro para el nido del cuco!" gritan ante la llegada de un nuevo paciente. Una mordaz crítica a la represión y el control que ejerce el estado sobre los ciudadanos.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Ken Kesey son: institución mental, lsd, programa experimental, manicomio, abuso de poder, falta de libertad, control de la población, alienación, represión, coacción totalitaria, manipulación de la conciencia, dignidad del ser humano.
Frases de Alguien voló sobre el nido del cuco Ken Kesey
01. Es preciso reírse de las cosas para mantener el equilibrio.
02. (...) Es maestra en el arte de poner al descubierto la libido temblorosa...
03. Ya saben, "El que no marca el paso es que oye otro tambor".
04. En cualquier situación suele existir una persona cuyo poder jamás debemos subestimar.
05. Hay un poco de niebla, pero no me esconderé tras ella. No... nunca más...
06. Somos orates del hospital que hay aquí cerca, psicocerámicas, los cacharros rotos de la humanidad.
07. ¿Si me muestro amable con ella, no se enfurecerá y me hará electrocutar, aunque insinúe algo?
08. En este país, cuando algo no funciona, todos se inclinan por la solución más rápida.
09. Nadie se queja de la niebla. Ahora ya sé por qué: aunque resulte molesta, permite hundirse en ella y sentirse seguro.
10. Nunca resulta agradable limpiar la sala del personal. Nadie creería las cosas que he llegado a limpiar durante esas reuniones.
11. (...) Resulta divertido contemplar cómo el demonio le da una paliza a la marioneta y después se la traga un cocodrilo sonriente...
12. Tuve la vaga impresión de que comenzaba a encontrarme en situación de poder ver algo del lado bueno de la vida...
13. (...) Al igual que el que vive cerca de una cascada acaba por no oír el sonido del agua. ¿Cree que si viviera cerca de una casca da la oiría durante mucho tiempo?
14. Si no estamos alerta la gente nos obliga de un modo u otro a hacer lo que ellos creen que deberíamos hacer, o bien a ponernos tercos y hacer exactamente lo contrario, por puro despecho.
15. Las estrellas próximas a la luna tenían un brillo pálido; éste se hacía más intenso cuanto más apartadas se hallaban del círculo de luz donde enseñoreaba la gigantesca luna.
16. Nuestra querida enfermera jefe es de las pocas con la fuerza de espíritu suficiente para defender tan grande y antigua tradición faulkneriana en el campo del tratamiento de los desechos de la cordura: la Cauterización del Cerebro.
17. (...) La Gran Enfermera tiene tendencia a alterarse mucho cuando algo impide que su equipo funcione como una máquina bien aceitada, exacta, de precisión. Cualquier objeto desordenado o fuera de lugar o en medio del paso la convierte en un blanco hatillo de sardónica furia.
18. Jamás se me había ocurrido que la enfermedad mental podía tener una faceta de poder, poder. Te das cuenta: es posible que cuanto más loco esté un hombre, mayor poder pueda adquirir. Hitler sería un ejemplo. Increíble, ¿Verdad? Buena materia de reflexión.
19. (...) Tenía los hombros, los senos y las caderas demasiado anchos y su sonrisa era demasiado franca y abierta para poder considerarla hermosa, pero era bonita, se la veía sana y llevaba colgada de un largo dedo el asa de una garrafa de vino tinto que balanceaba como si fuese un bolso.
20. Una vez logré esconder una de esas mismas cápsulas rojas bajo la lengua, hice ver que me la tragaba y después la abrí en el armario de las escobas. Por un instante, antes de que todo se convirtiera en polvillo blanco, logré ver que contenía un elemento electrónico en miniatura.
21. Me hundí en el asiento, con una sensación de plenitud y satisfacción, mientras bebía la cerveza a pequeños sorbos; oía cómo me bajaba la cerveza por el cuerpo: sssst-sssst. Había olvidado que podían existir sonidos y sabores agradables como el sonido y el sabor de una cerveza al tragarla.
22. Tiene unas manos tan largas y blancas y finas que me dan la impresión de haberse modelado la una a la otra con jabón, y a veces se desprenden y revolotean frente a él como dos blancos pájaros hasta que se da cuenta y las aprisiona entre sus rodillas; le molesta poseer unas manos bonitas.
23. ¿Quién cree ser el más loco de todos? ¿Quién es el peor lunático? ¿Quién organiza estas partidas de cartas? Es mi primer día aquí y me gustaría producirle una buena impresión al jefe, si es capaz de demostrarme que él es quien manda aquí. ¿Quién es el gran lunático de esta sala?
24. La Gran Enfermera puede hacer marchar el reloj de la pared a la velocidad que desee, le basta hacer girar uno de los mandos de la puerta de acero. (...) Las escenas que se proyectan en las pantallas que tenemos por ventanas muestran rápidas variaciones de luz para indicar que es la mañana, el mediodía, o la noche, la luz y la oscuridad se suceden velozmente y todo el mundo enloquece al intentar seguir el ritmo de ese tiempo ficticio.
25. (...) Me temo clava la aguja en el tapón de goma de la ampolla y tira del émbolo, que eso es exactamente lo que piensa hacer el nuevo paciente: imponerse. Es lo que solemos llamar un "manipulador", señorita Flinn, un hombre que se aprovecha de todo y de todos para sus propios fines. (...) A veces lo único que se propone un manipulador es simplemente desorganizar la galería por el puro gusto de hacerlo. Existen personas así en nuestra sociedad. Un manipulador puede influir a los demás pacientes y perturbarlos hasta el punto de que tal vez se requieran meses para que todo vuelva a marchar bien.