Frases de Así habló Zaratustra - 2

33. Apenas si me vino ella más que como un abrir y cerrar de ojos divinos, como instante.


34. No permitáis que alcen vuelo, abandonando las cosas terrenas, y con sus alas golpeen contra paredes eternas.


35. La verdad es que amamos la vida, no porque estemos acostumbrados a ella, sino porque estamos acostumbrados al amor.


36. Dotado de facciones más divinas resurge, y seduce precisamente por su sufrimiento; y os agradecerá por haberlo derribado.


37. En un tiempo el espíritu fue Dios, luego se hizo hombre, y ahora hasta se ha hecho plebe.


38. Y es que nada hay tan difícil como cerrar por amor la mano abierta y avergonzarse de su generosidad.


39. Lenta es la experiencia de todos los pozos profundos; tardan mucho en saber lo que ha caído a su fondo.


40. Y aun la ceguera del ciego y su andar a tiento han de dar fe del poder del sol que miró...


41. No alrededor de los inventores de estrépito nuevo, sino en torno de los inventores de valores nuevos gira el mundo, silenciosamente.


42. Mas precisamente para el héroe lo bello es lo más difícil. Inaccesible es la belleza a todas las voluntades impetuosas.


43. En la montaña el camino más corto es de cima en cima; pero para eso hay que tener las piernas largas.


44. Hay siempre un poco de locura en el amor. Más también hay siempre un poco de razón en la locura.


45. Y el que apetezca la gloria debe despedirse a tiempo del honor y dominar el arte difícil de irse en el momento oportuno.


46. Dos cosas quiere el hombre de verdad: el peligro y el juego. Por eso quiere la mujer, que es el juguete más peligroso.


47. Pero una cosa es el pensamiento, otra la acción, y otra la imagen de la acción. La rueda del motivo no gira entre ellas.


48. Quiero sacar a luz todos los secretos de vuestro fondo; y cuando estéis expuestos, escarbados, al sol, también vuestra mentira estará separada de vuestra verdad.


49. Mas todos los poetas creen que quién tendido en el pasto aguza el oído se entera un poco de las cosas que existen entre el cielo y la tierra.


50. El ideal, se seduce a si mismo el seducido, seria amar a la tierra como la ama la luna, y palpar su belleza únicamente con la mirada. Y el no pedir de las cosas más que poder estar tendido ante ellas...


51. Cuando Zaratustra llegó a la primera ciudad, situada al borde de los bosques, encontró reunida en el mercado una gran muchedumbre: pues estaba prometida la exhibición de un volatinero. Y Zaratustra habló así al pueblo: Yo os enseño el superbombre. El hombre es algo que debe ser superado. ¿Qué habéis hecho para superarlo?

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