Escribir bien es gloria y mérito de algunos hombres, de otros sería gloria y mérito no escribir nada.
Es una cosa bastante repugnante el éxito. Su falsa semejanza con el mérito engaña a los incautos.
Nunca he engañado a mi mujer. No es ningún mérito: la amo.
Dios, dicen, está en todas partes. No tiene gran mérito: la coca-cola también.
El único animal capaz de reírse de si mismo es el ser humano. No tiene ningún mérito: es el único que da motivos para ello.
Mi mérito, si tengo alguno, es reconocer el talento. No lo he descubierto, sólo he estimulado a los que lo tienen, lo que es diferente.
No hay mejor mérito que saber aprovechar todas las oportunidades.
Una blandura que no enternece, una energía que no fortalece nada, una concisión que no dibuja ningún tipo de rasgos, un estilo del cual no emanan ni sentimientos ni imágenes ni pensamientos no posee ningún mérito.
Entre la estima y el desprecio hay, en literatura, un intervalo y un camino bordeado de éxito sin gloria que se obtiene también sin mérito.
Lo que es dudoso o mediocre necesita del consenso para agradar a su autor; pero lo que es perfecto lleva en sí la convicción de su belleza, de su mérito.
Ellos tienen la reputación de bello espíritu sin tener el mérito ni el carácter...
Confesar el mérito de otro es probar que uno lo tiene. Negarlo injustamente, prueba que no pudiendo uno elevarse, pugna por poner a todo el mundo a su nivel.