Por nada del mundo quería dejar traslucir su ignorancia total sobre tales cuestiones. Tampoco quería que se le notara el enojo que le producía que un empresario que no hacía nada más que manejar pa-peles tuviera semejantes beneficios económicos, mientras que él, que trabajaba doce horas diarias sobre el corazón de las personas, se veía en figurillas para conservar en buen estado su Mercedes de diez años de antigüedad. "Toxina" (1998), Robin Cook