01. Conserva por siempre esa chispa para que ilumine por siempre tu ser, nunca ceses de buscar y siempre podrás encontrar.
02. Entre la razón y el corazón, haz lo que tu corazón debe hacer, finalmente es lo más bello de nuestro ser, nuestro propio sentir.
03. Maestro es aquél que forja la inteligencia y la voluntad que hace que surja la obra maestra que existe en cada uno de sus alumnos.
04. Atreverse es ser optimista, formar parte de la resistencia que forman los seres extraordinarios, quienes logran construir y avanzar.
05. El desafío forma al triunfador y no cabe desafío sin riesgo al fracaso, pues el éxito y el fracaso son un tejido de la misma textura.
06. El que ve más que los otros es un líder, el que profetiza y vaticina, el que inspira y señala con su brazo en alto, el que no se contenta con lo posible, sino con lo imposible.
07. Pregúntate, ¿A quién amas? Y decide aceptarlo así como es, y si no es así deja ya de atormentarlo, libérate y libéralo, el amor es ante todo aceptación y un altar a la libertad.
08. Comprender es entender lo que ya no necesitamos perdonar, perdonar es comprender la inmensidad de la bondad, bondad es generosamente dar lo que sin límites guardamos en el corazón.
09. La única garantía que tenemos para conservar a los seres que amamos, es nunca dejarlos de hechizar con esas pequeñas atenciones que cautivan el corazón. Atreverse a ser libre es atreverse a dar libertad.
10. Ser joven significa ser dueños de nuestra vida, de nuestro presente y estar dispuestos a desafiar nuestro porvenir; aceptar las circunstancias sin envidiar ni protestar; admitir la maravilla que somos y lánzanos a conquistar nuestro propio destino.
11. Desafío es mantenerse altivo y desafiante ante la adversidad y agradecido ante la victoria; no se tiene rivales a quien vencer, pues se está convencido que para triunfar no se requiere derrotar a otro, su máxima victoria es la conquista de sí mismo;
12. El jefe maneja a la gente; el líder la prepara. El jefe masifica a las personas, las convierte en número y en fichas deshumaniza súbdito por súbdito hasta quedarse con un rebaño sin rostro ni iniciativa. El líder conoce a cada uno de sus colaboradores, los trata como personas, no los usa como cosas.