01. La vida no se mantiene por sí misma. Aquel que nos la ha dado, ha dejado a cargo nuestro el cuidado de mantenerla, desarrollarla y perfeccionarla.
02. La coerción sobre los ciudadanos es la esencia misma del gobierno, pero sólo es legítima esa coerción cuando se trata de proteger los derechos de todos.
03. La quimera de hoy es la de enriquecer a todas las clases, las unas a expensas de las otras; es la de generalizar la expoliación bajo el pretexto de organizarla.
04. Nada ingresa al tesoro público, para beneficio de un ciudadano o de una clase, que no sea aquello que otro ciudadano u otras clases han sido forzados a poner en él.
05. La sociedad es el conjunto de servicios que los hombres prestan por la fuerza o voluntariamente los unos a los otros, es decir, servicios públicos y servicios privados.
06. (...) Más aún, puede afirmarse que gracias a la no intervención del Estado en los asuntos privados, las necesidades y las satisfacciones se desarrollarían en el orden natural.
+ Frases de Intervención estatal
07. (...) Como los servicios que el Estado nos presta son una imposición, los servicios que nos exige en pago también son una imposición, y muy apropiadamente se les llama impuestos.
08. Los servicios públicos despojan a los ciudadanos de su libertad, desde la doble perspectiva de lo que se entrega y lo que se recibe.
+ Frases de Servicios públicos
09. En la medida en que una categoría de necesidades, y sus correspondientes satisfacciones, permanece en el dominio de la libertad, cada cual establece al respecto su propia norma y la modifica a voluntad.
10. ¿Qué puede hacer el gobierno provisional? ¡Ay! Lo que se hace siempre en coyunturas parecidas: prometer y ganar tiempo. No faltaba más, y para dar a sus promesas más solemnidad, las fija en sus decretos.
11. El mal economista persigue un beneficio inmediato que será seguido de un gran mal en el futuro, mientras que el verdadero economista persigue un gran bien para el futuro, aun a riesgo de un pequeño mal presente.
12. El progreso de la inteligencia, del sentido común y de las costumbres nos acerca poco a poco a esa bella proporcionalidad, al colocar cada servicio en el sitio que moralmente le corresponde, si puedo expresarlo así.