01. Entre el clavel y la rosa, su majestad es coja.
02. Hay libros cortos que, para entenderlos como se merecen, se necesita una vida muy larga.
03. La soberbia nunca baja de donde sube, pero siempre cae de donde subió.
04. No hace la codicia que suceda lo que queremos, ni el temor que no suceda lo que recelamos.
05. Lo mucho se vuelve poco con desear otro poco más.
06. Muchos son buenos si se da crédito a los testigos; pocos si se toma declaración a su conciencia.
07. La posesión de la salud es como la de la hacienda, que se goza gastándola, y si no se gasta no se goza.
08. Nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar y no de vida y de costumbres.
09. Qué plaga, qué aburrimiento, qué tedio es tener que tratarse con ellas mayor tiempo que los breves instantes en que son buenas para el placer.
10. Quien no ama con todos sus cinco sentidos a una mujer hermosa, no estima a la naturaleza su mayor cuidado y su mayor obra.
11. Todos los que parecen estúpidos, lo son y, además también lo son la mitad de los que no lo parecen.
12. Todos anhelamos llegar a viejos y todos hemos negado que ya hemos llegado.