10 frases de The master (The master) de Colm Tóibín... Libro de Colm Tóibín.
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Frases de The master Colm Tóibín
01. Por primera vez en muchos años, sintió la profunda tristeza del exilio, sabiendo que aquí estaba solo, que era un intruso, demasiado consciente de las ironías, las sutilezas, los modales y, ciertamente, de la moralidad, como para poder participar en aquella orgía de frívola inconsciencia.
02. Es terrible ser desvalido.
03. El consuelo de Henry era que al menos él la había conocido como el mundo no lo habría hecho, y el dolor de vivir sin ella no era más que el precio que debía pagar por el privilegio de haber sido joven al mismo tiempo que ella. Pensó que lo que una vez fue vida es siempre vida, y sabía que su imagen tendría un lugar preeminente en su intelecto, como una especie de medida y estándar de resplandor y reposo.
04. (...) Era tal vez demasiado joven para saber cómo se mezclan la memoria y el arrepentimiento, cuánto dolor puede albergarse dentro de uno mismo y cómo nada parece tener ninguna forma o significación hasta que está bien pasado y perdido, e incluso entonces, cuánto, bajo el peso de la pura determinación, puede olvidarse y dejarse a un lado para volver por la noche, como un punzante dolor.
05. La vida no es más que un día y entona, sobre todo, una sola nota.
06. En este cementerio, por el que caminaron una vez más, sintió, como nunca hasta entonces, que el estado de no saber y no sentir propio de los muertos era lo más cercano a la felicidad total.
07. Todos estos jóvenes predestinados -dijo el profesor Child-, todos ellos sanos y valientes, dejando detrás a aquellos que los amaban, yaciendo muertos en el campo de batalla mientras la guerra continúa...Los mejores fueron a la guerra -añadió el profesor Child- y los mejores perecieron.
08. (...) Pero mis recuerdos no me sirven de nada. Le contesté que nunca tuve interés alguno en los recuerdos. Amo el hoy y el mañana, y si estoy de buen humor amo también el pasado mañana. El pasado se desvanece en mi memoria; ¿A quién le importa el pasado?
09. No necesitaba mirar su cuaderno de apuntes para acordarse de la historia: los sucesos permanecían en su memoria.
10. Algunas veces, por la noche, soñaba con personas que ya habían muerto, rostros familiares u otros, medio olvidados, que evocaba fugazmente.
