
25 frases de Nuestra parte de noche de Mariana Enríquez... Novela cuyos fragmentos nos hablan del deseo de pervivir, la paternidad, el horror, lo íntimo y lo político. El terror sobrenatural se entrecruza con terrores muy reales en esta novela perturbadora y deslumbrante.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Mariana Enríquez son: secretos de familia, misterio, hechos sobrenaturales, terror, búsqueda de la identidad, realismo gótico, personajes atormentados, secreto de su pasado, simbolismo, mentiras.
Frases de Mariana Enríquez Libros de Mariana Enríquez
Frases de Nuestra parte de noche Mariana Enríquez
01. Lo primero que se pierde de los ausentes es la voz.
02. Me buscaban, acá estoy. No sé dejar ir a los muertos.
03. Los dioses siempre se comportan como las personas que los crean.
04. Los fantasmas son reales. Y no siempre vienen los que uno llama.
05. La gente prefiere justificar, inventar, negar y no ver cuando tiene que creer.
06. Renunciar es fácil cuando se tiene mucho, pensó. Él nunca había tenido nada.
07. Es fácil hablar de abandonar, dejar, morir, cambiar, cuando dejar todo no significa nada.
08. Porque cuando no se puede pelear, la única manera de estar en paz es rendirse.
09. Y los tajos se transformaron en cicatrices oscuras, como si la mano estuviese cargada de tiempo.
10. Eso era ser huérfano: tener cajitas de cenizas y no saber qué hacer con ellas.
11. No hay que mantener vivo lo que está muerto -dijo-. No lo vuelvas a hacer nunca.
12. Y había sido una promesa seria, una promesa de sangre y herida, no de palabras sentimentales.
13. Ser rico nos iguala con todos los ricos. Ser fundadores de la Orden nos diferencia del mundo entero.
14. (... ) Pero pensó: a veces hay que mentir para cuidar. Ya te miento. Te oculto. Y te voy a seguir mintiendo.
15. Para ella, el amor es una impureza. Yo, en cambio, tuve tan poco amor que me parece una joya delicada y tengo terror de perderla.
16. (... ) Y quiso abrazarlo, pero no había nada en la actitud del chico que la autorizara a tocarlo. En eso se parece al padre, pensó, son como gatos.
17. La gente siempre quiere hablar, quiere contarle a un desconocido su historia, aun sabiendo que ese desconocido publicará y con seguridad distorsionará lo dicho, porque esa es la naturaleza del oficio.
18. (... ) Lo voy a extrañar, pensó, me voy a alegrar cuando no esté porque va a ser más fácil dejar de estar triste sin él, pero lo voy a extrañar.
19. (... ) No me dejes solo, haunt me, no había palabras en castellano para ese verbo, haunt, no era embrujar, no era aparecer, era haunt, pero ella nunca se lo había tomado en serio.
20. Él era frágil solo porque estaba enfermo. Frágil como las reliquias, las ruinas antiguas, los huesos sagrados que debían ser cuidados y protegidos porque eran incalculablemente valiosos, porque su destrucción era irreparable.
21. Yo estaba un poco molesta por su mal humor, pero lo conocía lo suficiente como para saber que, cuando demostraba afecto, se comportaba como si el mundo fuera un puercoespín y él no pudiese encontrar un lugar donde sentarse.
22. No podía leer poesía ni cuentos ni lo que en general le gustaba: no lo distraían lo suficiente y hasta, a veces, algunas cosas lo hacían llorar. (... ) No podía soportar leer cosas lindas ni cosas tristes.
23. Se lo habían enseñado hacía años: era mejor tratar de vivir con la mayor normalidad posible. Él podía conseguir cosas que para la mayoría de la gente eran imposibles. Cada conquista, sin embargo, cada ejercicio de la voluntad para lograr lo deseado, tenía un precio.
24. Le tomó la cara entre las manos, se agachó para mirarlo a los ojos y le acarició el pelo, la caja estaba en el suelo, entre los dos, y le dijo tenés algo mío, ojalá no sea maldito, no sé si puedo dejarte algo que no esté sucio, que no sea oscuro, nuestra parte de noche.
25. (... ) Le tomó la cara entre las manos, se agachó para mirarlo a los ojos y le acarició el pelo, la caja estaba en el suelo, entre los dos, y le dijo tenés algo mío, te dejé algo mío, ojalá no sea maldito, no sé si puedo dejarte algo que no esté sucio, que no sea oscuro, nuestra parte de noche.