Frases de Mariana Enríquez
- 1994. Bajar es lo peor
- 2009. Los peligros de fumar en la cama
- 2011. Chicos que vuelven
- 2014. La hermana menor, un retrato de Silvina Ocampo
- 2016. Las cosas que perdimos en el fuego
01. El terror siempre es político... En un país que creó fantasmas como política de Estado.
02. Es en la infancia donde el terror se tatúa. La literatura te permite vestirlo de diferentes maneras. Me gusta el género, me gusta tanto que lo investigo, y me pregunto qué ropa nueva puedo ponerle.
03. El terror es popular. Hay cierto desprecio académico porque le gusta a la gente. Además, ocurre que no todos los escritores que se metieron con el género se preocuparon tanto por la literatura o el lenguaje súper cuidado. El entretenimiento, lo popular, lo folletinesco van en contra de las lecturas más rígidas. Le pasa también a la ciencia ficción. Bradbury es alucinante, pero nunca ganó nada.
04. [Sobre sus cuentos] (...) Escribirlos es como una explosión. Pero sólo estoy poniendo por escrito algo que ya he visto. Tomo pocas notas. Los trabajo mentalmente. Sale de forma tan vívida porque realmente los he vivido, de alguna forma, como sueños, como pesadillas.
05. En los cuentos quiero que quede un mundo perturbado de alguna manera, porque creo que las cosas no terminan, continúan, no entiendo mucho por qué la ficción tiene que cerrar sus historias. El cuento debe tender hacia finales abiertos sin una explicación
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Bajar es lo peor (1994)

01. Narval vio sus dientes blancos, la piel húmeda, el pelo pegado a la cara, la ropa negra que se ajustaba al cuerpo, y lo arrinconó contra la pared, tomándolo furiosamente de la cintura, diciendo casi con odio: "sos el hijo de puta más hermoso que vi en mi vida". Bajar es lo peor
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Los peligros de fumar en la cama (2009)

01. Era tanta la rabia que las lágrimas no caían. Los peligros de fumar en la cama
02. Los japoneses creen que, después de morir, las almas van a un lugar que tiene, digamos, un cupo limitado. Y que cuando se llegue a ese límite, cuando no quede más lugar para las almas, van a empezar a volver a este mundo. Esa vuelta es el anuncio del fin del mundo, en realidad. Los peligros de fumar en la cama
03. Tengo tres recuerdos de él, pero uno de ellos puede ser falso. El orden es arbitrario. Los peligros de fumar en la cama
04. En el recuerdo me siento desnuda y tímida. Pero no sé si es real; no tiene la misma naturalidad de los otros, pude haberlo inventado, aunque reconozco esa sensación de timidez y vulnerabilidad que con frecuencia se repite en mis sueños. No sé si me tocó. La sensación que acompaña su recuerdo se parece al deseo, cuando, de ser ciertas mis sospechas, debería parecerse al horror. Los peligros de fumar en la cama
05. Los dos sabíamos cuál podía ser el final, y no nos importaba. Los peligros de fumar en la cama
06. La chica se rio. Tenía una risa rara, forzada pero no falsa. Como si no estuviera acostumbrada a reírse. Los peligros de fumar en la cama
07. La angelita no parece un fantasma. Ni flota ni está pálida ni lleva vestido blanco. Está a medio pudrir y no habla. Los peligros de fumar en la cama
08. (...) Y ella, que moría con su mirada gris fija en mis ojos (y la respiración entrecortada), me permitía ver algo de ese otro lugar, adonde se iba para siempre. Los peligros de fumar en la cama
09. Tenía que contener ese deseo, esas ganas de saciarme, de abrirlo, de jugar con sus órganos como trofeos escondidos. Los peligros de fumar en la cama
10. Solamente sé que no es mala, y que le tuve miedo al principio, pero hace rato que no. Los peligros de fumar en la cama
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Chicos que vuelven (2011)

01. La mudanza también la preocupaba. No tenía dinero para alquilar otro departamento, no había ahorrado -su sueldo tampoco se lo permitía-, así que debía volver a la casa de sus padres. Chicos que vuelven
02. A la mañana, cuando tomaba su café del desayuno, no se acordaba de qué se trataban las pesadillas, pero sí recordaba vagamente la figura de una niña desnuda con la espalda llena de sangre, una especie de angelita con las alas arrancadas... Chicos que vuelven
03. La había reconocido por eso precisamente, por la ropa: fue como ver una foto en tres dimensiones. Las botas de media caña negras, la pollera de jean, las medias negras, el pelo oscuro y pesado. Pensó que era pura sugestión, pero solamente lo pensó, porque estaba totalmente segura, se lo decían las náuseas en el estómago y el temblor en las manos. Chicos que vuelven
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La hermana menor, un retrato de Silvina Ocampo (2014)

01. No sé qué hacer. No tengo nada que hacer. ¿Comprendés? Absolutamente nada. La hermana menor, un retrato de Silvina Ocampo
02. ¿Quién es esta hermana que escribe tan extraño y sobre todo recuerda tan diferente? ¿Qué está haciendo Silvina con la memoria? ¿Qué es esta infancia perversa y pervertida que cuenta en estos cuentos cortos, extravagantes, tajantes? La hermana menor, un retrato de Silvina Ocampo
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Las cosas que perdimos en el fuego (2016)

01. No me recuerda o me recuerda poco, vagamente, como si me hubiera conocido en un sueño. Las cosas que perdimos en el fuego
02. ¿Adónde se metía esta mujer, con quiénes hablaba, para manejar con tanta ironía y con tanta precisión los lugares comunes, la charla irreflexiva, el habla de una clase que no era la suya y con la que apenas se rozaba en la vida cotidiana? La hermana menor, un retrato de Silvina Ocampo
03. Ahora ya no lloraban por la inflación: lloraban porque no tenían trabajo. Lloraban como si ellos no tuvieran la culpa de nada. Las cosas que perdimos en el fuego
04. (...) Prefiero olvidarlas porque olvidar a la gente que sólo se conoció en palabras es extraño, mientras existieron fueron más intensas que lo real y ahora son más distantes que los desconocidos. Las cosas que perdimos en el fuego
05. La falta de comida era buena: nos habíamos prometido comer lo menos posible. Queríamos ser livianas y pálidas como chicas muertas. No queremos dejar huellas en la nieve, decíamos, aunque en nuestra ciudad jamás nevaba. Las cosas que perdimos en el fuego
06. Todos los días pienso en Adela. Y si durante el día no aparece su recuerdo -las pecas, los dientes amarillos, el pelo rubio demasiado fino, el muñón en el hombro, las botitas de gamuza-, regresa de noche, en sueños. Las cosas que perdimos en el fuego