Las mejores frases de Mariana Enríquez

La escritora argentina Mariana Enríquez se destaca por su habilidad para crear historias de terror cautivadoras y profundas, su calidad literaria, y su influencia en la literatura contemporánea.

Sus frases y escritos suelen adentrarse en la psicología de sus personajes, explorando sus miedos, traumas y deseos más oscuros.

Sus obras a menudo presentan elementos sobrenaturales y un realismo gótico que sumerge a los lectores en un mundo inquietante y perturbador.

Referencia:

Frases de Mariana Enríquez

Los pensamientos fueron ordenadas por el año de publicación de sus obras.


Bajar es lo peor (1994)

Fragmentos inquietantes, llenos de suspenso y secretos oscuros. Los personajes comparten misteriosas conversaciones que revelan lo peor de sus almas.

Frases de Mariana Enríquez en Bajar es lo peor

01. Debe ser difícil poder conseguir todo y no querer nada.

02. Creo que todos nosotros vibramos en una frecuencia determinada. Pero eso no significa que no existan otras frecuencias.

03. No me gusta estar solo, me desespero. Tengo un brutal enrosque en la cabeza.

04. Morir no es dormir, nena; es no ser.

05. Seducía a todos, y también controlaba a todos.

06. Narval vio sus dientes blancos, la piel húmeda, el pelo pegado a la cara, la ropa negra que se ajustaba al cuerpo, y lo arrinconó contra la pared, tomándolo furiosamente de la cintura, diciendo casi con odio: "sos el hijo de puta más hermoso que vi en mi vida".

07. Siempre es bueno saber que el otro se siente tan mal como uno.

08. Sentía una extraña atracción por los angelitos, con expresión lujuriosa y asexuada, su su desnudez de niños perversos.

09. Volvió a escribirlo: le daba cierta seguridad escribir su nombre, saber que todavía existía y no se había ido al mundo de donde venían los monstruos, que todavía estaba aguantando.

10. Ahora creo que ya no duermo; por lo tanto, ya no sueño. Creo que ya no sé qué soy, ni siquiera.

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Los peligros de fumar en la cama (2009)

Doce cuentos en los que lo terrorífico se infiltra en lo cotidiano. Doce relatos perturbadores que llevan el género de terror a una nueva dimensión.

Frases de Mariana Enríquez en Los peligros de fumar en la cama

01. Era tanta la rabia que las lágrimas no caían.

02. Tengo tres recuerdos de él, pero uno de ellos puede ser falso. El orden es arbitrario.

03. Los dos sabíamos cuál podía ser el final, y no nos importaba.

04. La chica se rio. Tenía una risa rara, forzada pero no falsa. Como si no estuviera acostumbrada a reírse.

05. Solamente sé que no es mala, y que le tuve miedo al principio, pero hace rato que no.

06. No se puede estar desesperado y ser razonable al mismo tiempo.

07. Los japoneses creen que, después de morir, las almas van a un lugar que tiene, digamos, un cupo limitado. Y que cuando se llegue a ese límite, cuando no quede más lugar para las almas, van a empezar a volver a este mundo. Esa vuelta es el anuncio del fin del mundo, en realidad.

08. En el recuerdo me siento desnuda y tímida. Pero no sé si es real; no tiene la misma naturalidad de los otros, pude haberlo inventado, aunque reconozco esa sensación de timidez y vulnerabilidad que con frecuencia se repite en mis sueños. No sé si me tocó. La sensación que acompaña su recuerdo se parece al deseo, cuando, de ser ciertas mis sospechas, debería parecerse al horror.

09. La angelita no parece un fantasma. Ni flota ni está pálida ni lleva vestido blanco. Está a medio pudrir y no habla.

10. (...) Y ella, que moría con su mirada gris fija en mis ojos (y la respiración entrecortada), me permitía ver algo de ese otro lugar, adonde se iba para siempre.

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Chicos que vuelven (2011)

¿De qué manera nos vinculamos con nuestro pasado, y en qué medida somos capaces de soportar aquello que se rebela frente al olvido?.

Frases de Mariana Enríquez en Chicos que vuelven

01. No podés evadirte de la realidad, le dijeron, y ella los ignoró y se encerró en su habitación.

02. Parecía decidido a emborracharse con firmeza, con la esperanza de la anestesia y el olvido.

03. La mudanza también la preocupaba. No tenía dinero para alquilar otro departamento, no había ahorrado -su sueldo tampoco se lo permitía-, así que debía volver a la casa de sus padres.

04. A la mañana, cuando tomaba su café del desayuno, no se acordaba de qué se trataban las pesadillas, pero sí recordaba vagamente la figura de una niña desnuda con la espalda llena de sangre, una especie de angelita con las alas arrancadas...

05. La había reconocido por eso precisamente, por la ropa: fue como ver una foto en tres dimensiones. Las botas de media caña negras, la pollera de jean, las medias negras, el pelo oscuro y pesado. Pensó que era pura sugestión, pero solamente lo pensó, porque estaba totalmente segura, se lo decían las náuseas en el estómago y el temblor en las manos.

06. Qué concepto más inmobiliario del más allá tienen estos japoneses.

07. Las dos encargadas de atención al público, algo que Mechi no sabía hacer, ni quería hacer.

08. Algunas tardes Mechi decidía tomarse una cerveza antes de volver a su departamento. Ninguno de los bares le gustaba mucho.

09. Libros en los rincones, un balcón hermoso, de piedra, la computadora sobre la mesa y un poster vintage de Tarde de perros, la película de Al Pacino.

10. Tomaron la cerveza sentados en el sillón y fueron a la cama antes de terminarla.

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Alguien camina sobre tu tumba: Mis viajes a cementerios (2013)

Crónicas de viajes por medio mundo. La autora recorre países y continentes para visitar algo muy concreto y acaso inusual: cementerios.

Frases de Mariana Enríquez en Alguien camina sobre tu tumba: Mis viajes a cementerios

01. Cuando se muere, la gente es mucho más agradable.

02. En el viaje, perdí un día de mi vida, que recuperaré cuando vuelva.

03. Viviste lo mismo que cualquier otra persona, Bernie. Te tocó una vida. No más. No menos. Te tocó una vida.

04. Qué hermosos son los cementerios, pienso mientras miro por la ventanilla el cielo gris.

05. Hay muchos más muertos que vivos, es una verdad sencilla, y todos terminan hechos tierra.

06. Diría que es feliz, pero no sé si los huesos pueden ser felices.

07. Bonaventure parece un templo antiguo, pero no abandonado. Un templo del blosque que recibe visitas espaciadas, pero devotas, visitas que limpian las escaleras y los mármoles, que plantan nuevas azaleas y cierran los ojos ante el brillo del sol sobre el río.

08. Nos dice que ama a las mujeres, que fue criado por mujeres, que su madre y sus hermanas son santas. Insiste tanto en eso que seguro ha maltratado a muchas mujeres.

09. Nadie sabe nada. Acá nadie se muere y nadie contesta.

10. Me subleva que la dominación sea tan obvia y que no pueda ganarle ni la muerte.

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La hermana menor, un retrato de Silvina Ocampo (2014)

Retrato emocionante de una mujer entrañable y oscura, inteligente y suavemente perversa, dueña de una imaginación desaforada, a quien hoy se considera una de las mejores cuentistas del Río de la Plata.

Frases de Mariana Enríquez en La hermana menor, un retrato de Silvina Ocampo

01. No quiero que me respeten. Yo quiero que me quieran.

02. Es difícil hablar de Silvina, porque una cuenta las anécdotas y parece una tarada. Ella parece una tarada, yo parezco una tarada; y sin embargo, Silvina era genial, pero es difícil explicar por qué. Había que escucharla, qué sé yo -dice Francis Korn.

03. Era una persona que establecía una relación inmediata con los demás. No pensaba en la política en abstracto o en términos de ideología

04. Para los que recuerdan, el tiempo no es demasiado largo. Para los que esperan es inexorable.

05. ¿Pero acaso la vida no es esencialmente peligrosa para los que aman?

06. No sé qué hacer. No tengo nada que hacer. ¿Comprendés? Absolutamente nada.

07. ¿Quién es esta hermana que escribe tan extraño y sobre todo recuerda tan diferente? ¿Qué está haciendo Silvina con la memoria? ¿Qué es esta infancia perversa y pervertida que cuenta en estos cuentos cortos, extravagantes, tajantes?

08. ¿Adónde se metía esta mujer, con quiénes hablaba, para manejar con tanta ironía y con tanta precisión los lugares comunes, la charla irreflexiva, el habla de una clase que no era la suya y con la que apenas se rozaba en la vida cotidiana?

09. Los adultos le preguntaban si le habían comido la lengua, y la sola idea de que alguien pudiera mutilarla así la aterraba.

10. Su último libro de cuentos, es un libro de vejez. Un libro en el que escribe y reflexiona sobre la vejez.

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Las cosas que perdimos en el fuego (2016)

Las frases de estos doce cuentos obligan al lector a olvidarse de sí mismo para seguir las peripecias e investigaciones de cuerpos que desaparecen o bien reaparecen en el momento menos esperado.

Frases de Mariana Enríquez en Las cosas que perdimos en el fuego

01. Él disfrutaba con sus mentiras. A ella le gustaba el desafío.

02. Mi corazón latía tan fuerte que me dejaba sorda.

03. Que no era la princesa en el castillo, sino la loca encerrada en la torre.

04. No me recuerda o me recuerda poco, vagamente, como si me hubiera conocido en un sueño.

05. Ahora ya no lloraban por la inflación: lloraban porque no tenían trabajo. Lloraban como si ellos no tuvieran la culpa de nada.

06. (...) Prefiero olvidarlas porque olvidar a la gente que sólo se conoció en palabras es extraño, mientras existieron fueron más intensas que lo real y ahora son más distantes que los desconocidos.

07. La falta de comida era buena: nos habíamos prometido comer lo menos posible. Queríamos ser livianas y pálidas como chicas muertas. No queremos dejar huellas en la nieve, decíamos, aunque en nuestra ciudad jamás nevaba.

08. Todos los días pienso en Adela. Y si durante el día no aparece su recuerdo -las pecas, los dientes amarillos, el pelo rubio demasiado fino, el muñón en el hombro, las botitas de gamuza-, regresa de noche, en sueños.

09. La gente triste no tiene mirada.

10. Primero se ponía impaciente y después demasiado comprensivo, tranquilizador; en un rato, Miguel iba a hacer lo que ella más odiaba: la iba a tratar de loca.

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Este es el mar (2017)

Ritos de pasaje, adolescentes fanatizadas con estrellas de rock, inframundos donde conviven seres que han complotado para que Kurt Cobain, Sid Vicious y Jim Morrison mueran repentinamente y pasen a la historia.

Frases de Mariana Enríquez en Este es el mar

01. Te llevaría a la desaparición. No duraría. Él no te quiere. Si te quisiera, ya no tendrías vida. Durarías menos que un instante.

02. (...) Ahora su recuerdo se siente como si caminaras entre llamas.

03. Su presencia resultó tan normal como el paso del día a la noche.

04. Levantó la cabeza para buscar el olor a desesperación que necesitaba.

05. Toda su especie vivía en perpetuo movimiento y nunca dormía, como los tiburones.

06. Cambió de forma y se dejó flotar sobre el grupo de chicas sentadas en el césped de la plaza.

07. El olor de los pinos, allá abajo, se confundía con el perfume de las velas encendida.

08. Esto hacía el tiempo, entonces. Causaba distancia. Lo había extrañado y, sin embargo, ahora no quería acariciarle el pelo ni sentir la tibieza de su espalda. Le bastaba con verlo dormir y saber que eran suyos él y sus secretos. No tenía ganas de acostarse a su lado, aunque mirarlo le recordaba el sabor de las lágrimas, tan parecido al del mar, pero caliente.

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Nuestra parte de noche (2019)

Novela cuyos fragmentos nos hablan del deseo de pervivir, la paternidad, el horror, lo íntimo y lo político. El terror sobrenatural se entrecruza con terrores muy reales en esta novela perturbadora y deslumbrante.

Frases de Mariana Enríquez en Nuestra parte de noche

01. Lo primero que se pierde de los ausentes es la voz.

02. Me buscaban, acá estoy. No sé dejar ir a los muertos.

03. Los dioses siempre se comportan como las personas que los crean.

04. Renunciar es fácil cuando se tiene mucho, pensó. Él nunca había tenido nada.

05. Es fácil hablar de abandonar, dejar, morir, cambiar, cuando dejar todo no significa nada.

06. Porque cuando no se puede pelear, la única manera de estar en paz es rendirse.

07. (... ) Lo voy a extrañar, pensó, me voy a alegrar cuando no esté porque va a ser más fácil dejar de estar triste sin él, pero lo voy a extrañar.

08. Ser rico nos iguala con todos los ricos. Ser fundadores de la Orden nos diferencia del mundo entero.

09. La gente prefiere justificar, inventar, negar y no ver cuando tiene que creer.

10. Él era frágil solo porque estaba enfermo. Frágil como las reliquias, las ruinas antiguas, los huesos sagrados que debían ser cuidados y protegidos porque eran incalculablemente valiosos, porque su destrucción era irreparable.

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Mariana Enríquez

Mariana Enríquez - Sus mejores frases

Mariana Enríquez: escritora, novelista, ensayista y periodista argentina.

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