
24 frases de Nieve de primavera (Haru no Yuki) de Yukio Mishima... Novela protagonizada por Shigekuni Honda donde queda retratada la rápida apertura hacia formas de vida occidentales y burguesas que propició en Japón la restauración Meiji en detrimento de la cultura tradicional.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Yukio Mishima son: cultura occidental, restauración meiji (japón), moral burguesa, tradición versus modernidad, evolución cultural, aristocracia, lealtad, amor prohibido.
Frases de Yukio Mishima Libros de Yukio Mishima
Frases de Nieve de primavera Yukio Mishima
01. ¿Obedece la Historia alguna vez a la voluntad de los hombres?
02. ¡Qué extraño es el hombre! Su contacto mancha, y sin embargo él es la fuente de los milagros.
03. La única forma con que podía hacer frente a un desprecio de tal clase era seguir creyendo en su propia nobleza.
04. ¿Por qué vivimos una era de decadencia? ¿Por qué el mundo desprecia el vigor, la juventud, las ambiciones honorables y la sinceridad?
05. Era una mañana en que los copos de nieve se deshacían con el fuerte viento que barría la llanura de Yamato.
06. Una vez que nos separamos de lo que podemos tocar, ese objeto se santifica; adquiere la belleza de lo inalcanzable, la cualidad de milagroso.
07. En su casa, el estilo de la vida diaria podía ser japonés, pero el ambiente tenía mucho de occidental en espíritu.
08. Mis pequeñas satisfacciones privadas, mis razonamientos, mis decepciones... todo ha desaparecido. Lo único que me queda es suspirar por todo lo que he perdido.
09. Cuando intervienen el tiempo y el espacio es posible ser engañados por ambos, pero también es posible acercarse más a su yo verdadero.
10. Y si grito, ¿Quién me escuchará? Mientras tanto, mi yo es para los demás como fue siempre. Una nobleza superficial... Eso es lo que queda de mí.
11. Todo aquel día dejó vagar libremente su imaginación. Estaba abstraído del mundo exterior. El espejo claro y sereno de su alma se había hecho pedazos.
12. Cada período tiene su propio estilo, y ningún artista que viva en una era puede elevarse por encima del estilo de ella, cualquiera que sea su personal perspectiva.
13. Pero, ¿Qué clase de emoción le tenía ahora bajo sus garras? ¿Sería gozo o deleite? Pero si era gozo, resultaba irracional, tan apasionado, que era casi extraterreno.
14. La separación es dolorosa, pero también lo es su contrario. Y si estar juntos trae satisfacciones, es conveniente que la separación proporcione lo mismo a su propio modo.
15. En ese momento, por vez primera en su vida, se vio sorprendido por la fuerza de la belleza femenina, y la explosión deslumbrante de elegancia, que hizo enardecer a sus sentidos.
16. Tú no eres un gran hombre, ni un genio. Pero hay en ti una característica que te coloca totalmente aparte: no tienes fuerza de voluntad. Y por tanto, me fascina pensar en ti como sujeto de la Historia.
17. (...) Ahora comprendió por qué le había abierto el corazón de forma tan apasionada y súbita aquel día. Y al fin, con su mayor confianza, había tomado la decisión de invitarle a salir a aquel paseo, con la nieve de febrero.
18. Estaba por tanto ansioso por impedir que su ira pareciera cólera a la antigua, y admitir que las fuerzas de la sin razón se iban desmoronando. Al mismo tiempo había una ventaja en aquella rabia: le hacía totalmente incapaz de reflexión.
19. Siempre deseé conocer el secreto que habilita al amor para evadir los lazos del tiempo y del espacio como por arte de magia. Estar ante la persona que amamos no es amar su verdadero yo, pues sólo somos aptos para considerar su belleza física.
20. Había una cosa en Satoko que trascendía de todo artificio. Era la intensidad de la mirada, el poder de sus ojos. Esta fuerza seguía anonadando a Kiyoaki como siempre. Se sentía penetrado por aquella misteriosa fuerza, cuyo poder le sugería la esencia de Satoko.
21. Los hombres sólo piensan en dinero y mujeres. Se han olvidado de lo que es propio del hombre. Aquella gran edad de los dioses y los héroes pasó con el Emperador Meiji. ¿Volveremos a ver algo semejante? ¿Un tiempo en que la fuerza de la juventud no se malgaste?
22. Cada vez que se agachaba para coger una flor, el kimono color aguamarina de Satoko era incapaz de disimular la redondez de sus caderas, sorprendentemente generosas en un talle tan esbelto. De pronto Kiyoaki se sintió inquieto, como un lago de agua clara súbitamente enturbiado por algún alboroto profundo bajo su superficie.
23. Todo lo sagrado tiene la sustancia de los sueños y los recuerdos, y así experimentamos el milagro de que lo que está separado de nosotros por el tiempo o la distancia se haga repentinamente tangible. Los sueños, los recuerdos, lo sagrado, todo es semejante en cuanto que está más allá de nuestro alcance.
24. Era la tarde de un domingo pacífico, sosegado y glorioso. Sin embargo, Kiyoaki seguía convencido de que en el fondo de este mundo, como en un recipiente de cuero lleno de agua, había un pequeño agujero, y le parecía oír cómo el tiempo iba saliendo por él gota a gota.