Frases de Nada se opone a la noche - 2

24. No lo sabremos nunca. Tenemos, unos y otros, nuestras propias convicciones, o bien no las tenemos. Quizá eso es lo más difícil, no haber podido odiar nunca a Georges, no haberlo podido absolver tampoco. Lucile nos dejó esa duda en herencia, y la duda es un veneno.


25. El hecho es que he olvidado buena parte de lo que contienen esas líneas, así que mi memoria sólo ha conservado lo más destacado y algunas escenas más o menos intactas, mientras que el resto ha sido, desde hace mucho tiempo, arrastrado por el olvido.


26. La turbación mental es como un géiser de una protesta interior tímida u oculta durante mucho tiempo, la expresión repentina y brutal de un rechazo a dejarse manipular o destruir a partir de un momento, que se traduce en un desfase de tono, un volumen de sonido insoportable para oídos normales.


27. Pensé que ser adulta no inmunizaba de la pena hacia la que avanzaba, que no era más fácil que antes, cuando éramos niñas, que ya podíamos haber crecido y haber hecho nuestro camino y construido nuestra vida y nuestra propia familia, no había nada que hacer, veníamos de ahí, de esa mujer; su dolor no nos sería nunca extraño.

Obras similares

Obras que comparten tramas, ideas o sucesos históricos con "Nada se opone a la noche" de Delphine De Vigan.

Libros parecidos

Síguenos