Frases de Malinche

Malinche

23 frases de Malinche de Laura Esquivel... Desafío de la la mitología tradicional mediante un retrato del Adán y la Eva de la cultura mestiza, Cortés y Malinalli, con la caída del imperio azteca como telón de fondo.

Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Laura Esquivel son: imperio azteca, mestizaje, conquistadores, amante, traición, sacrificios humanos, crueldad, condición de la mujer, méxico, ficción histórica.

Frases de Laura Esquivel Libros de Laura Esquivel

Frases de Malinche Laura Esquivel

01. El maíz no ataca al maíz. El aire no ataca al aire. La tierra no ataca a la tierra. Es el hombre que no se reconoce en ellos quien los ataca, quien los destruye. El hombre que se ataca a sí mismo acaba con el agua, con el maíz, con la tierra y deja de pronunciar el nombre de sus dioses. El hombre que no ve que su hermano también es viento, es agua, es maíz, es aire, no puede ver a dios.


02. Todo se olvida en esta vida, todo pasa al recuerdo, todo acontecimiento deja de ser presente, pierde su valor y su significado.


03. (...) Esa niña estaba destinada a perderlo todo, para encontrarlo todo. Porque solamente alguien que se vacía puede ser llenado de nuevo.


04. (...) Quien por un momento había dejado de ser "la lengua" para convertirse en una simple mujer, callada, sin voz, una simple mujer que no cargaba sobre sus hombros la enorme responsabilidad de construir con su saliva la conquista. Una mujer que, lejos de lo que podía esperarse, sintió alivio de recuperar su condición de sometimiento, pues le resultaba mucho más familiar la sensación de ser un objeto al servicio de los hombres que ser la creadora de su destino.


05. Los guerreros creían que el cuerpo es lo que mantiene prisionera al alma. El que controla un cuerpo, se adueña del espíritu que lo alberga.


06. Los mexicas creían que un buen guerrero debía aprisionar a su enemigo. Si lo conseguía, se convertía en una especie de dios, pues el control del cuerpo le daba acceso al control del espíritu. Por eso no mataban en el campo de batalla sino que tomaban prisioneros. Si mataban a su enemigo, liberaban automáticamente su espíritu y eso constituía una derrota, no un triunfo. Capturarlos para luego sacrificarlos ante sus dioses le daba sentido a la muerte.


07. En cierto momento de su vida abandonó la búsqueda de sí mismo en todo lo que existe y sucumbió a las tentaciones, o, como tú dirías, pecó y luego huyó.


08. Presenciar el misterio de la vida era lo suficientemente impactante para evitar pensar en la muerte, en cualquiera de sus manifestaciones: el abandono, la pérdida, la desaparición. No, su mente y su corazón lo único que deseaban en ese momento era festejar la vida.


09. La vida siempre nos ofrece dos posibilidades: el día y la noche, el águila o la serpiente, la construcción o la destrucción, el castigo o el perdón, pero siempre hay una tercera posibilidad oculta que unifica a las dos: descúbrela.


10. Todas las aves tomaron del fuego su figura. El pensamiento también tiene su origen en el fuego. Las lenguas de fuego pronuncian palabras tan frías y exactas como la verdad más cálida que puedan tener los labios. Recuerda que las palabras pueden crear de nuevo el universo. Cada vez que te sientas confundida contempla el fuego y entrégale tu mente.


11. Ellos, que no pertenecen ni a mi mundo ni al de los españoles. Ellos, que son la mezcla de todas las sangres -la ibérica, la africana, la romana, la goda, la sangre indígena y la sangre del medio oriente-, ellos, que junto con todos los que están naciendo, son el nuevo recipiente para que el verdadero pensamiento de Cristo-Quetzalcóatl se instale nuevamente en los corazones y proyecte al mundo su luz, ¡Que nunca tengan miedo! ¡Que nunca se sientan solos!


12. Sí queremos que en nuestros oídos resuenen palabras justas, no hay más que pronunciarlas con anterioridad.


13. Hoy dejaré estas tierras. No veré derrumbarse a todo el universo de piedra: ni los escritos de piedra, ni las flores de piedra, ni las telas de piedra que construimos para ser espejos de los dioses. Hoy el canto de los pájaros se llevará mi alma por los aires, y mi cuerpo quedará desanimado, volverá a la tierra, al lodo y amanecerá de nuevo algún día en el sol que se encuentra escondido en el maíz. Hoy mis ojos se abrirán en flor y dejaré estas tierras, pero antes sembraré todo mí cariño en tu piel.


14. Pero a veces el corazón de algunas personas puede convertirse en piedra. Por un lado, es bueno que sea firme, que no se conmueva ante cualquier cosa, pero no es bueno que sea tan duro pues tardará más tiempo en comprender la verdad, en incendiarse de amor.


15. Anhelaba dejar de ser ella misma, volar, ser parte de todo y de nada, no ver, no oír, no sentir, no saber, pero, sobre todo, no recordar.


16. (...) Se sentía humillada, triste, sola y no hallaba cómo sacar la frustración de su ser, como lanzar al viento su dolor, como cambiar su decisión de estar presente en el mundo.


17. No tengo nada que perdonarte. No puedo perdonar lo que hizo que mi destino fuera mejor que el tuyo. Tú me regalaste pero la fortuna me regaló el poder y la riqueza. Soy mujer del hombre más principal, soy mujer del hombre del nuevo mundo. Tú te quedaste en lo viejo, en el polvo, en lo que ya no existe. Yo, en cambio, soy la nueva ciudad, la nueva creencia, la nueva cultura; Yo inventé el mundo en el que ahora estás parada. No te preocupes. Tú no existes en mis códices, hace mucho que te borré.


18. Tu miedo me sorprende. Veo que ignoras que morir no es terminar, es continuar, es evolucionar.


19. Lo que quiero no puedo tenerlo porque me arrastras en el camino de tus obsesiones. Tú me prometiste libertad y no me la has dado. Para ti, yo no tengo alma ni corazón, soy un objeto parlante que usas sin sentimiento alguno para tus conquistas. Soy la bestia de carga de tus deseos, de tus caprichos, de tus locuras.


20. Somos carne, sensibilidad y pensamiento. Somos como tú mismo dices: verbo encarnado, palabra en la carne. Lo que quiero es que despiertes y que aceptes la oportunidad que te ofrezco de ser felices, de ser una familia, de ser un solo ser.


21. En el silencio de la mirada es donde en verdad se podía ver.


22. Lo que quiero es sentir la piel de nuestro hijo. Lo que quiero es llenar de palabras hermosas su pensamiento. Lo que quiero es cuidar su sueño. Hacerlo sentir que el mundo es un lugar seguro, que la muerte estará lejos de él, que él y yo somos uno, que estamos unidos por una fuerza mayor que nuestras voluntades.


23. Detén el delirio interminable de tu corazón y bebe de la paz para que cese tu ambición y tu delirio.

Obras similares

Obras que comparten tramas, ideas o sucesos históricos con "Malinche" de Laura Esquivel.

Libros parecidos

Síguenos