14 frases de La vida exagerada de Martín Romaña de Alfredo Bryce Echenique... Vivencias, amores y descubrimientos de Martín Romaña luego de su viaje de Lima (Perú) a París (Francia). Con la intención de convetirse en escritor, empieza a redactar su "cuaderno azul de navegación".
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Alfredo Bryce Echenique son: mayo francés, parís, ambientada en lima (perú), abandono, divorcio, ficción sobre escritores, recuerdos.
Frases de Alfredo Bryce Echenique
Frases de La vida exagerada de Martín Romaña Alfredo Bryce Echenique
01. Me dejó en la época en que Elvis Presley estaba de moda...
02. Traté de explicarle que era muy feliz en mi cuartito y con mi costal...
03. Lima lo obligaba a uno a andarse inventando trucos y aventuras para ocultar tanto miedo.
04. Siempre antes de sacar a bailar a una muchacha he soñado una vida entera con ella.
05. Las cosas siempre se anunciaron la mar de fáciles, pero siempre se complicaron a último momento.
06. Es más difícil cumplir con los deberes de padre que con los deberes de papá.
07. Claro, aprendí mucho, aprendí muchísimo sobre la vida, pero habría preferido mil veces ignorar ciertas cosas...
08. Lanzamos el ancla en alta mar y, con el pretexto del almuerzo, empezamos a beber más ginebra de la que era conveniente.
09. Es curioso, normalmente el tiempo recorta el tamaño de los recuerdos y los hace menos impresionantes en su alegría o en su tristeza.
10. Llevaba meses viviendo en este estado, con el cuaderno azul en la habitación de al lado, el sillón Voltaire en mi vida, y mi vida en el sillón Voltaire.
11. Hablaba de oro, oro, ésa era la palabra que lo obsesionaba en la vida, oro, y al mencionarla se le llenaban los ojos y la sonrisa de una credulidad feliz y total.
12. Hubo momentos en los que definitivamente me negaba a seguir en vida debido al excedente de amor, y me resultaba bastante insoportable el que Teresa fuera una muchacha tan alegre y tan llena de vida.
13. Y si no me he atrevido a contar más cosas y aventuras sobre mi vida en Perugia, es porque aún hoy me cuesta trabajo acordarme cómo fue, qué pasó exactamente en esa ciudad. Sé que fue delicioso, sé que fui feliz.
14. No he nacido para navegante. Qué va. Pero he tenido que navegar. A quién no le ocurre alguna vez tener que navegar sin ser navegante. Y yo cuando navegué descubrí que el asunto se parecía enormemente a mi vida: navegué con enorme dificultad.