33 frases de La experiencia interior (L'expérience intérieure) de Georges Bataille... Esta obra expone el éxtasis, el arrobamiento y la emoción meditativa de un desconocido que ha de mantenerse en un estado de "no sabe", frente a toda reducción a lo conocido.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Georges Bataille son: misticismo, filosofía, ateísmo, muerte de dios, existencia de dios, experiencias enriquecedoras, muerte, meditación, nihilismo.
Frases de La experiencia interior Georges Bataille
01. ¿Por qué continuar engañándonos a nosotros mismos?; conducido por un instinto ciego, el poeta siente que se aleja lentamente de los otros. Cuanto más se adentra en los secretos que son tan de los otros como suyos, más se separa, más solo está. Su soledad recomienza el mundo en el fondo de él, pero sólo lo recomienza para él. El poeta, arrastrado demasiado lejos, triunfa sobre su angustia pero no sobre la de los otros. No puede ser apartado de un destino que le absorbe, lejos del cual languidecería. Le es preciso irse siempre un poco más lejos, ésa es su única patria.
02. Así que no somos nada, ni tú ni yo, al lado de las palabras ardientes que podrían ir de mí hacia ti, impresas en una cuartilla: pues yo no habré vivido más que para escribirlas, y, si es cierto que se dirigen a ti, tú vivirás por haber tenido la fuerza de escucharlas.
03. La vida va a perderse en la muerte, los ríos en el mar y lo conocido en lo desconocido. El conocimiento es el acceso de lo desconocido.
04. De la poesía, diré ahora que es, según creo, el sacrificio cuyas víctimas son las palabras. Las palabras las utilizamos, hacemos de ellas instrumentos de actos útiles. No tendríamos nada de humano si el lenguaje en nosotros debiese ser por entero servil. No podemos tampoco prescindir de las relaciones eficaces que introducen las palabras entre los hombres y las cosas. Pero las arrancamos de esas relaciones en un delirio.
05. El deseo de comunicar crece a medida que son rechazadas las comunicaciones fáciles, irrisorias.
06. Los amantes se desnudan, es el acercamiento de la podredumbre que une el yo que muero con la desnudez de la ausencia.
07. En el éxtasis, puede uno dejarse ir, es la satisfacción, la felicidad, la serenidad.
08. El silencio es en sí mismo un pináculo y, aún mejor, el santo de los santos.
09. Un sentimiento de impotencia: tengo la llave del desorden aparente de mis ideas, pero no tengo tiempo de abrir. Desdicha cerrada, solitaria, la ambición que he formado es tan grande que... Quisiera yo también acostarme, llorar, dormirme. Permanezco ahí, unos pocos instantes más, queriendo forzar la suerte, y roto.
10. El genio poético no es el don verbal (el don verbal es necesario, puesto que se trata de palabras, pero extravía a menudo): es la adivinación de las ruinas secretamente esperadas, a fin de que tantas cosas estereotipadas se deshagan, se pierdan, se comuniquen. Nada es más infrecuente.
11. El horror de la guerra es mayor que el de la experiencia interior. La desolación de un campo de batalla, en principio, tiene algo de más grave que la "noche oscura". Pero en la batalla se aborda el horror con un movimiento que la sobrepasa: la acción, el proyecto unido a la acción, permiten superar el horror. Esta superación da a la acción, al proyecto, una grandeza cautivadora, pero se niega el horror en sí mismo.
12. (...) En ese naufragio de la razón, la angustia, la decadencia solitaria, la cobardía, la mala ley, encontraban su sitio: la fiesta empezaba de nuevo un poco más tarde. Lo cierto es que esta exuberancia, junto con el choque con lo "imposible", estallaron en mi cabeza. Un espacio constelado de risas abrió su abismo oscuro ante mí.
13. (...) Me limito a la palabra silencio, tal palabra es ya, antes lo dije, la abolición del mido que es la palabra; entre todas las palabras es la más perversa o la más poética: ella misma es prenda de su muerte.
14. El silencio es una palabra que no es una palabra y el aliento un objeto que no es un objeto...
15. No veía nada y, lejos de sentirse abrumado, hacía de su ausencia de visiones el punto culminante de su mirada.
16. El hombre no es ya, como la bestia, juguete de la nada, sino que la nada misma es su juguete -se abisma en ella, pero ilumina la oscuridad con su risa, lo que no logra más que ebrio del vacío mismo que le mata.
17. ¿Por qué temo también escuchar mi propia voz? Y no hablo de miedo, sino de terror, de horror.
18. Estado de desnudez, de súplica sin respuesta en el que, sin embargo, advierto esto: que se aferra a la evitación de todo subterfugio. De tal suerte que, permaneciendo tales los conocimientos particulares, menos el suelo, su fundamento, que les falta, me apercibo al hundirme que la única verdad del hombre, finalmente entrevista, es ser una súplica sin respuesta.
19. El espíritu se mueve en un mundo extraño en el que coexisten la angustia y el éxtasis.
20. Empero, la experiencia interior es proyecto, se quiera lo que se quiera. Lo es, puesto que el hombre lo es por entero por el lenguaje, el cual por esencia, excepción hecha de su perversión poética, es proyecto.. Pero el proyecto no es en este caso el de salvación, positivo, sino el negativo de abolir el poder de las palabras y, por tanto, del proyecto.
21. El tiempo no significa más que la huida de los objetos que parecían verdaderos.
22. Lo serio, la muerte y el dolor fundan la verdad obtusa. Pero lo serio de la muerte y el dolor es la servidumbre del pensamiento.
23. Si la poesía introduce lo extraño, lo hace por la vía de lo familiar. Lo poético es lo familiar, disolviéndose en lo extraño y nosotros con él. No nos desprovee nunca de todo en todos los aspectos, pues las palabras, las imágenes disueltas, están cargadas de emociones ya experimentadas, fijas a objetos que las unen a lo conocido.
24. Lo que caracteriza a tal experiencia, que no procede de una revelación, en la que tampoco se revela nada, salvo lo desconocido.
25. El análisis de la risa me había abierto un campo de coincidencias entre los datos de un conocimiento emocional común y riguroso y los del conocimiento discursivo.
26. El avance de la inteligencia tuvo como efecto secundario disminuir lo posible en un dominio que pareció ajeno a la inteligencia: el de la experiencia interior. Decir disminuir es aún poco... El desarrollo de la inteligencia lleva a un desecamiento de la vida que, de rebote, ha zapado la inteligencia. Solamente si yo enuncio este principio: "La experiencia interior es en sí misma la autoridad", logro salir de esta impotencia.
27. Llamo experiencia a un viaje hasta el límite de lo posible para el hombre.
28. La palabra silencio es también un ruido, hablar es en sí mismo imaginar conocer, y para no conocer haría falta no hablar ya.
29. La experiencia alcanza finalmente la fusión del objeto y el sujeto, siendo, en cuanto sujeto, no saber y, en cuanto objeto, lo desconocido.
30. Un método de meditación debería, en principio, volver a considerar las enseñanzas del yoga (ejercicios hindúes de concentración). Sería muy de desear que existiese algún manual que despojase las prácticas de los yoguis de sus excrecencias morales o metafísicas. Los métodos, además, podrían ser simplificados.
31. Todo problema en un cierto sentido es un problema de horario. Implica una cuestión previa: - ¿Qué tengo que hacer (qué debo hacer o qué tengo interés en hacer o qué tengo ganas de hacer) aquí (en este mundo en que tengo mi naturaleza humana y personal) y ahora?
32. En la meditación, el sujeto, exhausto, se busca a sí mismo.