Frases de La destrucción o el amor

La destrucción o el amor

25 frases de La destrucción o el amor de Vicente Aleixandre... Libro de poemas donde todo gira en torno al amor, entendido como oposición a como complemento a la muerte. Predomina el verso libre y la técnica esencialmente surrealista.

Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Vicente Aleixandre son: generación del 27, naturaleza del amor, amor, muerte, surrealismo, desamor, realidad y fantasía, amor por la naturaleza.

Frases de Vicente Aleixandre

Frases de La destrucción o el amor Vicente Aleixandre

01. Largas cadenas que surten de los lutos, de lo que nunca existe, atan el aire como una vena, como un grito, como un reloj que se para cuando se estrangula algún cuello descuidado.


02. Eras hermosa como la dificultad de respirar en cuarto cerrado. Transparente como la repugnancia a un sol libérrimo, tibia como ese suelo donde nadie ha pisado, lenta como el cansancio que rinde al aire quieto.


03. Este beso en tus labios como una lenta espina, como un mar que voló hecho un espejo, como el brillo de un ala, es todavía unas manos, un repasar de tu crujiente pelo, un crepitar de la luz vengadora, luz o espada mortal que sobre mi cuello amenaza, pero que nunca podrá destruir la unidad de este mundo.


04. Muero porque me arrojo, porque quiero morir, porque quiero vivir en el fuego, porque este aire de fuera no es mío, sino el caliente aliento que si me acerco quema y dora mis labios desde un fondo.


05. Quiero vivir, vivir como la hierba dura, como el cierzo o la nieve, como el carbón vigilante, como el futuro de un niño que todavía no nace, como el contacto de los amantes cuando la luna los ignora.


06. Dime pronto el secreto de tu existencia; quiero saber por qué la piedra no es pluma, ni el corazón un árbol delicado, ni por qué esa niña que muere entre dos venas ríos no se va hacia la mar como todos los buques.


07. Nadie puede ignorar la presencia del que vive, del que en pie en medio de las flechas gritadas, muestra su pecho transparente que no impide mirar, que nunca será cristal a pesar de su claridad, porque si acercáis vuestras manos, podréis sentir la sangre.


08. No te acerques, porque tu beso se prolonga como el choque imposible de las estrellas, como el espacio que súbitamente se incendia, éter propagador donde la destrucción de los mundos es un único corazón que totalmente se abrasa.


09. El día se siente hacia afuera; sólo existe el amor. Tú y yo en la boca sentimos nacer lo que no vive, lo que es el beso indestructible cuando la boca son alas, alas que nos ahogan mientras los ojos se cierran, mientras la luz dorada está dentro de los párpados.


10. Todo pasa. La realidad transcurre como un pájaro alegre. Me lleva entre sus alas como pluma ligera. Me arrebata a la sombra, a la luz, al divino contagio. Me hace pluma ilusoria que cuando pasa ignora el mar que al fin ha podido: esas aguas espesas que como labios negros ya borran lo distinto.


11. No te acerques. Tu frente, tu ardiente frente, tu encendida frente, las huellas de unos besos, ese resplandor que aún de día se siente si te acercas, ese resplandor contagioso que me queda en las manos, ese río luminoso en que hundo mis brazos, en el que casi no me atrevo a beber, por temor después a ya una dura vida de lucero.


12. La luz que amontona su cuerpo como el ansia que con nada se aplaca, como el corazón combatiente que en el mismo filo aún ataca, que pide no ser ya él ni su reflejo, sino el río feliz, lo que transcurre sin la memoria azul, camino de los mares que entre todos se funden y son lo amado y lo que ama, y lo que goza y sufre.


13. La soledad destella en el mundo sin amor.


14. Soy el calor que sin nombre avanza sobre las piedras frías...


15. Todo es sorpresa. El mundo destellando siente que un mar de pronto está desnudo, trémulo, que es ese pecho enfebrecido y ávido que sólo pide el brillo de de luz.


16. Quiero amor o la muerte, quiero morir del todo, quiero ser tú, tu sangre, esa larva rugiente que regando encerrada bellos miembros extremos siente así los hermosos límites de la vida.


17. Quiero saber si un puente es hierro o es anhelo esa dificultad de unir dos carnes íntimas, esa separación de los pechos tocados por una flecha nueva surtida entre lo verde.


18. Todo es sangre o amor o latido o existencia, todo soy yo que siento cómo el mundo se calla y cómo así me duelen el sollozo o la tierra.


19. Cuerpo feliz que fluye entre mis manos, rostro amado donde contemplo el mundo, donde graciosos pájaros se copian fugitivos, volando a la región donde nada se olvida.


20. La realidad que vive en el fondo de un beso dormido, donde las mariposas no se atreven a volar por no mover el aire tan quieto como el amor.


21. Yo no sé si este hilo que sostiene dos corazones, láminas o un viento, sabe ceder a un rumor de campanas, péndulo dulce a un viento estremecido.


22. Para morir basta un ruidillo, el de otro corazón al callarse, o ese regazo ajeno que en la tierra es un navío dorado para los pelos rubios.


23. Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios, ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas, mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal, metal, música, labio, silencio, vegetal, mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo.


24. ¿Quién dice que el amor es un hacha doblada, un cansancio que parte por la cintura el cuerpo, un arco doloroso por donde pasa la luz ligeramente sin tocar nunca a nadie?


25. Espera, espera siempre.

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