
38 frases de Hijos del ancho mundo (Cutting for stone) de Abraham Verghese... Historia de dos hermanos gemelos huérfanos, Marion y Shiva Stone, unidos por una fuerte conexión emocional y su pasión por la medicina y separados por el amor de una mujer.
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Frases de Hijos del ancho mundo Abraham Verghese
01. ¿No era ésa la definición de hogar? No de donde eres, sino donde te necesitan.
02. Cómo tratamos a los más humildes, cómo tratamos al campesino que padece vólvulo, ésa es la medida de un país. No nuestros cazas y tanques ni lo grande que pueda ser el palacio imperial.
03. Los errores de un rico los cubre el dinero, pero los de un cirujano los cubre la tierra.
04. El único remedio era la amputación. Había decidido practicarla animado por el viejo dicho quirúrgico "Cualquier idiota puede amputar una pierna". Si vacilaba era porque el refrán continuaba así:"(...) pero hace falta un cirujano experto para salvarla".
05. Tal vez yo llevara escrito en la cara que había cobrado conciencia de la complejidad humana (término más amable que "falsedad").
06. El bien y el mal. Todas las posibilidades residían en mi interior y me exigían estar allí. Si me marchaba, ¿Qué quedaría de mí?
07. (...) Y así pasó de esta vida a la otra, sin fanfarria, con la intrepidez y la sencillez que lo caracterizaban, abriendo los ojos aquella última vez para asegurarse de que estábamos bien antes de marcharse.
08. Ser el primogénito te otorga una gran paciencia. Pero llega un momento en que después de intentarlo una y otra vez, dices: "A la mierda la paciencia. Déjales que padezcan su visión deformada del mundo". Tu tarea consiste en preservarte, en no meterte en su agujero. Es un alivio cuando llegas a eso, al punto del absurdo, porque entonces eres libre, sabes que no les debes nada.
09. Creo en los agujeros negros. Creo que cuando el universo se vacíe en la nada, pasado y futuro chocarán y se unirán en el último giro alrededor del desagüe.
10. Extirpé el cáncer del pasado, lo eliminé; crucé los altiplanos, bajé al desierto, surqué el océano y pisé una nueva tierra; fui aprendiz, pero ya no le debo nada a nadie y acabo de convertirme en capitán de mi barco. Mas cuando miro hacia abajo, ¿Por qué veo todavía en mis pies las viejas zapatillas manchadas de barro y alquitrán que enterré al principio del viaje?
11. Todos mis fantasmas se habían esfumado; el precio que habían exigido ya estaba pagado. Ya no tenía que dar nada ni nada que temer.
12. -Me desnudé. Estaba preparado. Le dije que era la primera vez que lo hacía. " ¡Dios nos asista! ", exclamó ella, pero le dije que no creía que necesitásemos a Dios. Me puso encima de ella, y me ayudó a empezar... - ¿Le dolía? ¿Estabas... ? - ¿Erecto? Sí. No, no creo que le doliese. Ya sabes que las paredes de la vagina se dilatan, puede pasar la cabeza de un bebé... -De acuerdo, de acuerdo. ¿Y luego qué? -Empezó a moverse y me enseñó cómo hasta que lo entendí. Y lo hice hasta que experimenté la reacción eyaculatoria. - ¿Qué? -La contracción del vas y las vesículas seminales que se mezclan con las secreciones prostáticas...
13. El mundo gira en torno a nuestras acciones y nuestras omisiones, lo sepamos o no.
14. La geografía es destino.
15. La clave de vuestra felicidad es aceptar vuestras babuchas, lo que sois, vuestro aspecto, a vuestra familia, las dotes que tenéis y las que no tenéis. Si seguís repitiendo que vuestras babuchas no son vuestras, moriréis buscando y amargados, creyendo siempre que os habían prometido más.
16. Mi padre, cuyas dotes quirúrgicas me inspiran el más profundo respeto, dice: "La operación que tiene el mejor resultado es la que decides no practicar". Saber cuándo no operar, cuándo no entiendes, cuándo hay que pedir ayuda a un cirujano del calibre de mi padre, ese género de talento, de "genialidad", suele pasar inadvertido.
17. Llegamos a esta vida espontáneamente y, si tenemos suerte, encontramos un objetivo además de hambre, penuria y muerte prematura que es, no lo olvidemos, lo que aguarda a la mayoría. Crecí y hallé mi objetivo, que fue convertirme en médico. Más que salvar al mundo, mi propósito era curarme yo. Pocos médicos lo admitirán, desde luego no los jóvenes, pero de forma subconsciente, al elegir esta profesión debemos creer que curar a otros nos librará del mal que nos aflige. Y puede que así sea. Pero también es posible que ahonde en la herida.
18. Por temperamento, era más apto para una disciplina cognitiva, para un campo introspectivo, tal vez medicina interna o psiquiatría. La sola visión del quirófano me angustiaba; la idea de manejar un bisturí me revolvía y aún me revuelve las tripas. La cirugía era lo más difícil que podía imaginar. Así que me hice cirujano.
19. La vida es así. La vivimos hacia delante, pero la comprendemos en retrospectiva. Sólo cuando paramos y miramos por el retrovisor vemos el cadáver aplastado bajo la rueda.
20. (...) Comprendió que la tragedia de la muerte estaba relacionada en exclusiva con lo que quedaba por hacer, y se avergonzó de no haber comprendido algo tan simple en todos aquellos años.
21. Haz de tu vida algo bello.
22. Al parecer, los seres humanos nunca aprendemos, por eso tenemos que reaprender la lección en cada generación y luego queremos escribir epístolas. Hacemos proselitismo con nuestros amigos, los cogemos por los hombros y les decimos: "Carpe diem! Lo que importa es este momento".
23. Yo admiraba los modales tranquilos y cuidadosos (...), aquella actitud con los enfermos que les hacía pensar que eran el centro de toda su atención y que su lugar estaba allí con ellos. Admiraba sobre todo su maravilloso acento, muy británico, doblemente exótico por el hecho de que procedía de un hombre del sur de Asia, pero había vivido años en Inglaterra. Inspiraba confianza a los pacientes.
24. Estar con alguien cuya seguridad en sí mismo es mayor de lo que en una primera ojeada hemos supuesto resulta seductor.
25. Estrechó la mano que le ofrecía y buscó la arteria radial. El pulso estaba disparado: 112 latidos por minuto. Para Ghosh el equivalente del oído absoluto era la capacidad de medir el ritmo cardíaco sin reloj.
26. Pasar la infancia en un hospital aporta lecciones sobre la capacidad de recuperación, la fortaleza y la fragilidad de la vida.
27. Ningún puñal puede perforar el corazón humano como las palabras bien elegidas de un hijo despechado.
28. El sentimiento de culpa conduce a la acción justiciera, pero raras veces a la justa.
29. (...) De vez en cuando, me sonreía y hacía un guiño desde el otro lado de la habitación. Estaba enseñándome a morir igual que me había enseñado a vivir.
30. A menudo cuando ganas, pierdes; es un simple hecho. No hay dinero capaz de enderezar un espíritu torcido, ni de abrir un corazón cerrado, un corazón egoísta...
31. Necesitamos medicamentos y alimentos, pero recibimos Biblias...Siempre me he preguntado si la buena gente que nos las envía cree realmente que el anquilostoma y el hambre se curan con las Sagradas Escrituras. Nuestros pacientes son analfabetos.
32. Me gustaba mucho regalar biblias. Pero el ministro del Interior consideró que se trataba de proselitismo. ¿Cómo puede serlo si nadie sabe leer?